Emperadores Romanos
Enviado por MariluzBonilla • 31 de Octubre de 2013 • 3.419 Palabras (14 Páginas) • 325 Visitas
JULIO CESAR
Nació alrededor del 13 de julio del año 101, a .C., en Roma, llevando el nombre de su padre, el pretor Cayo Julio César, perteneciente a la gens Julia, de los antiguos fundadores de Roma (se lo considera descendiente del rey Anco Marcio). Por eso pertenecía a la clase de los patricios, aunque empobrecidos. Cayo Julio César, padre, falleció cuando su hijo tenía 16 años. Aunque su madre, Aurelia, era de origen plebeyo, pertenecía a los llamados plebeyos ricos, que pudieron integrar el Senado.
Fue educado en la humildad, el respeto y el decoro, y en el estudio de los clásicos, por docentes griegos. Influyó mucho en su educación Mario, perteneciente al Partido Popular, casado con su tía, quien logró que el Cónsul Lucio Cornelio Cinna, que además era suegro de Julio César (se casó en el 83 a. C. con su hija Cornelia) lo designara Flamen Dialis, posición importante en la religión romana, ya era el Supremo Sacerdote del Dios Júpiter.
Derrotado Mario por Sila, éste último, fue nombrado por el Senado, Dictador, con la misión de dictar las leyes y ordenar la Constitución. Desde su cargo, ofreció a Julio César pasar a sus filas, exigiéndole previamente que se divorciara de Cornelia, hija de su enemigo Cinna. Ante la negativa de Julio César, éste debió huir de Roma, perseguido, destituido de su cargo religioso y con su fortuna confiscada. A pedido de miembros influyentes del entorno de Sila, éste accedió a perdonarlo, y Julio César se dirigió a Oriente, junto al Cónsul Minucio Termo, para pelear contra Mitríades VI, soberano de Ponto en Asia Menor, gran enemigo de Roma.
Sitió Mitilene, y solicitó la colaboración del rey Nicomedes IV, de Bitinia, para que lo apoyase con su flota. Allí corrió el rumor de una relación personal y amorosa entre el rey de Bitinia y Julio César. Finalmente la empresa de tomar Mitilene resultó exitosa, y el incidente sentimental, fue olvidado.
Muerto Sila, en el año 78 a. C., volvió Julio César a Roma, iniciando una prestigiosa carrera de abogado. Tres años después fue designado Cónsul, y en el año 82 a. C, fue Procónsul en Macedonia.
En el año 70 a. C. el Consulado es ocupado por Cneo Pompeyo, yerno y lugarteniente de Sila, y por el general Licinio Craso.
Julio César quedó viudo de su esposa Cornelia, en el año 69 a. C. cuando ésta murió en el parto de un hijo que nació sin vida. Organizó para su funeral una ceremonia pública, al igual que para la muerte de su tía Julia, esposa de Mario, que falleció poco después. Desafiando a Sila, y en contra de la legislación vigente, mostró en cada uno de los funerales, las imágenes de Cinna, de Mario, y de su hijo del mismo nombre, todos enemigos de Sila. Poco después contrajo enlace, con la nieta de Sila, de nombre Pompeya. Ese mismo año, fue elegido Cuestor, y cuatro años más tarde, Edil. En el año 63 a. C. asumió como Pontífice Máximo. Se divorció de Pompeya, por sospechas sobre su reputación, a causa de un episodio en la que estuvo involucrada, quizá sin ser responsable, cuando un joven disfrazado de mujer se introdujo en su casa.
Poco después ascendió a Pretor, y en el 62 a. C. en Hipania Ulterior asumió como Gobernador. Ocupó el Consulado en el año 59 a. C y realizó una alianza con Cneo Pompeyo Magno, que luego liderará los intereses de los nobles, y Marco Licinio Craso, banquero adinerado, con quienes constituyó el Primer Triunvirato.
La situación social en Roma se volvió cada vez más crítica, agudizándose por las rebeliones de esclavos, siendo la más conocida la de Espartaco. Los ejércitos romanos lograron controlarlas.
Fue nombrado Procónsul de la Galia Cisplatina, e Iliria, por cinco años. Para conquistar el resto de la Galia, ya que solo poseía el sur de la actual Francia, y parte de Germania realizó la Guerra de las Galias, a partir del año 58 a. C, extendiéndose la contienda hasta el 49 a. C. Durante el 52 a. C., derrotó a los galos en la batalla de Alesia.
La rivalidad entre César, apoyando los intereses de las clases populares y Pompeyo, los de los nobles, se acrecentó tras la muerte de la hija de Julio César, en el año 54 a. C., que estaba casada con Pompeyo. En el año 53 a. C. falleció Craso, combatiendo a los partos, mientras las conquistas de Julio César en Occidente, competían con las Pompeyo en el Oriente. Éste había sido nombrado único Cónsul, y a Julio César, el Senado, aliado con Pompeyo, le conminó a licenciar sus legiones. Lejos de hacerlo, Julio César se enfrentó a Pompeyo. El 9 de agosto se produjo la batalla de Farsalia con la derrota de Pompeyo, que halló la muerte en su huida a Egipto. Llegado a Egipto, Julio César condenó el asesinato de Pompeyo por parte del faraón Ptolomeo XIII, y coronó a Cleopatra, como reina, naciendo una relación amorosa que fructificó en quien sería Ptolomeo XIV o Cesarión.
En defensa del Ponto derrotó al hijo del soberano del Bósforo, Mitríades VI, de nombre Farnaces, cuando se dirigió por Oriente para defender las fronteras del Asia Menor.
El 6 de febrero del 46 a. C, sucedió la batalla de Tapso, donde Julio César se enfrentó a los optimates (sector conservador del Senado) que desde África, al mando de Marco Porcio Catón y Escipión, lideraban la oposición. Persiguiendo a los pocos que huyeron hacia Hispaña, pudo concluir con sus enemigos internos, un año después, en la batalla de Munda.
Dueño del poder, fue acumulando en su persona, tantos cargos republicanos, que significaron en definitiva, la posesión de un poder absoluto, que destruía en la práctica al régimen republicano. Fue designado por diez años como Cónsul, además de liderar el ejército con el mando supremo, ser Pontífice Máximo, Prefecto de las Costumbres y reducir el Senado a una función consultiva. Finalmente asumió como Dictador Perpetuo. Fue nombrado Imperator, se acuñaron con su efigie, monedas, se le concedió el derecho de usar insignias por sus hazañas, llegando a considerárselo Iupiter Iulio (divino protector de Roma)
Entre su obra de gobierno cabe destacar, la concesión de la ciudadanía a los habitantes de la Galia Cisplatina, la reorganización del Senado y las magistraturas, la corrección del calendario, la reconversión de deudas según los bienes de los deudores, descontándose los intereses usurarios abonados, la congelación del precio de los alquileres, la concesión de más autonomía a las ciudades, la entrega de tierras a los campesinos en Italia, el reparto de trigo, la reorganización del ejército, incorporando extranjeros, y colocando al mando del ejército a una nueva figura por él creada: el Imperator. Aumentó la rigurosidad del sistema
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