El Sistema Regulador

En segundo lugar, el sistema regulador es vulnerable a la corrupción, ya que la mayoría de reguladores no cuentan con los implementos necesarios. Por este motivo no hay como probar si realmente el conductor esta en falta y los policías dan excusas para detener vehículos sin permiso operativo. La PNP tiene actualmente un nivel de corrupción muy alto, además es responsable de que los malos choferes sigan circulando con las licencias suspendidas. Pues basta con una ‘’coima’’ para que los dejen en paz. En su gran mayoría, las denuncias sobre coimas de tránsito comprometen en un 87.4% a choferes infractores que ofrecieron una ‘’propina’’ a un efectivo policial, para poder evitar las papeletas. Por otro lado, un 12. 6% es de policías corruptos que solicitan la ‘’coima’’. Por lo tanto, endurecer las sanciones hacia los conductores y aumentar la cifra de multa, no contribuirá a disminuir las irregularidades que se siguen cometiendo en el transporte urbano. Esto solo haría crecer el nivel de corrupción, ya que los choferes por evitar las multas seguirán ofreciendo ‘’coimas’’ a fin de no pagar grandes multas de dinero posteriormente. Asi mismo, los policías aceptarían este dinero ya que va directo a sus bolsillos y tendrían como un ingreso extra. Por este motivo, se debe mejorar el sistema regulador antes de querer hacer más drásticas las sanciones.

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