ENSAYO DE “ETICA PARA AMADOR” DE FERNANDO SAVATER
Enviado por Armando Cruz • 30 de Octubre de 2018 • Ensayo • 2.120 Palabras (9 Páginas) • 259 Visitas
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ETICA Y FILOSOFIA JURIDICA
ENSAYO DE “ETICA PARA AMADOR” DE FERNANDO SAVATER
ARMANDO YAHIR CRUZ OJEDA
Hablar de la ética según Savater en su referente “Ética para Amador” es desenvolver al ser humano joven, racional pero no maduro del todo en su totalidad de libertad y explicarle los procesos, limites y reglas sociales con las cuales se mantiene funcionando dentro de este mundo; claro está que por esta vez será enfocado en su hijo como representante de una generación ingenua pero dubitativa de este rubro.
Podríamos partir de la idea en la que comienza su manuscrito y todo libro que argumente algún sentido o significado de la ética misma, aceptar y reconocer que cada ser humano desde su nacimiento en una sociedad contemporánea (no bárbara) tiene que ser dotado de su libertad y de ella por ende se desprenden un sinfín de ramas que auxiliaran al individuo a lidiar con este privilegio llamado “Libertad”. Pero el enfoque de la libertad según Savater apela a una ambigüedad constante en la cual inclusive cuando somos libres de elegir o tomar decisiones arbitrarias podemos estar desarrollando de manera implícita un papel de sumisión social, claro ejemplo el que plasma en su libro al recurrir al contexto del reino animal en el cual la libertad per se es inocua pues al carecer de ética no hay un raciocino, ni un juicio y mucho menos una elección consciente; el animal actúa porque esta programado para hacerlo así por la naturaleza y cumplir una función en el ecosistema, éste no tiene que enfrentarse a una disyuntiva social, moral o ética para realizar una acción que determine su futuro, se podría decir que lo único que hace peso en las decisiones del animal es el deseo de supervivencia y el principio de preservación. Si bien esta presente una pulsión de por medio; esta bestia salvaje no tiene que pasar por el deseo consiente, no hay un “connatus” ni una responsabilidad póstuma a la acción que desarrollará en su medio. En cambio, el ser humano toma o no una decisión por medio del uso completo de sus facultades y su juicio, Nosotros decidimos o no tomar esta decisión que consecuentemente se convertirá en una responsabilidad.
La mayoría de las decisiones desde el punto de vista ético y como se trata de desarrollar en el libro, tienden a buscar según conveniencia el bien mayor o común y esto no es resultado de que los seres humanos seamos personas que por nacimiento o defecto busquemos hacer el bien, de hecho el principio de supervivencia nos pondría en tela de juicio como egoístas pues elegiríamos siempre nuestro beneficio en contra de el de los demás, pero lo que el escritor easonense nos trata de explicar es que (aunque no todas la veces) la mayoría de los casos en los que prevalezca nuestro actuar ético resultara en beneficio a nosotros y esto por supuesto teniendo sus raíces en la filosofía socrática; la cual especificaba que el ser humano solo estaría realizado en su totalidad al encontrar la felicidad plena y esta solo se obtendría por medio del actuar ético.
Inclusive cuando el poder de decisión es un resultado del conjunto de la libertad, la conciencia y la razón; éste se ve comúnmente influenciado por aspectos como: el deseo, los motivos y la obligatoriedad; seguiremos ordenes por el miedo inconsciente a la consecuencia de desobedecerlas, obedeceremos a nuestros padres porque sabemos que ellos solo buscan nuestro bien o porque sencillamente nos conviene hacerlo, adquiriremos una postura como resultado de una recompensa. Pero entonces al realizar acciones que han sido intervenidas por cualquiera de estos factores le estaríamos restando carácter a la libertad como tal, puesto a que el conjunto de la libertad fusionada con la ética actúan en un carácter intrínseco pero al ser alteradas o influenciadas por la costumbres o las ordenes tienden a adquirir un carácter externo, inclusive los caprichos tienen mas legitimidad de libertad pues nacen del deseo interno.
“Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir”
También a lo largo de la obra se nos muestra cómo es que se desarrollan los principios morales, siendo estos el Filosófico: recurrir al bien por que la ley lo establece; El Religioso: que es influenciado por una deidad; El Humano: que busca siempre el bienestar propio; y el Político: este pretende lograr un bien que beneficie a la sociedad por igual. A su vez estos principios contrastan y refutan la idea que se tiene de la responsabilidad ya que una vez realizado un acto o una decisión acarrea consigo una consecuencia ética misma que muchas veces es justificada para evadir la culpa; este ultimo concepto generalmente nace como variante del castigo pues inclusive cuando no se le teme a una pena por un acto incorrecto siempre estará de por medio el que cause o no remordimiento convirtiéndose así en el castigo de la persona y esto se refleja aun cuando el actuar de un individuo no se ve incentivado por un aspecto religioso o en busca de la gloria pues la culpa y el remordimiento castigan la conciencia del hombre en vida y no su perspectiva de la vida después de la muerte.
Planteamos a la justificación como una salida o escapatoria a la responsabilidad que conllevan nuestras acciones sin embargo escudarse en una orden es una representación de un individuo moralmente invalido (imbécil) pues incluso cuando se nos ordena algo tenemos la capacidad de sopesar el resultado de esta tarea o discernir si la acción que vamos a llevar a cabo es o no afín a una conducta ética. Cuando actuamos de manera correcta por querer ganarse la gloria eterna somos imbéciles morales, cuando lo queremos todo sin razón alguna ni un plan de por medio somos imbéciles morales, al querer pero no actuar para lograr nuestros objetivos o al aferrarse a una expectativa falsa o idílica que sabemos imposible estamos siendo unos completos imbéciles morales, nuestra invalidez llega afectarnos a tal grado que nos incapacita para ejercer nuestros principios (nuestra moral) y para interpretarlos en sociedad (nuestra ética).
“Somos libres de optar en circunstancias que no elegimos padecer”
Nuestro autor también enfoca los casos aislados y bueno… No tan aislados en los que las encrucijadas de la cotidianidad nos harán tomar decisiones que no decidimos decidir y si por enredado que se escuche podemos estar de acuerdo con que muchas veces nos vamos a encontrar con situaciones de nuestro trabajo o relaciones personales que no elegimos padecer pero el cómo vamos a reaccionar ante ellas es un principio de libertad, ya lo citaba esa vieja frase “no puedes cambiar los hechos, solo como reaccionas ante ellos” y es ahí cuando tenemos que improvisar en nuestra toma de decisiones que sale a relucir nuestra ética en la práctica. Volvemos al contexto en el que una persona se ve obligada a actuar de manera incorrecta solo por acatar una orden, en primer lugar el individuo que esta dictando la orden esta corrompiendo un de los pilares de la ética al hacerse acreedor de miedo en lugar de respeto pues se está alienando de la relación social y parafraseando un principio establecido en El Emilio de Jean J. Rousseau el ser humano necesita de la relación social para ser humano, mismo principio del cual Savater hace referencia en repetidas veces al señalar que una persona que busca la autoridad mediante el miedo está apartándose de la sociedad y por consiguiente está perdiendo su “Ethos”.
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