ENSAYO "CLEMENCIA"

REPORTE DE LECTURA DE “CLEMENCIA”

Examen mensual

El reporte nos resume a grandes rasgos la gran novela de Clemencia del autor mexicano Ignacio Manuel Altamirano

KARLA MONSERRAT POLO GONZÁLEZ 3 “C”

07/04/2011

“CLEMENCIA”

Personajes principales:

Clemencia R.: joven blanca, de ojos y cabellos negros y labios sensuales, además de ser una de las mujeres más inteligentes y perteneciente a una de las familias más distinguidas y acaudaladas de Guadalajara.

Fernando Valle: joven de 25 años, de aspecto desgarbado y flacucho, de salud endeble y un tono de piel pálido y enfermizo que hace dudar de una grave enfermedad o costumbres desastrosas. Físicamente era de ojos pardos y regulares, nariz aguileña, bigote negro, cabello lacio, boca regular pero con un gesto de altivez que ofendía, distraído, metódico, sumiso con sus superiores, severo y riguroso con sus inferiores, frío y era antipático para todo el mundo y principalmente para las mujeres.

Enrique Flores: joven perteneciente a una familia de magnífica posición, era tan varonil como bello, tenía unos increíbles ojos azules, bigote rubio, físico espectacular y tenía fama de valiente, era elegante, tenía garbo, presencia y simpático además de que con las mujeres era enloquecedoramente irresistible, también muy querido por sus compañeros y altamente apreciado por su jefe, aunado a esto gozaba de una suerte caprichosamente buena.

Personajes secundarios:

Doctor L.:

Isabel

Mariana (Madre de Isabel)

Sr. R. (Padre Clemencia)

Sra. R. (Madre De Clemencia)

Época en que se desarrolla: Durante la lucha contra la Intervención Francesa en 1863.

Lugar dónde se desarrolla: En la Guadalajara del siglo XIX

Argumento de la obra:

La historia comienza en la casa del Dr. L. de 30 años (quien fue médico militar en los tiempos de la invasión francesa en nuestro país) y un grupo de amigos que están en su casa, pero cae una lluvia y parece que un poco de nieve y los invitados no pueden salir, así que se aguardan en casa del doctor para beber una copa de ponche de kirsch, el Dr. los invita a pasar su consultorio y están apreciando la magnifíca colección de arte que posee el Dr. cuando uno de ellos observa una hoja de papel escrita con elegante letra (él piensa que es caligrafía de mujer ) enmarcada en la pared, en ella se leía:

“Ningún ser puede amarme, porque nada hay en mí de simpático ni dulce…” Hoffman, El corazón de Ágata.

“Ahora que ya es muy tarde para volver al pasado, pidamos a Dios para nosotros la paciencia y el reposo” Hoffman, La cadena de los destinados.

Dos amigos preguntan al Dr. por la hoja que está en la pared y éste les dice que les contará la historia acerca de esas citas, pero les advierte que es una historia dolorosa, llena de amor y desgracia.

La historia comienza a finales del año de 1863, cuando el ejército francés invadió México, la táctica de nuestros compatriotas era replegarse para emboscar al ejército francés, por lo tanto una de las tropas de nuestro ejército se dirigió a Guadalajara y el Dr. aprovecha para incorporarse a dicha tropa y partir con ellos.

El comandante Enrique Flores mandaba en uno de los escuadrones, pertenecía a una magnífica familia, de muy buena posición, gallardo, con mucha clase, y absolutamente simpático, muy querido por todos sus soldados y respetado por su jefe, era un verdadero dandy ya que poseía una galanura sin igual y tenía mucho éxito entre las mujeres, en pocas palabras tenía buena fortuna, amor y placeres.

Había también en la misma tropa pero en diferente escuadrón un joven comandante llamado Fernando Valle, y él era justamente lo contrario del comandante Flores, tenían la misma edad 25 años, pero Valle era flacucho, raquítico, cabello negro y lacio y boca regular pero con un gesto altivo y desdeñoso que molestaba a todos, sus jefes le soportaban porque había mostrado gran valentía en múltiples ocasiones en la lucha en Puebla contra los franceses, tenía un arrojo que ofendía a sus superiores, pero en el ejército era considerado un advenedizo ya que entró como soldado raso y fue ascendiendo hasta llegar a capitán, y todos creían que este joven ocultaba algo siniestro.

Así pues al llegar a Guadalajara, el comandante Valle mostró un cambio notorio, se le veía contento y hasta feliz, alguno le preguntó el motivo de su cambio y él les respondió que tenía una prima, y el comandante Flores escucho esto y le pidió que se la presentara, cabe mencionar que estos dos jóvenes no eran amigos pero tampoco se odiaban, llevaban una relación cordial, por lo tanto aceptó presentarle a Isabel.

Llegó el día acordado y los comandantes se presentaron en la iglesia para esperar que la prima saliera de misa, ellos estaban en la puerta de la iglesia esperando cuando vieron acercarse a dos jóvenes hermosas, una cubierta con un velo, y la otra de una belleza angelical, pero parecía una criatura celestial, los dos se quedaron impresionados con tanta belleza, y los comandantes se presentaron ante ellas, las dos quedaron impresionadas con el comandante Flores y Valle se dio cuenta de esto, después las siguieron a casa de Isabel y ahí pudieron contemplar sin pena tanta beldad, Isabel era rubia, de ojos claros y preciosas, y Clemencia su mejor amiga era de cabello y ojos negros, con una boca sensual, Isabel poseía un gran talento para el piano y Clemencia pertenecía a una de las familias más acaudaladas y distinguidas además de ser una de las mujeres más inteligentes de Guadalajara, a pesar de que Fernando estaba interesado en su prima, al darse cuenta que Isabel prefería a Enrique, se hizo a un lado, sin embargo Clemencia muy astutamente se dedicó a propinar atenciones a Fernando, logrando que él se entusiasmara con ella y se sintiera enamorado, Clemencia pidió a Isabel que tocará una melodía y Enrique le dijo: “después de esto caer de rodillas y adorar a usted” lo cual hizo que Isabel terminara de enamorarse de él, al darse cuenta de esto Clemencia comenzó a coquetear abiertamente con Fernando, y los invito a su casa al día siguiente, está de más mencionar que se encontraba en una de las calles más aristocráticas y distinguidas de la ciudad, más que casa parecía un museo, había derroche de elegancia, buen gusto y opulencia, al llegar los dos comandantes les llevo a un salón donde se encontraba reunido lo más distinguido de la sociedad, Enrique como era de esperarse causo sensación entre las mujeres presentes, pero él ya tenía una relación con Isabel, y esa tarde Clemencia le ofreció a Fernando una flor exótica y le dijo que

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