El Racionalismo

El racionalismo es una nueva manera de explicar las cosas, una nueva actitud mental, donde el hombre se concibe a sí mismo como dueño de sí, con una imagen individualista, como uno más dentro de su género. Afectó abundantemente a la sociedad en esa época en todos sus ámbitos: políticos, religiosos, artísticos, económicos, etc., ya que se trataba de iniciar con nuevas ideas en Europa, en las que incluía a Dios, al hombre y al universo.

Los nuevos descubrimientos científicos y geográficos de finales del siglo XX permitieron al protestantismo revolucionar el pensamiento crítico hacia la Revelación divina, surgiendo así, el deseo de un conocimiento verdadero comprobado e indiscutible. Pensadores como Grocio e incluso el mismo Descartes, sostienen que solo se aceptan conocimientos adquiridos por la razón, la observación y la experimentación. Para muchos racionalistas posteriores, estas ideas presentan dos pensamientos racionalistas: el idealismo y el materialismo. Por un lado está lo especulativo y por el otro el sensible o lo tangible. No hay Dios a menos que se compruebe lo contrario.

Bajo el racionalismo, las ciencias de la naturaleza pasan a primer plano y se convierten en modelo de las ciencias del hombre. Contrario a esto el conocimiento de Dios se vuelve inaccesible, declina la teología y las ciencias sagradas. A mitad del siglo XX, surge la ilustración donde se caracteriza por la pluralidad y la tolerancia, es decir, no se rechaza a Dios, pero sí se está en contra del tradicionalismo de la Iglesia católica.

Con la realización de la Enciclopedia, la historia fue marcada considerablemente, ya que trazó la línea entre el conocimiento y la ignorancia del pueblo. Esta obra pretendía dar los conocimientos relacionados con la fe y la ciencia que se tenían hasta entonces, para que ellos pudiesen abrir los ojos y la mente hacia la verdad de lo que ocurría en su entorno. Pretendiendo dar libertad e igualdad al pueblo por medio del conocimiento, así como sacarlos de la oscuridad de las teorías pasadas y poderlos llevar hacia un luminoso futuro feliz y perfecto, que aumentaría con el paso del tiempo. Aunque este era el ideal, en teoría, los pensadores realizaban aportaciones en cuanto al dominio del hombre sobre el mundo y del estado sobre el hombre, pero en la práctica, habían surgido grandes confrontaciones, de esta manera, se abrió un gran abismo entre el ideal y la realidad.

En el ámbito del derecho, las leyes se impusieron desde el poder, con el propósito de mandar, prohibir o permitir; las leyes sin Dios ni patria, fueron una expresión de la razón universal, solamente por haber sido pronunciadas por quien gobernaba y mandaba. Los jueces solamente fueron obligados a aplicar leyes, sin importar si era buena o mala. Y así, el racionalismo se volvió cada vez menos razonable y justo.

Dentro de los grandes sistemas de pensamientos, en América el país real predominó

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