ENSAYO SOBRE LA ETICA, MORAL Y LA COSTUMBRE

ENSAYO SOBRE LA ETICA, MORAL Y LA COSTUMBRE.

Alumno: Alexsander Chicche Rojas

Manuel Gonzales Prada hizo mención de una característica de Mariano de Amezaga, a quien describe de esta manera: “no fue solo  un escritor sincero y viril, sino un abogado de honradez proverbial; un verdadero tipo en la más noble acepción del vocablo. Si un mal litigante pretendía encomendarle la defensa de algún pleito inicuo, Amezaga le desahuciaba suavemente: Amigo mío: como usted carece de justicia, yo no lo defiendo.

… devolvía sin demora el dinero inicialmente adelantado, si consideraba, luego de la reflexión del caso, haberse equivocado en la aceptación de una defensa como justa”. (Garcia Toma, 2007).

En un sentido práctico, el propósito de la ética y la moral es muy similar. Ambas son responsables de la formación interna y personal del hombre, determina su carácter, su altruismo y sus virtudes, llevándolo a ver la vida en sociedad e individual basado en los aspectos morales que aprendió y adquirió como suyo.

En el sentido más estricto de la profesión del abogado, a éste se le exige un tipo de conducta que se diferencie de las demás profesiones, deberá estar ligado con la justicia y la dignidad, como diría Jorge Benchetrit Medina: “Hablar del abogado implica, forzosamente, hablar de la ética profesional. Para ser tal, debe ajustarse a normas de conducta ineludibles, que regulan su actuación y enaltecen y dignifican la profesión”. Citado por (Bartles Sarria).

Por otro lado, la costumbre son normas que crea una sociedad por su continuidad y que le dan un hecho jurídico palpable y tienen como las leyes, consecuencias cuando son violadas, el profesional no solamente debe regirse por su código de ética propio, sino que debe irse hacia un marco de costumbre, entendiendo que no todo lo que se viola está escrito, ni todo lo que la sociedad repudia lo contiene las leyes.

Los grupos sociales por medio de las leyes consuetudinarias protegen su ambiente social, procurando la convivencia en armonía y la tan conocida “buenas costumbres”, y castigando a los infractores por medio de sanciones sociales, tachando las conductas como antiéticas o inmorales.

Por ultimo podemos realizar una analogía referida al tema; un artista plástico al realizar un cuadro o pintura, los errores son propios de cada cuadro que pinta, estos errores no socaban su técnica o trayectoria en una siguiente o anterior obra, pero para el hombre de leyes siempre ira correlacionado su hacer con los resultados que de ese hacer devienen. El hombre de leyes rebaja su obra o la eleva, según sea su actitud en la vida pública o privada.

Por lo tanto, la ética, la moral así como la costumbre son aspectos que en el fuero interno del hombre, en especial del hombre de leyes, determinan su manera de ver la vida, la sociedad y todo lo que a él le rodean, y en base a ello actúa o se deja influenciar, y del resultado de ese actuar deviene los conceptos que dé él tiene la sociedad.

Así como Gonzales Prada cita con admiración la conducta de Amezaga, ésta (conducta) es el resultado de: la moral que defiende, la ética que practica y la costumbre de hacer siempre lo justo, que promueve en este hombre de leyes su actitud respecto a las tentaciones que el ejercicio del derecho contiene, en este sentido toca a nosotros los prospectos de abogados, mantenernos del lado bueno de la ley para actuar de manera acorde a lo que la profesión y la sociedad demandan de nosotros, eligiendo lo bueno sobre lo malo, y poniendo en primer lugar la virtud antes que la codicia.

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