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ENSAYO DE LA IDEA DEL PROGRESO DEL SIGLO XVIII


Enviado por   •  23 de Junio de 2019  •  Tarea  •  2.679 Palabras (11 Páginas)  •  172 Visitas

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UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE HUMANIDADES

INTRODUCCION AL TRABAJO SOCIAL

DANIELA MONCAYO GALINDEZ

COD 1833728

ENSAYO DE LA IDEA DEL PROGRESO DEL SIGLO XVIII  

El surgimiento de nuevas ideas y visiones críticas de la sociedad fueron la tónica del siglo XVIII. Una de las principales ideas que fueron acuñadas por el movimiento ilustrado, planteaba que sólo a través del uso de la razón se podía  alcanzar el progreso y la felicidad humana. Para eso era necesario acceder a un camino de perfeccionamiento racional que conducía a alcanzar la plenitud que a juicio de los filósofos del siglo XVIII obtenían el progreso ilimitado de las sociedades. Por eso, se plantearon  que era necesario abandonar el pensamiento religioso, el cual condenó a la sociedad de la época a la oscuridad y los derechos inalienables defendidos por los pensadores ilustrados que deberían  ser respetados, por ellos la idea del progreso fue considerada como uno de los pilares de la visión histórica occidental, su origen y evolución han sido temas de amplio debate.

En el siglo XVIII se desarrollaron muchos aspectos nuevos, la idea que los individuos tienden inevitablemente a buscar su propio mejoramiento, la confianza en que el progreso es un proceso irresistible e inevitable, la certeza de que el mundo contemporáneo es mucho más avanzado, al menos desde el punto de vista de la ciencia y de la producción de bienes, que las sociedades antiguas, y el grado en que estas ideas eran compartidas por grupos sociales amplios e influyentes. Como el auge del individualismo, que afirmaba  la libertad de las personas para buscar su propia felicidad, estaba acompañado por la noción de que la razón y la naturaleza eran las guías básicas para esa búsqueda. Podemos ver que los esfuerzos de lograr la felicidad y satisfacer las necesidades e intereses propios conducen  de un modo y el otro a un resultado socialmente conveniente,  las sociedades estaban  regidas por leyes que armonizaban los conflictos privados y permitían el avance de todos.

Durante más de 25 siglos, los filósofos, historiadores, científicos, teólogos y literatos han estudiado ampliamente esta idea de progreso, donde la tendencia dominante es su fe; es decir, la humanidad ha estado avanzando desde el pasado remoto, a partir de una situación inicial de primitivismo y barbarie seguirá avanzando con el paso del tiempo y quizás algún día llegue a su término. Para la mayoría de los hombres a través del tiempo, esta idea es un juicio de valor acerca de la historia. Esta puede ofrecer una idea de decadencia y regresión de la humanidad, o de sucesión de períodos cíclicos, así como también tener presente la inclinación que se repite cada siglo. Diríamos que el optimismo o pesimismo de lo que se vive en el mundo occidental, marca la pauta de los juicios de valor de las personas.

En Colombia la idea de progreso fue la noción de cambios que mejoraron las condiciones de vida fue usual durante toda la época colonial, y una preocupación constante de las autoridades, virreinales o municipales, fue el ramo de las “mejoras materiales”. Pero la idea de que la sociedad en su conjunto puede mejorar, y que esto incluyo no solo mejoras concretas y discretas sino un proceso integral, en el que estaban estrechamente relacionados los avances en la educación, el conocimiento, el derecho y la organización política, las artes y la producción, aparecían solo a finales del siglo XVIII, se imponía en el siglo XIX y mantiene su fuerza hasta hoy. Sus defensores no creen casi nunca que ese progreso sea inevitable o inexorable: hay que luchar por él, pues tiene muchos enemigos, y cuando estos se imponían se presentaban épocas de atraso y decadencia. Pero confiaban en que era una tendencia que triunfaría a la larga, pues corresponde a las necesidades humanas y a las exigencias de la razón y la naturaleza. Esta idea de progreso no se extiende en Colombia como resultado de simples influencias ideológicas. Es ante todo el resultado de una reflexión sobre las condiciones locales, y una respuesta a cambios en la realidad social, como el crecimiento de la población, el desarrollo de la producción, avances específicos en educación y ciencia o el surgimiento de proyectos sociales o políticos que buscan transformar la sociedad y superar los males del pasado. En muchos momentos se impone por la fascinación con la tecnología que muestra que es posible lograr bienestar para más gente. Y las ideas que surgen en Europa se adoptan justamente en la medida en que algunos encontraban en ello las justificaciones y las razones para sus propios proyectos. La respuesta a la pregunta de ¿por qué no estamos adelantados?  Va, en el siglo XVIII en una doble dirección por una parte, los criollos trataban de mostrar que el atraso no es tan grande como dicen los tratadistas europeos, que ignoran y desconocen las realidades locales, y es en parte explicable por la juventud relativa de nuestros pueblos. Por la otra, trataban de encontrar los factores que pueden haber causado el atraso existente. El clima y el medio ambiente, la raza, las instituciones y políticas españolas son algunos de los que se esgrimen en esta discusión.

QUE PENSABA CARLOS MARX, EMILE DURKHEIM, MAX WEBER, AUGUSTO CONTÉ,  CHARLES FOURIER Y SAINT SIMÓN DE LA IDEA DEL PROGRESO.

EL PUNTO DE VISTA DEL PROGRESO EN EL SIGLO XVIII

Augusto Comte

El Curso de filosofía positiva, de Augusto Comte, publicado en volúmenes sucesivos durante la década de 1830, es probablemente la más sistemática y minuciosa de todas las obras sobre el progreso escritas durante el siglo XIX esta obra ejerció una inmensa influencia sobre el pensamiento social y moral del siglo, sobre mentes que no siempre estaban dispuestas a admitir esa influencia. Para Comte, la esencia del progreso humano es intelectual. La mentalidad de la humanidad ha evolucionado en el curso de miles de años a través de tres etapas: la teológica, la metafísica y la positiva o científica, que ahora se inicia. Comte sostiene que todas las disciplinas físicas han alcanzado jerarquía científica, la astronomía, la física, la química y la biología, en ese orden de evolución, y que el tiempo está ahora maduro para la creación de una verdadera ciencia de la sociedad. Comte denominó primero física social y luego sociología a esta nueva ciencia. Sería una ciencia magistral que incluiría la economía, la política y otras ramas dentro de la sociología. El gran objetivo de la ciencia de la sociología era demostrar a los gobiernos y a los ciudadanos las leyes básicas del comportamiento humano. Éstas se agrupan, según Comte, en dos grandes divisiones: la Estática Social, el estudio de las relaciones sociales, y la Dinámica Social, que estudia esencialmente los principios que sustentan el progreso humano. “Ningún orden verdadero puede establecerse, y menos aun perdurar, si no es plenamente compatible con el progreso, y ningún progreso valedero puede realizarse si no tiende a la consolidación del orden, el infortunio de nuestro actual estado de cosas reside en que las dos ideas (progreso y orden social) aparecen oponiéndose radicalmente una a la otra.

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