El alquimista- Paulo Coelho (Destino)

Destino

El Destino es definido, según la RAE, como un “encadenamiento de los sucesos considerado como necesario y fatal”.

Sartre explica que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo y después se define. Él es el único que es tal como se concibe, tal como se quiere y como se concibe después de la existencia. No es otra cosa que lo que él se hace y será lo que habrá proyectado ser.

Pero, ¿por qué, a veces, sentimos que hagamos lo que hagamos hay cosas que no podemos evitar?

Cada uno de nosotros elige lo que quiere ser y construir a lo largo de su vida. Pero, como cuenta en “El Alquimista” Paulo  Coelho,  “Cumplir su leyenda personal es la única obligación de los hombres, todo es una sola cosa, y cuando quieres algo todo el universo conspira para que realices tu deseo” haciendo referencia a que todo ser humano tiene la obligación de seguir lo que desea, que su destino final sea la meta proyectada antes por él, para esto sólo hay que realmente quererlo y el universo, una fuerza mayor, moverá las cosas a nuestro favor pero no es que sólo con el deseo se cumplirán nuestras metas, si no que con cada  decisión que tomamos hace que afecte y desencadene una serie de sucesos que no podemos manejar.

Como le pasa al protagonista de esta novela, si él no hubiese decidido dejar todo lo conocido por su sueño de viajar no hubiese tenido la oportunidad de consultarle su sueño a una adivina en el próximo pueblo por el que pasó, no hubiese podido encontrarse con un rey y no lo hubiese ayudado a conseguir lo necesario para seguir su viaje y si Santiago, el protagonista, no decidía confiar en lo que le dijeron, llegar a Tarifa, que le roben y trabajar en una tienda de vidrios para reponer el dinero, no hubiese aprendido que debía continuar sin importar cuanto le cueste, no podría haber llegado a las pirámides de Egipto y no se daría cuenta que su tesoro estaba en España, de donde él venía.

Nuestro destino está, en cierta medida, marcado por factores internos y externos, por cada persona que nos encontramos por más mínimo que nos parezca su influencia, por cada decisión y camino que tomamos, por cada idea, cada cosa que elegimos a lo largo del día nos impulsan a otros sucesos inevitables que finalmente nos convierten en lo que somos, en donde estamos y hacia dónde vamos.

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