Educación Y Filosofía En América Latina
Enviado por jaimevillllanuev • 28 de Abril de 2013 • 3.226 Palabras (13 Páginas) • 519 Visitas
Una problematización panorámica en torno a la filosofía de la educación en América Latina
Introducción
Conocido es que conceptos tan amplios como problemáticos se juntan cuando hablamos de filosofía, educación y América Latina. Su amplitud nos resulta tan evidente debido a que arrastran preocupaciones de larga data, y al mismo tiempo, controversiales, o al menos problemáticas, en cuanto a que existen una serie de vacíos respecto del estudio y de la recepción de la filosofía de la educación propuesta por autores e intelectuales latinoamericanos.
Es por ello con tal vasto capital teórico bien podríamos emprender una tarea más extensa y plantear una investigación de mayor espesor, sin embargo, por ahora estableceremos una panorámica para aproximarnos a la lectura de diversos autores con distintos pensamientos y propuestas, con la idea directriz de comprenderlos como filósofos educadores.
Carlos Paladines Escudero en su “Breve historia del pensamiento ecuatoriano”, nos señala que “ha constituido un permanente y milenario sueño de los sistemas educativos enseñar a pensar” , y es precisamente en esos llamados sistemas educativos donde se ha librado una gran parte de la batalla teórica en América Latina.
En tal sentido, una serie de proyectos teóricos han abordado la educación desde diversas aristas, pero fundamentalmente lo que destacamos acá es el problema filosófico de las lecturas de una multiplicidad de pensamientos para sí, desplegados en distintos lugares del continente.
Una “metodología” panorámica
Estableciendo una relación con ese núcleo de problemas, desde su propia propuesta, el filósofo argentino Arturo Andrés Roig nos ofrece una categoría interesante y susceptible de ser empleada en este trabajo y para el estudio y comprensión de la filosofía latinoamericana, nos referimos al concepto de la “moralidad de la emergencia” en respuesta o mejor dicho, en contraposición a una “eticidad del poder”. Esto es que los poderes establecidos e institucionalizados de una u otra forma conforman una ética normativa desde la autoridad ante lo cual existen movimientos, sociales, hombres, mujeres, ideas que emergen para resistirse al embate de la norma ética del poder y propone su moralidad, en tanto moral emergente, lo cual a su vez está vinculada en un sentido profundo y específico con la crítica acción de la protesta en un doble sentido, es decir, protesta como crítica y reflexión intelectual y protesta como el ejercicio de una acción práctica social.
Para Roig, desde una ética filosófica, lo emergente alude fundamentalmente a la manifestación constante, aunque discontinua, de moralidades que han sido expuestas a través de proyectos teórico prácticos. Roig nos recuerda que es una forma de “pensamiento fuerte” o “moral heroica”, como lo caracterizó José Carlos Mariátegui en los siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928).
Existe un constante comenzar y recomenzar del pensamiento latinoamericano, es un pensamiento que irrumpe, por lo cual consideramos que es posible hacer una analogía entre esta moralidad emergente y la aparición de diversos proyectos filosóficos en América Latina.
Arturo Roig considera en ello una manifiesta desarticulación en el pensamiento filosófico de nuestro continente, en un sentido de avance no lineal. Podríamos aludir esto a un vacío académico, lo que no sería del todo incorrecto, pero el autor argentino va todavía más allá, ya que también reconoce que también en un sentido político se ha presentado esta falencia, sosteniéndose a lo largo del tiempo. Además de la enumeración de los proyectos teóricos que Roig realiza en su estudio, hay una propuesta que el mismo Roig da para entender el fenómeno (del comienzo y recomienzo). Esto es el “a priori antropológico”, parte central de su teoría filosófica propia, que incluye, entre otras, una reformulación contextualizada a América Latina de la ética de Spinoza y una crítica a la ética metafísica de Kant.
Con lo anterior debemos comprender que existen una serie de intelectuales con sus respectivas propuestas teóricas en el continente que emergen con profundidad, pero sin necesariamente con conexión entre sí. Aunque esto no constituye necesariamente un defecto del pensamiento, pero sí dificulta su estudio y difusión.
La visualización del intelectual
Podemos señalar una serie de nombres de autores que abordan la filosofía de la educación en el continente americano y con ello van realizando un aporte, porque además debemos establecer la visualización de estos autores también como una categoría teórica, acaso ligera, pero no menos relevante. En ese sentido la visualización es una categoría, o al menos una proto-categoría, ya que sin esa información previa, sin ese a priori antropológico, es imposible ahondar en los proyectos teóricos, es decir, si desconocemos a tal o cual autor, difícilmente podremos tener la posibilidad de investigar o conocer su pensamiento.
Posiblemente muy poco tengan que ver entre sí (o tal vez sí) Carlos Vaz Ferreira, José Carlos Mariátegui, Domingo Faustino Sarmiento, José Vasconcellos, Eugenio María de Hostos, Simón Rodríguez, Paulo Freire, Valentín Letelier, Augusto Salazar Bondy, Eduardo de la Barra, Alejandro Deústua, entre otros. Sin embargo una fuerte pulsión los sitúa en un panorama, un sentido emergente, en un constante recomenzar los podría singularizar, eso siguiendo a Roig.
Sin embargo alguno de ellos tuvieron la capacidad de influir en la realidad de sus países dado el lugar que llegaron a ocupar en los cargos públicos.
En ese sentido, José Vasconcellos fue uno de los que consiguió hacer una tarea concreta en el ámbito de las políticas educativas, además de ser el gestor de la ida de Gabriel Mistral a México, efectivamente logró darle una impronta a la educación mexicana fundamentada en su sentido orgánico de su pensamiento. Para Vasconcellos la estética era uno de los puntos cúlmines del proceso educativo, fundamentalmente porque Vasconcellos entenderá la estética como el proceso de aprehensíon de la realidad y de elaboración del pensamiento, en tal sentido la estética (de los sentidos) abre al pensamiento su camino, ya que para Vasconcellos se piensa con todo el cuerpo, se “piensa orgánicamente”.
Otras visiones más conservadoras del pensamiento encontramos en autores como Sarmiento y Deústua, en ambos autores se percibe una fuerte iniciativa a reforzar una Aristocracia dirigente por encima del gaucho en Argentina, como sería a grandes rasgos en Sarmiento, o del indígena en Perú, como sería en Deústua.
Para Deústua el problema
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