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ENSAYO FINAL “La moral, sexual, cultural y la nerviosidad moderna” (1908.) vol.9- SIGMUND FREUD “El malestar en la cultura” (1927). vol. 21 – SIGMUND FREUD.


Enviado por   •  23 de Agosto de 2017  •  Ensayo  •  2.280 Palabras (10 Páginas)  •  777 Visitas

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ENSAYO FINAL

“La moral, sexual, cultural y la nerviosidad moderna” (1908.) vol.9- SIGMUND FREUD

“El malestar en la cultura” (1927). vol. 21 – SIGMUND FREUD.

El contenido del ensayo que muestro a continuación será basado en las dos obras “La moral, sexual, cultural y la nerviosidad moderna” (1908.) vol.9. y “El malestar en la cultura” (1927). vol. 21 ambas con autoría de Sigmund Freud, al igual que contendrá citas de los mismos textos comentarios que complementarán el ensayo. Este trabajo es el producto final de todas las clases impartidas por el profesor a lo largo del trimestre y que por supuesto van relacionada a la vida cotidiana.

Freud al enfocarse a un contexto social contemporáneo se refiere al sujeto. Dando como resultado entonces a cada quien con su cada cual constituido por el deseo inconsciente. Comenzando a si el tema del individualismo el cual es un hecho el cual permite penetrar en el alma humana.

“En la indagación de la moral sexual (natural y la cultural). Por la primera ha de entenderse aquella bajo cuyo imperio un linaje humano puede conservarse duramente en estado de salud y aptitud vital; por la segunda, aquella cuya observancia más bien acicatea los seres humanos para un trabajo cultural intenso y productivo” (FREUD, 1908, pág. 163).

El hombre es una subjetividad que consiste en el deseo y a su vez el deseo es la esencia del alma, aunque se ha perdido la completud del goce y deseo. No que el alma desee y haga otras cosas.

Los efectos traumáticos dan origen a la asimilación y experimentación del individuo, tal es el caso del amor de madre (Ley de padre), convirtiendo el objeto de deseo como objetos de consolación. El deseo inconsciente surge por los efectos traumáticos que resultan de la separación, de aquí parte la angustia de castración en la cual se puede representar con el ejemplo del amor de madre, cuando se da la prohibición de la función paterna, en la experiencia familiar en la cual idealmente la madre es el padre, el padre de la madre y el niño sobra.

“En la moral sexual dominante en nuestra sociedad occidental de hoy una serie de prejuicios que se ve precisado a imputarle, y aun reconociéndole plenamente su notable idoneidad para promover la cultura, llega a pronunciar sobre ella un juicio adverso y considerarla necesidad de reforma”. (FREUD, 1908, pág. 163).

La cultura fastidia a la sexualidad, leyes e instituciones en la gente y respecto del deseo y goce lo que daña es el engaño.

No hay pueblo, no hay clase, no hay género. Se habla del retorno de lo reprimido, un síntoma que no se cura, simplemente se goza, es un deseo sintomático, el cual los efectos se expresan en el lenguaje, la manera de relacionarnos, de vivir, incluso los chistes, etcétera. Cabe destacar que en el habla se descubre lo sintomático singular y quien se encarga de escuchar la palabra del inconsciente de cada quien es psicoanálisis. “ La nerviosidad moderna, o sea la que se difunde con rapidez en la sociedad de nuestros días y cuya promoción es reconducible a aquella moral” (FREUD, 1908, pág. 164) es a lo que se refiere Freud en el aspecto psíquico, como resultado el fundamento psíquico entre la sexualidad y la cultura moderna será la relación entre la Nerviosidad que de ahí se deriva la neurosis, ciertos extractos de las manifestaciones de destacados observadores, buscarán los fundamentos de tal relación.

Todo lo vivido sedimentado forma el inconsciente y este opera de manera repetitiva, y de una conclusión se parte al inicio.

“Se pone a disposición del trabajo cultural unos volúmenes de fuerza enormemente grandes, y esto sin ninguna duda se debe a la peculiaridad, que ella presenta con particular relieve, de poder desplazar su meta sin sufrir un menoscabo esencial en cuanto a intensidad. A esta facultad de permutar la meta sexual originaria por otra, ya no sexual, pero psíquicamente emparentada con ella, se le llama la facultad para la sublimación.” (FREUD, 1908, pág. 168).

La sublimación: el desplazamiento: - lo deseo, pero…

“La intensidad originaria de la pulsión sexual es probablemente de diversa magnitud en los diferentes individuos; al monto apto para la sublimación, sin duda es variable. Será en primer lugar la organización congénita la que decidirá cuánto de la pulsión sexual ha de resultar sublimable y valorizable en el individuo.” (FREUD, 1908, pág. 168)

La organización congénita es tan solo una característica de la pulsión sexual, el cual se refiere a cualquier objeto de deseo. Cuando el súper yo esta enriquecido, se ocurren infinidad de cosas; todos somos perversos de la media de que la ganancia de placer no es reproductiva.

No cabe duda alguna que de este proceso de desplazamiento no puede continuar infinitivamente puesto que debería tener una fijación.

“Una cierta media de satisfacción sexual directa parece indispensable para la inmensa mayoría de las organizaciones, y la denegación de esta medida individualmente variable se castiga con fenómenos que nos vemos precisados a incluir entre los patológicos a consecuencia de su carácter nocivo en lo funcional y displacentero en lo subjetivo”. (FREUD, 1908, pág. 169)

“La pulsión sexual del ser humano no está en su origen al servicio de la reproducción, sino que tiene por meta determinadas variedades de la ganancia de placer. Así se exterioriza en la infancia, donde no solo en los genitales, sino en otros lugares (zonas erógenas), su meta de alcanzar placer, y puede prescindir de otros objetos ya que estos le resultan tan cómodos. A este estadio le llamamos autoerotismo, y asignamos a la educación a la tarea de limitarlo.” (FREUD, 1908, pág. 169 ).

La ganancia de placer consiste en que nosotros al realizar cualquier cosa ganemos placer y antes nos preguntaremos, ¿Qué gano con esto?, ¿Tú que ganas? etc… toda la vida en la sociedad consiste en ganancia de placer y esto no tiene que ver en la manera de reproducción. Así como el autoerotismo se proyecta en la vida adulta, tal ejemplo es, el de una relación de pareja, pues existe autoerotismo y puede ser entre dos personas. Lo que no es para la reproducción es perverso. El desarrollo del deseo pasa luego del autoerotismo al amor de objeto, y de la autonomía de las zonas erógenas (biología de Freud) a la subordinación de ellas bajo el primado de los genitales puestos al servicio de la reproducción.

Freud en referencia al desarrollo de la pulsión sexual diferencia tres estadios culturales:

“Un primer estadio en que al quehacer de la pulsión sexual le son por completo

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