El secreto de la vida en la palabra

El secreto de la vida en la palabra

En la lámpara maravillosa se exalta el placer de la lectura como tesoro de la humanidad, ya que gracias a ella el hombre dentro de su limitación espacio temporal encuentra un camino para escapar del mundo de la rutina y tiene la oportunidad de dar vuelo a su imaginación y vivir momentos fantásticos que su realidad le limita. Esta experiencia sobrenatural vivida en lo profundo de su imaginación le permite cultivar bellos momentos y llenarlo de esperanza y fascinación, alejándolo de la hostilidad, del aburrimiento del mundo real y del tan comúnmente peligro de caer en la falta de creatividad e innovación, pues aquel que se niega este placer se condena a vivir una vida llena de sacrificio, anulando toda posibilidad de desarrollo personal y de encontrar la felicidad.

El destello resplandeciente del que se beneficia el lector engrandece su espíritu y lo hace ser una mejor persona, pues conoce mundos insospechados, formas de pensamiento diversas, vistas diferentes de la misma moneda, lo que lo lleva a interpretar el mundo, entenderlo y transformarlo por medio de la crítica basada en la argumentación con sentido, dando así inauguración del portal a un mundo mágico para un viaje que si el lector así lo decide puede no tener retorno al aburrimiento si cultiva este hábito por siempre.

Pero no solo el hombre saca provecho de la lectura, sino que esta relación se convierte en una contraprestación por el aliento de vida que solo este le puede inyectar a un texto, pues solo a través de su imaginación los seres fantásticos y escondidos en las historias de caballeros, héroes, dioses , titanes y brujas despiertan para vivir maravillosas proezas en mares y castillos ambientados por el ingeniero de nuestra mente dando vida a las palabras, por lo tanto el libro no tiene razón de ser sin el lector y este no es completamente feliz sin el libro.

Este tesoro que altruistamente no se guarda con recelo en el fondo escondido del castillo y que tampoco es custodiado por el feroz dragón para impedir su profanación por los impíos, sino que por el contrario se ofrece descaradamente cual doncella al mejor postor, busca afanosamente que el lector solicite al derrochador genio de la lámpara el cumplimiento de un número infinito de deseos equiparables al tamaño de sus sueños y anhelos, pues brinda posibilidades insospechadas de crecimiento a través del conocimiento que se adquiere y construye por el laberinto de sus pasajes, solamente tiene un costo tiempo y dedicación, supremamente elevado para aquel que lo rechaza y se aleja para naufragar en el mar de la mediocridad.

En la sociedad que actualmente vivimos mejor fuera acercarnos más a los libros para aprender de ellos el significado de palabras como la lealtad, la amistad, el agradecimiento, la culpa, el amor, el valor del trabajo y el sacrificio desinteresado por aquellos que amamos, pues

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