El sujeto, los movimientos sociales y el inconsciente
Enviado por mjvergara • 12 de Febrero de 2012 • Ensayo • 1.376 Palabras (6 Páginas) • 867 Visitas
El sujeto, los movimientos sociales y el inconsciente
La nocion de moviento social ha sido violada tan a menudo, y ella misma se ha prostituido tantas veces, desfilando delante de las tropas o coqueteando en los escondrijos de los servicios secretos, que parece imposible fijarle un uso preciso.
Pues si la parte de sombra de los movimientos sociales es la de la sociedad, su parte de luz es la de la modernidad. En efecto, se mantienen del lado de la razón contra la arbitrariedad del poder, pero sobre todo del lado de los derechos universales del individuo. En todo conflicto y todo movimiento social se puede escuchar un llamamiento a la igualdad, la libertad, la justicia y el respeto hacia todos. Esta exigencia presente en los movimientos sociales y que supera toda estrategia y tida táctica, se encuentra también en las huelgas, las protestas, las rebeliones y las utopías que hacen temblar por un instante a una tierra que parecía prefectamente controlada por las fuerzas del orden.
El sujeto, impulsado o no por movimiento social, se manifiesta en la conciencia del actor. No se podría hablar mas de adhesión inconsciente a un movimiento social como no se puede hablar de creecias religiosas inconscientes. Pero esta manifestación en la conciencia no significa que el sujeto o el movimiento social estén íntegramente en la conciencia del actor. Primero, porque la presencia del sujeto esta siempre recubierta, y aun ocultada, por otros niveles de lectura de las conductas y actitudes.
En general, son los acontecimientos históricos los que revelan la existencia de un conflicto, de los actores y la actitud de la oposición.
Pero hay que ir mas al fondo: la sociedades ricas contemporáneas están inmersas en una ideología del consumo cada vez mas intenso y diversificado. Y lo mismo que un pensamiento represivo rechaza la búsqueda de placer, nuestra sociedad reprime u oculta la presencia del sujeto. Es en el inconsciente donde hay que buscar el deseo de ser sujetos. No hay descubriemiento del sujeto sin un examen de conciencia que descienda por debajo de la conciencia.
¿hay que contentarse con decir que el sujeto, cuando no es conciente, se encuentra en el preconsciente, y sobre todo que esta virtualmente presente y consciente en un individuo o un grupo, incluso en una categoría social?. Ciertamente no. El sujeto se repliega en el inconsciente.
¿Hay que decir que esta allí inhibido? No, pues no es un superyó el que le corta el camino, sino lo contrario, la cotinianidad, las normas de la vida publica, la urgencia de las decisiones practicas, la intensidad de las emociones y la búsqueda del interés o de la solución a un problema difícil.
El sujeto se encuentra recubierto por la banalidad del yo y de sus situaciones como un libro es cubierto por la arena de una duna. Aquí el sujeto se mantiene en la frontera mal trazada del incosciente y el preconsciente. Pero cuando el sujeto esta hundido en el inconsciente, no puede subir a la conciencia por si mismo.
¿Puede el analista hacer aparecer el sujeto enterrado en el actor?si.
Hablo de sujeto porque coloco enfrente del orden social, y fuera de la dinámica de la personalidad, la representación por los seres humanos de su propia capacidad de creación, reflexión y evaluación. Las conductas definidas por sus orientaciones hacia uuna figura del sujeto, es decir, de la libertad, de la igualdad y la creación, son de otra naturaleza.
Cada vez son menos numerosos quienes piensan que la modernidad consiste solamente en hacer triunfar la racionalización y la secularización, y por consiguiente en hacer desaparecer como antiguallas esos movimientos, esperanzas y creaciones que no habían tenido existencia real mas que en la noche de las sociedades antiguas.
Vecindad.
El individuo no se construye como tal no adquiere estima de si mas que en la medida en que recibe imágenes favorables de si mismo procedentes de los miembros de la comunidad próxima a la que pertenece.
Este pensamiento, que se extiende por gran Bretaña tanto como por Alemania e Italia y encuentra en todas partes representantes de primer orden, defiende la idea de que el individuo, para
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