El concepto de persona

El concepto de persona (FRANCISCO LARROYO)

Dificultad actual de la cuestión

Consideración individual, como sustancia específica o como heterogénea en relación con otras categorías que definen ontológicamente la personalidad.
Desenterrando viejas ideas ontológicas, estas enseñanzas hablan de una comprensión estratiforme de la realidad: junto a la realidad material o física imponen capas de vida, psique, espíritu y llegan a tiempo para identificar a la persona con el espíritu.
Un ideal, es decir, una idea lanzada desde la conciencia hacia la trascendencia. De una manera tan pura, tan graciosa y al mismo tiempo tan consistente, el espíritu, considerado en toda su comunidad, deja de ser una sustancia y se convierte en una capacidad de realización ideal.
La belleza, en términos de valores, supera a esa entidad a veces despreciable llamada Hombre; pero esto no hace que sea filosóficamente legítimo el acto de abstraer estos valores de su origen; la falta de atención es que son estrictamente inconcebibles independientemente del ser que los produce, y que, por lo tanto, sólo bajo supuestos metafísicos tiene beligerancia la hipótesis que representa al espíritu y a las entidades axiológicas superiores como realidades ontológicas trascendentes.

Antecedentes históricos y posición propia

Cuando el estoicismo pensó metódicamente en la persona, demostró su particular genio ético al explicarla como algo que pertenece al sujeto agente, que le es dado enteramente y que no puede separarse real y conceptualmente de la totalidad existencial del individuo; En definitiva, como actividad racional, como hecho unificador de la conciencia y como sentido de la vida, representado por la facultad de ser, la razón, sí, pero no como un ser separado.

 El elemento sociológico y cultural del concepto de persona

El pensamiento neokantiano amplía y eleva el concepto kantiano del hombre, enfatiza el papel central de la moralidad en toda cultura y promueve el concepto de responsabilidad como un componente subjetivo y objetivo del hombre. Como hemos dicho en otra parte, el nombre voluntad pura designa específicamente aquel deseo y acción dirigidos hacia la unidad de los valores, y elevados a la categoría de quienes de esta manera piensan y actúan. Esta diferencia, más que la división entre la experiencia y su contenido nos obliga a unirnos en el estudio del lado social del concepto de personalidad. La unicidad es esencial para la conciencia individual; no puede ser transferido a otra conciencia ni volverse idéntico a ella; La comprensión y la experiencia no son transferibles. Por otro lado, el contenido de la conciencia lo proporciona la sociedad en el nivel más básico, al menos desde el lado humano. "Pero, por otra parte, la comunidad existe en y a través de los individuos; es su conciencia común.
El concepto de persona y el problema de la sustantividad de los valores

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