ENSAYO FILOSÓFICO “MUNDO REAL VS. MUNDO VIRTUAL”

ENSAYO FILOSÓFICO “MUNDO REAL VS. MUNDO VIRTUAL”

Liceo San Juan XXII

Juan Felipe Penagos Angrino

Grado: 11-1

Docente: Danny Julian Guerrero Villareal

Filosofía

2016 - 2017

Santiago de Cali

“CUERPOS SEMEJANTES, REALIDADES INCONGRUENTES”

Ensayo filosófico a cargo del estudiante Juan Felipe Penagos Angrino presentado al área de Filosofía a cargo del docente Danny J. Guerrero.

A través del presente ensayo se lleva a cabo una comparación entre dos temas esenciales que hoy en día son de gran incertidumbre para la mayoría de las personas, los temas a tratar son el mundo real y el mundo irreal o virtual. Se basa en una serie de postulaciones, citas textuales e ideas originales que dan a conocer la verdad acerca de estos dos mundos, que si bien son totalmente opuestos, se evidencia que hacen parte de la cotidianidad del hombre contemporáneo, ya que son dos posturas de pensamiento y entendimiento acerca del mundo que se desarrollan en una mismo ser; dos ideas contrarias puestas sobre un mismo plano que es el conocimiento humano.

Antes de comparar dos realidades totalmente ambiguas, se debe de saber lo que cada una de estas postula y da a entender. La realidad, el mundo real o más simple “lo real” es todo aquello que se puede entender y comprender, ya sea a simple vista o por medio de procesos evidenciables e inverosímiles como lo son la experimentación por medio de la observación recurriendo al método científico o al pensar recurriendo como tal a la capacidad del hombre pensante, del hombre cognoscente; esto de lo real se divide en dos partes: cuando el ser está apenas desarrollando la actividad de aprender y retener información, considera real todo aquello que puede palpar y ve a simple vista; y cuando el ser es ya capaz de deducir e inferir por él mismo, considera real todo aquello cuya existencia se basa en ideas y conceptos que poseen indicios sólidos a los cuales se les puede considerar como verdades inherentes en el desarrollo del ser. Ahora bien, en contraposición se encuentra el otro tema a tratar. El mundo virtual o “lo irreal” ya es todo aquello que si bien posee semejanzas con lo cotidiano y se le puede llegar a concebir como posible en un determinado marco conceptual e ideológico, se le define como todo aquello que no cuenta con una verdad del pensamiento humano como planteamiento base; para citar un ejemplo sencillo podemos mencionar la acción de soñar y lo que esta conlleva: se encuentra un soldado “imaginando” un mundo en el cual las diferencias entre grupos sociales se puedan resolver solo por medio del diálogo, donde los opositores respeten los derechos sociales de todos los ciudadanos a los que comprometen y que se entienda que la violencia no deba de considerarse como un método de negociación viable; si bien tanto en la realidad a la cual se enfrenta el soldado diariamente como en el sueño que acaba de tener, su profesión es la misma y deja en claro que los conflictos siempre se presentan como respuesta a las indiferencias sociales, mientras en la realidad sabe que la violencia también hace parte del ser, en lo virtual propone que el hombre no cuenta en su comportamiento con ansias de hacerse con todo y siente el deseo de ver doblegado al opositor, “imagina” una situación ideal; así pues lo irreal comparte el mismo espacio que lo real, pero con la diferencia que solo se parece en aspecto, pues internamente no cuenta con una verdad sólida que sustente su existencia.

Ahora, el hombre contemporáneo, al igual que el soldado que nos sirvió de ejemplo anteriormente, posee casi a diario pensamientos e ideas que se identifican como reales o virtuales, verdaderos o falsos, evidentes o de ensueño, y es aquí donde se genera la discrepancia. Como se dijo, comparten el medio, pero no poseen el mismo origen ni el mismo fin. Difieren en funciones.

Planteando el problema como tal, ahora no se trata solo de saber en qué difieren ambos temas, sino saber por qué es tan difícil llegar a un punto clave para comenzar a hablar de esta diferencia. Como dijo Hume alguna vez: “En todos estos casos, de los que obtenemos el enlace de causas y efectos particulares, tanto las causas como los efectos han sido percibidos por los sentidos y son recordados…”¹ en esto se basa, en efecto, el entendimiento de lo real. Todo aquello que sea rastreable, comprobable y por ende deje resultados en los cuales uno pueda creer, es real. Como por ejemplo al tomar un vaso con agua helada, sentimos lo frío de la superficie y a su vez nos mojamos la mano, y por ende lo consideramos como algo real; al acercarnos al fuego vemos que conforma nos aceramos más calor se percibe, por ende se dice que es una realidad que el fuego libera calor; y así infinidad de ejemplos más. Por otro lado, el filósofo Zubiri dice: “…momentos... de la realidad entera y global del mundo y de la vida del hombre.”² cuando a lo irreal se refiere. Es algo que nace en lo real pero se transforma, se moldea según las necesidades y sentires del hombre, y este en ocasiones llega a sentirlo como parte de la realidad.

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