ENSAYO DE LOS SUEÑOS

Grisel.

Soñar, no quiere decir anhelar o desear, son cosas distintas. Aunque son muy similares entre si y la línea que existe entre cada una de ellas es muy angosta. Desear va más allá que soñar, es por eso que es importante tener claro la diferencia entre ambos. Un sueño tiene más probabilidad de cumplirse, a diferencia de un deseo que muchas veces son cosas muy fantasiosas.

Los sueños son irreales mientras son sueños, una vez que se lucha por cumplirlos, es ahí cuando se vuelven reales y dan la oportunidad de mejorar nuestra vida.

Soñar es parte de vivir, es un motivo para seguir adelante, se debe actuar para que éstos se cumplan. Quien vive sin sueños no entenderá el verdadero sentido de la vida.

Día con día nos surgen diferentes sueños, solo basta ser constantes para poder cumplirlos. Si se tiene un sueño y se logra, nos hace sentir bien con nosotros mismos y hasta nos brindan la oportunidad de que alguien más se sienta orgullosos de nosotros (aunque  quien verdaderamente importa es uno mismo) por ejemplo nuestros padres. De lo contrario, si no somos constantes y abandonamos ese sueño, puede provocar un sentimiento de frustración y así seguir frustrando los demás sueños que nos motivaban.

Cuando se sueña, se echa a volar la imaginación de una forma extraordinaria, es imaginar lo mejor para nosotros (Y porque no, para alguien más también). Imaginar que se tiene algo que siempre hemos añorado o incluso también se puede soñar que dejemos de tener algo que no nos gusta poseer.

Como ser humano, se tiene la capacidad de imaginar, por lo tanto, también de soñar y de desear, pero se debe tener en cuenta que un deseo es algo más difícil de cumplir, va un poco más a lo insólito, a lo imposible o un poco más difícil de cumplir. En cambio un sueño, está más a nuestro alcance, y nos ayuda a ser mejores personas o al menos a intentar serlo.

Cuando se tiene un sueño, se tienen ganas de salir adelante, de ser mejores personas, se tienen las ganas de cambiar la vida que se vive en ese momento. Soñar es vivir, o al menos de ahí se sacan las fuerzas para vivir.

Soñar va más allá del estado inconsciente en el que una serie de imágenes pasan por nuestra mente mientras dormimos, se puede soñar despiertos, son esos sueños los que verdaderamente importan, los que nos motivan día con día, los que nos ayudan a ser mejores y a demostrarles a los demás cuan capaces somos, que lo que decimos no se queda en simple dicho, si no que tenemos las suficientes agallas para realizar nuestros sueños.

Todos tenemos cuando menos un sueño; ser profesionistas, comprar una casa, darles lo mejor a nuestros padres en forma de agradecimiento por todo lo que nos han brindado, sin embargo el tiempo en el que todos nuestros sueños se hagan realidad depende de las ganas que le echemos.

En ocasiones no está en nuestras manos si nuestros sueños se cumplan o no, existe algo que se llama suerte, muchas veces no está de nuestra parte y es un factor que puede influir en la realización o en el fracaso de éstos.

Por más imposible que parezca la realización del sueño, se debe luchar lo más que se pueda para cumplirlo. Porque se siente una gran satisfacción cuando lo logras.

Como personas tenemos aspiraciones y pasiones; que muchas veces los demás no están de acuerdo, queremos dedicarnos a cosas que nos apasionan y vivir de ello, tomarlo como carrera y subsistir, y aunque a los demás no les parezca, si eso es lo que nos brinda la felicidad es lo que debemos hacer, seguir nuestros sueños nuestros instintos.

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