EL ORDEN DEL DISCURSO_ FOUCAULT
Enviado por Samantha Ramos • 3 de Febrero de 2022 • Reseña • 977 Palabras (4 Páginas) • 99 Visitas
Samantha Fiorela Ramos Chaparro
2. La arqueología, la genealogía y la muerte del hombre
EL ORDEN DEL DISCURSO
MICHEL FOUCAULT
En esta segunda temática del curso se abordan dos fragmentos de la lectura del Orden y el Discurso de Michel Foucault, publicada en el año 1970. Las partes que se utilizarán para el desarrollo de la reseña construyen la temática de la Arqueología, la genealogía y la muerte del hombre, desde la teoría Foucoultiana; para el desarrollo de este escrito se establecerá el siguiente orden: Primero se dará un breve resumen del contenido de lo leído, después se dará una reflexión, posteriormente se traerá un caso social a discusión y por último se dispondrán las cuestiones que deja la lectura.
Primero, el autor establece un peligro dentro del discurso, el cuál pretende explicar a través del orden social, pues afirma que la producción del discurso corresponde a los órdenes sociales, ya que esta está controlada, seleccionada y distribuida por estos órdenes, lo que podríamos asimilar como dominación dentro del discurso, que se da por medio de ciertos procesos de exclusión.
Los procesos de exclusión señalados por el autor se basan en: 1) La palabra prohibida, 2) La separación o rechazo y 3) La Voluntad de Verdad.
La palabra prohibida, es definida como el proceso de exclusión mediante el cual la sociedad crea límites a la hora de hablar, determina los temas para hablar dentro de espacios específicos, establece quiénes son los sujetos privilegiados de hablar, etc.
En el proceso de separación por rechazo, el Foucault hace referencia a la separación del loco de la sociedad, su palabra, su discurso, por lo menos para el siglo XVI era totalmente alejada de la verdad, nula y sin valor. Las palabras eran ese lugar donde se daba la separación .
En el proceso de la voluntad de la verdad, se refería a esa predisposición al saber en la que existe todo un sistema de exclusión, puesto que sus bases están sentadas institucionalmente, por medio de la pedagogía, libros, edición, laboratorios, etc. Mediante los cuales se realiza la distribución del saber. Este sistema de exclusión es histórico, modificable e institucionalmente coactivo, en el que desde siglos anteriores la “Justicia” fue la dueña de la verdad, sobrepasando cualquier otro ámbito social.
En la siguiente parte del texto, el autor se refiere al discurso como un juego de signos determinado por la escritura, lectura y el intercambio. Además dentro de las exigencias del método, hace referencia a unos principios del discurso: Discontinuidad, especificidad, trastocamiento, exterioridad y regulador en el análisis. Con lo que finaliza hablando de la diferencia del discurso y los acontecimientos, afirmando que la historia no se aleja de los acontecimientos y por lo mismo no pertenece a los cuerpos.
En base a lo tratado en el texto, cabe apuntar que cuando Foucault se refería a ese peligro del dentro del discurso, estaba en lo correcto, pues en nuestra sociedad el discurso “válido” siempre se le ha adjudicado a ciertas instituciones, a ciertas personas con un rol específico, podría decirse que los interlocutores de los discursos de la verdad siempre han estado estereotipados y a su vez avalados por las instituciones de mayor influencia. En línea con lo que afirmaba el autor, la verdad al recaer en la justicia necesita un interlocutor que en este caso veremos como un juez ¿por qué él y no puede ser ella? ¿ Por qué nos lo imaginamos blanco? Preguntas tal vez muy superficiales, pero que acarrean todo el peso de la sociedad occidental, en la que dentro de su población la verdad está sustentada institucionalmente a tal punto, que el sujeto encargado del discurso también debe estar avalado por esas instituciones: Hombre blanco y con un buen nivel de educación.
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