EL GÉNERO LÍRICO
Enviado por azul4222 • 29 de Abril de 2015 • Síntesis • 1.381 Palabras (6 Páginas) • 166 Visitas
EL GÉNERO LÍRICO
El género lírico se diferencia del género narrativo porque éste no es una representación directa del mundo, pues su función no es la de representar, sino la de expresar. Una forma de expresión de sentimientos que depende directamente del ser humano que los siente y expresa, esos sentimientos sólo existen en su interioridad (subjetividad).
CARACTERÍSTICAS DEL GÉNERO LÍRICO. La característica histórica más reconocida de la lírica es que hay una única “voz” que habla y lo hace siempre desde su persona y si se integran otros “personajes” lo hacen tras la mediación de éste sujeto que es conocido como hablante lírico y se define como el ser que habla o enuncia, es decir, es el propio escritor que habla de él mismo, o de las relaciones con otras personas o cosas. El hablante lírico (o persona que habla), determina con su subjetividad el tono de lo dicho, por ejemplo: si se encuentra feliz o triste, esto se traducirá en que el texto transmitirá alegría o tristeza, según sea el caso. Los temas de una obra lírica pueden ser tan variados como son los pensamientos que un ser humano puede tener.
CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA, GEOGRÁFICA, SOCIAL Y POLÍTICA
DE LOS PAÍSES HISPANOAMERICANOS.
Se considera como Hispanoamérica al conjunto de países americanos que comparten la lengua española o castellana. Todos estos países fueron tomados como colonias de España tras el descubrimiento de América en 1492. Geográficamente, los países hispanoamericanos se extienden desde México hasta Centro y Sur América
La mayoría de los países hispanoamericanos logran sus luchas de independencia como colonias de España a mediados del siglo XIX, exceptuando a Cuba y Puerto Rico, que la consolidan hasta 1898. En este marco, la lucha de Independencia de México, al ser la primera en proclamarse en 1810, constituye un contexto propicio, así como un modelo para los demás países hermanos del mismo bloque geográfico, político y económico, con las diferencias regionales y políticas que sonespecíficas a cada país. La mayoría de las naciones hispanoamericanas sobreviven tras sus diferentes luchas de independencia entre estallidos sociales, situaciones de sobresalto político que en algunos países como México, en 1910, derivarán en procesos revolucionarios. Así, en la mayoría de países de Hispanoamérica las etapas democráticas son quebrantadas por continuos golpes de Estado a manos de militares (Argentina, Uruguay, Chile), y proliferan tanto los movimientos revolucionarios (Cuba) como las guerrillas (Nicaragua, Colombia, México). Los problemas económicos y agrícolas, así como la inestabilidad política, caracterizan a los países hispanoamericanos. La sucesión de revoluciones y guerrillas, la frecuente presencia de dictadores que emanan de la clase dominante, entre otros procesos, marcan la historia reciente de Hispanoamérica, que cuenta apenas con sus dos primeros siglos de historia independiente de Europa, tras liberarse sus destinos como colonias de España. Tras las guerras de independencia, las tensiones políticas derivan en problemas sociales, a partir de los cuales se conforman las distintas clases sociales representativas de las grandes desigualdades en la pirámide social: en su cumbre, la oligarquía, es decir; el grupo económico-político aliado a los intereses de las grandes potencias extranjeras que explotan las inmensas riquezas naturales; en la enorme base de población, las peonadas de las grandes haciendas, los obreros de las poderosas compañías agroindustriales, petroleras, pesqueras, entre otras, masas y pueblos enteros sumamente empobrecidos y sin acceso a la educación elemental. En este escenario, una clase todavía más oprimida es la de los pobladores indígenas, que habitan grandes extensiones de pueblos hispanoamericanos. Estos pobladores originarios, hasta la fecha, aún hablan sus lenguas maternas: son los casos de México, Guatemala, Bolivia, Perú, Chile, Colombia y Ecuador, que suelen ser los más empobrecidos de la pirámide social.
La utopía de libertad y la unión de los pueblos de Latinoamérica, que ha sido un ideal común a todos los países hispanoamericanos, y el hecho de concentrarse enormes recursos naturales en todas estas naciones, no les han permitido generar condiciones favorables. Nuestros países no han logrado consolidar su desarrollo económico y social; por el contrario, han arrastrado una enorme dependencia de las empresas transnacionales desde el siglo XIX cuando alcanzaron
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