El Perfume

En 1985, el escritor alemán Patrick Süskind se transformó en una revelación literaria a nivel mundial porque la novela que publicó ese año (la cual en español se ha dado a conocer bajo el título de “El perfume: historia de un asesino”), se convirtió en best-seller. Con el tiempo, esa obra segmentada en cuatro partes y compuesta por 51 capítulos, sería traducida a más de cuarenta idiomas y adaptada a la pantalla grande.

Ya desde su título, este material seduce al lector con una referencia clara hacia uno de los sentidos más importantes: el del olfato. A través de él, uno puede reconocer objetos y hasta personas sin necesidad de utilizar la vista, el gusto, el oído ni el tacto.

Aunque algunos sean más agradables que otros, todos los olores otorgan identidad y permiten que cualquier tipo de cuerpo pueda ser distinguido. Los aromas son agentes que pueden aparecer y desaparecer como por arte de magia y tienen la capacidad de generar tanto rechazo como seducción, por eso son tan poderosos y valiosos.

En “El Perfume”, Süskind propone que el lector sea testigo de la historia de Jean Baptiste Grenouille, un hombre que, ante la falta de olor corporal, teme una influencia demoníaca.

Dueño de un olfato prodigioso, este personaje lucha por mejorar su vida y, con esfuerzo y mucho trabajo, consigue dejar atrás su condición de pobre y se convierte en un prestigioso perfumista.

Sus creaciones lo vuelven un ser complejo porque, en ocasiones, lo ayudan a inspirar compasión, en otras lo hacen pasar inadvertido y hasta hay veces que sus fragancias son valoradas con amor y simpatía.

Para desarrollar su arte, este hombre repite una técnica que lo vuelve único en su rubro ya que su método para obtener las fórmulas consiste en asesinar a muchachas vírgenes, extraer sus fluidos corporales y licuar esos líquidos íntimos.

Por las características de su trama y la temática que ha elegido Süskind para cautivar al lector, “El perfume: historia de un asesino” es uno de los tantos libros que vale la pena conocer.

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