EUTIDEMO

EUTIDEMO

El dialogo de Eutidemo habla sobre la sabiduría, se basa en persuadir al joven Clinias de que es necesario filosofar, ejercitarse en el saber y ocuparse en la virtud. El dialogo se aborda a partir de dos métodos, uno es la erística, que significa disputa o conflictos, es decir, que se centran en tener la razón o en ser percibir convincentemente como acertado. El otro método es el socrático que es la dialéctica o demostración lógica para la indagación o búsqueda de nuevas ideas. Eutidemo como Dionisodoro conocían todo aquellos sobre las guerras. Sócrates en el dialogo con Clinias afirma que es un deseo natural que el hombre sea dichoso y feliz y que para lograrlo resulta necesario adquirir bienes como, por ejemplo: las riquezas, la salud, la belleza, la noble ascendencia, el poder, la estima de los ciudadanos, la prudencia, el saber, el éxito, la justicia, la valentía.

Eutidemo y Dionisodoro le comienzan a preguntar a Clinias si lo que aprenden son los que saben o los que ignoran, pues utilizan un termino que sirve tanto para la noción de aprender como para la de comprender.

Sócrates le solicita e Deunisodoro y a Eutidemo que continúe con un discurso que permita al joven Clinias convertirse en un hombre sabio y dichoso, entonces se requiere ponerle fin a su ignorancia, así que quiere que se convierta Clinias en lo que no es, y lo que no es, es la muerte, por tanto, infiere Tesipo interrumpe a Deunisodoro por pensar tal mentira.

Clinias no está de acuerdo en que aprender el arte de hacer discursos pueda conducir a la felicidad del hombre, Sócrates complementa el argumento señalando que el arte de hacer discursos es un arte de encantamientos, en efecto consiste en encantar serpientes, tarántulas, escorpiones y otras bestias; y en curar enfermedades.

Sócrates y Clinias dicen que el arte de permitir el bienestar del estado, debía ser aquel arte que permitiera la dicha y la felicidad de los hombres.

Eutidemo afirma que, como conocedor, Sócrates debe conocer todo de lo contrario no sería un conocedor. Eutidemo lleva a conocer a Sócrates que conoce la totalidad de las cosas siendo evidente para el sofista.

Sócrates estupefacto de Tesipo, y hablando con los dos sofistas extranjeros, procede a decir unas palabras respecto a lo sucedido en todo el dialogo, Reconoce que la habilidad de Eutidemo y Deunisodoro puede aprenderla cualquier hombre e un mínimo de tiempo.

Critón le pregunta a Sócrates, ¿cómo se encontró con alguien experto en crear discursos? Y lo criticaban por ello, el filósofo arremete también con los que se encuentran a medio camino de la dialéctica y la política.

Ante la preocupación expresada por Critón debido a cómo educar a los hijos, Sócrates le recomienda: “Si te parece que no vale la pena, aparta de ella a toda persona, y no solo a tus hijos, si es, por el contrario, ve tras ella ardorosamente y ponte a ejercitarla como dice el proverbio, ‘tu y contigo tus hijos’.”.

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