El Libro De Los Viernes

El Poeta Gilberto Hernández, puertorriqueño nacido en el 1959, este es uno de los representantes de la generación del setenta. Una de sus mayores obras siendo El Libro de los Viernes donde este presenta una mezcla de poesías entrelazadas de tal manera que deja al lector en un mar de asombro y pensamiento, por tener un estilo de pasar la realidad mezclada en mitos y fantasías, de forma jocosa y trágica. El libro contiene 11divisiones cada una con una característica propia. El capitulo que mas me llamo la atención se llama “Lo que nos queda”. Lo primero que se presenta en esta división es una cita de Jesús Tomé que dice “La tristeza. Lo que nos queda de dios todavía” dando alusión a que la tristeza es el tema principal en los poemas subsiguientes.

El primer poema que me llamo la atención se llama “menstruación” en este habla un hombre con los mismos síntomas que pasa una mujer en esos días del mes. Este poema es bastante triste pero habla con realidad y explica lo que esta viendo con una facilidad que parecería estarse viendo en una pantalla y no leído. Un ejemplo de esta visualización es cuando dice; “Uno de esos días y para colmo no llueve ni hay nubes grises ni aire frio ni nada que se parezca al otoño y que justifique esta tristeza.” (pg.103)

Ahora no solo este poeta puede describir las cosas vivamente sino que su uso de la mitología en sus poesías es bastante impresionante y el hecho de unirlo con la realidad es algo que deja al lector queriendo leer más. Esta técnica la utiliza en un poema sin nombre que aparece en la pagina 115. Gilberto Hernández utiliza a las sirenas para describir la soledad inevitable que existe estando en el mar. Este utiliza a un marinero que, haciendo justicia al estilo del poeta de ser triste, ya no sabe distinguir si esta vivo o muerto, hasta que se topa con una sirena que le deja saber a este que esta vivo pero que probablemente morirá. Ya que en los viejos cuentos una sirena simbolizaba muerte en el mar ya que al verla y escuchar su canto un marinero quedaba en trance y moría.

Otra cosa de la que se habla es la realidad de un isleño. Se presenta como el aislamiento que sufre un caribeño lo lleva a comportarse con desespero, angustia y sufrimiento se ve obligado a aceptar que, el mar tan solitario como el, es lo único que lo rodea y por tanto es lo único que tiene. Aunque presenta un aire de esperanza se puede leer claramente como este vuelve al ritmo de tristeza que caracteriza al libro cuando, en una de sus partes dice “Mejor no morirse bajo tus blancos. Mejor mirar, de lejos, el esplendor de tu espuma y sentir que, algún día que hoy no soñamos nos desharemos al olvido como cada una de tus olas.” (pg.120)

Lo cierto en la mayoría de los poemas de el libro es la muerte y la tristeza. La muerte esta presente en dos de los poemas anteriormente discutidos y la espera de ella o el simple saber que es inevitable llegar a ese

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