El objeto de la filosofía según Isaiah Berlin

RESUMEN DEL PRIMER CAPÍTULO DE 'CONCEPTOS Y CATEGORÍAS', DE ISAIAH BERLIN.

EL OBJETO DE LA FILOSOFÍA:

Según Berlin, la filosofía de las cosas humanas sólo puede ser pensada mediante la razón práctica. Es imposible demostrar al modo del científico o el matemático, es decir: no existen procesos formales para determinar lo que está bien y lo que está mal (¿√Justicia?). Sólo cabe convencer o persuadir mediante argumentos.

El uso de la razón práctica implica una pluralidad de respuestas, mientras que la razón científica sólo aspira a una respuesta única y definitiva. Si trasladamos esta aspiración a las cuestiones de tipo moral, nos encontramos con una postura monista.

Por otro lado, el pluralismo no significa que todas las respuestas tengan la misma validez, sino que son simplemente admisibles en cuanto a respuestas que son.

Para Berlin, la pluralidad de respuestas no puede ser infinita. El límite estará marcado por los derechos humanos. Las respuestas morales que violen dichos derechos no debrían ser aceptadas.

Es verdad que los derechos humanos son una construcción, pero esto no le resta valor, pues surgen para dar respuesta a una necesidad.

A Berlin le parece interesante la idea de que a través de nuestra imaginación podamos comprender otras culturas y comunicarnos con ellas. Si esto se hace posible, en cierta medida es porque existen valores comunes entre los humanos, y precisamente es en este término donde se rompe el

mito de que las culturas son intocables.

La postura del relativismo se opone radicalmente al pensamiento de Berlin, pues el relativista reacciona ante los argumentos morales como si de juicios estéticos se trataran. Es decir, aunque no esté de acuerdo con lo que el otro defiende, cree admisible, legítimo y tolerable su punto de vista. Evita la discusión, pues piensa que una vez expuestos los argumentos de cada cual, 'no hay nada más que decir'. Su postura se traduce a esta expresión: para gustos, colores.

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