El Mito Del Minotauro
Enviado por marielsincapitan • 22 de Abril de 2013 • 757 Palabras (4 Páginas) • 498 Visitas
Ariadna, Teseo y el Minotauro.
Hace miles de años, la isla de Creta era gobernada por un famoso rey llamado
Minos. Eran tiempos de prosperidad y riqueza. El poder del soberano se extendía sobre
muchas islas del mar Egeo y los demás pueblos sentían un gran respeto por los cretenses.
Minos llevaba ya muchos años en el gobierno cuando recibió la terrible noticia de
la muerte de su hijo. Había sido asesinado en Atenas. Su ira no se hizo esperar. Reunió al
ejército y declaró la guerra contra los atenienses.
Atenas, en aquel tiempo, era aún una ciudad pequeña y no pudo hacer frente al
ejército de Minos. Por eso envió a sus embajadores a convenir la paz con el rey cretense.
Minos los recibió y les dijo que aceptaba no destruir Atenas pero que ellos debían cumplir
con una condición: enviar cada año a catorce jóvenes, siete varones y siete mujeres, a la
isla de Creta, para ser arrojados al Minotauro y servirles de alimento.
En el palacio de Minos había un inmenso laberinto, con cientos de salas, pasillos y
galerías. Era tan grande que si alguien entraba en él jamás encontraba la salida. Dentro del
laberinto vivía el Minotauro, monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre. Cuando
se enteraron de la condición que ponía Minos, los atenienses se estremecieron. No tenían
alternativa. Si se rehusaban, los cretenses destruirían la ciudad y muchos morirían.
Mientras todos se lamentaban, el hijo del rey, el valiente Teseo, dio un paso adelante y se
ofreció para ser uno de los jóvenes que viajarían a Creta. El barco que llevaba a los
jóvenes atenienses tenía velas negras en señal de luto por el destino oscuro que les
esperaba a sus tripulantes. Teseo acordó con su padre, el rey Egeo de Atenas, que, si
lograba vencer al Minotauro, izaría velas blancas. De este modo el rey sabría qué suerte
había corrido su hijo.
En Creta, los jóvenes estaban alojados en una casa a la espera del día en que el
primero de ellos fuera arrojado al Minotauro. Durante esos días, Teseo conoció a Ariadna,
la hija mayor de Minos. Ariadna se enamoró de él y decidió ayudarlo a Matar al monstruo
y salir del laberinto. Por eso le dio un ovillo de hilo que debía atar a la entrada y
desenrollar por el camino para encontrar luego la salida. Ariadna le pidió a Teseo que le
prometiera que, si lograba matar al Minotauro, se casaría con ella y la llevaría luego con
él a Atenas, ya que el rey jamás le perdonaría por haberlo ayudado.
Llegó el día en que el primer ateniense debía ser entregado al Minotauro. Teseo
pidió ser él quien marchara hacia el laberinto. Una vez allí, ató una de las puntas del
ovillo a una piedra y comenzó a adentrarse lentamente por
...