El hombre un ser paradojico y complejo
Enviado por paolaandreabello • 17 de Abril de 2015 • Ensayo • 461 Palabras (2 Páginas) • 1.697 Visitas
EL HOMBRE UN SER PARADOJICO Y COMPLEJO
La paradoja una aparente contradicción, hablando del hombre nosotros experimentamos en nosotros mismos y vemos en los otros una ambigüedad, vivimos momentos de entusiasmos, satisfacciones íntimas, etc., al momento sentimos todo lo contrario, ira, ofuscación, la vida sin sentido. Sus deseos son de trascendencia pero sujeto a lo presente a lo inmediato. El hombre es un ser capaz de lo mejor y de lo peor.
La complejidad hace referencia a que el ser humano está configurado a multitudes de dimensiones, pero éste ha de vivirlo a la unidad de su ser, a la integridad de su persona. A través de la historia la filosofía ha tratado de definir al hombre como tal, pero la antropología filosófica ha ido penetrando al hombre y ha descubierto que no es tan fácil definirlo.
El hombre, a diferencia de Dios, es un compuesto. Para usar una definición descriptiva (que a mí me gusta porque ordena muchos componentes) es una “unidad bio-psíquico-espiritual en interacción social”. Cuantos elementos que conforman a nuestra persona. Si bien somos una unidad, cada uno de estos aspectos hacen a nuestra identidad.
El aspecto biológico es el primero. Cuando hablamos en español, al decir hombre nos estamos refiriendo al varón tanto como a la mujer. Una diferencia básica que salta a la vista en lo corporal, pero que también se refleja en los aspectos psicológicos, espirituales y de relaciones sociales. Puede ser que algo del género sea construido socialmente, pero es innegable que existe un “genio femenino” distinto del “genio masculino”.
La corporalidad nos ubica en el espacio y en el tiempo. Porque tenemos un cuerpo es que nos situamos en una geografía concreta y en un momento histórico determinado. Y eso nos enriquece pero también nos limita: no podemos ser o estar en todas partes al mismo momento.
Añadamos el componente psicológico, esa zona de los afectos conscientes e inconscientes, que afectan el resto de nuestro ser aquí y ahora.
Se suma lo espiritual, en su doble aspecto. El referido al alma y sus potencias que nos ayudan a conocer y obrar: la inteligencia y la voluntad. Y, junto a esto, la vida del Espíritu que está y obra con nosotros y en nosotros: la Gracia. Y si queremos ponerle mucha pimienta a la mixtura, no nos olvidemos de la libertad.
Para completar, existimos en relación con los demás. La dimensión social de nuestro ser que nos enriquece y, al mismo tiempo, nos limita.
En resumidas cuentas, el hombre es sumamente complejo. Para entenderlo hay que explayarse en muchos aspectos que, unidos, hacen a nuestra humanidad. Más no existe el hombre en general, sino este hombre en particular, varón o mujer. Si es complejo comprender a la generalidad de la humanidad, mucho más complejo es describir en profundidad a un ser humano concreto.
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