ENSAYO CUANDO ESTAS AL OTRO LADO

CUANDO ESTAS AL OTRO LADO

La obra de Octavio Paz, El Laberinto de la Soledad, plantea en primera instancia, El Pachuco y Otros Extremos, capítulo en el que el autor hace hincapié en el comportamiento de los mexicanos cuando atraviesan la frontera en búsqueda de un mejor porvenir, Estados Unidos es el país que más mexicanos acoge en su territorio en calidad de migrantes, pero, ¿Cuál es el comportamiento que estos adoptan tras lograr pasar al “otro lado”? en primer lugar se manifiesta un sentimiento de nostalgia, luego las ganas de encajar, y por último la respuesta al rechazo.

“A primera vista sorprende al viajero--además de la pureza del cielo y de la fealdad de las dispersas y ostentosas construcciones--la atmósfera vagamente mexicana de la ciudad, imposible de apresar con palabras o conceptos. Esta mexicanidad--gusto por los adornos, descuido y fausto, negligencia, pasión y reserva--flota en el aire” (Paz, 1950, pág. 2)

Los mexicanos, quienes de la forma más folclórica tratan de convertir cualquier lugar al que vayan en un pequeño México, las festividades, la comida, la vestimenta y todas las costumbres propias de los mexicanos, forman ya parte del paisaje de Los Ángeles, Nueva York y todo lugar en el que se encuentre uno de ellos, a pesar de no apoderarse de las costumbres gringas, es innegable la presencia casi flotante de todos estos aspectos propios únicamente de su cultura, no se mezcla con el práctico mundo norteamericano, no lo afecta, no lo cambia, solo están ahí, como una nube, que llueve únicamente sobre quienes al escuchar el ritmo del mariachi se llenan de sentimientos que solo son soportables con una buena copa de tequila.

“Aunque tengan muchos años de vivir allí, usen la misma ropa, hablen el mismo idioma y sientan vergüenza de su origen, nadie los confundiría con los norteamericanos auténticos.” (Paz, 1950, pág. 3)

Tal como nos cuenta el autor, el mexicano, que empieza a relacionarse en otro país también busca encajar como miembro de este, el mexicano en su intimidad llama a la nostalgia, pero en el ámbito social y laboral busca ser igual a todos los que ahí viven, el mexicano se avergüenza de su origen y no porque su nacionalidad sea sinónimo de deshonra, el mexicano le teme a la irritación que puede causar su origen a los norteamericanos, razón por la cual busca estar siempre acorde con las tendencias de los habitantes de los Estados Unidos, el mexicano trata de vivir como ellos y si empieza a ser exitoso incluso empieza a creerse uno de ellos, pero la realidad es que nadie los confunde con gringos, apenas se los ve, se los distingue, y no por sus rasgos físicos como muchos pensarían, es su forma de pensar y actuar la que los delata, mientras los norteamericanos no le temen a expresar lo que sienten, el mexicano es más cauto al opinar, porque así le enseñaron, a temer, a pensar solo lo que el gobierno le permitió, mientras

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