En el año 1513, Nicolás Maquiavelo mientras este se encontraba encarcelado en San Casciano por la acusación de haber conspirado en contra de los Médici, decide escribirle un libro fue en forma de regalo a Lorenzo de Medici, un príncipe de Italia.

                     El Príncipe de Maquiavelo  
                        Introducción 

En el año 1513, Nicolás Maquiavelo mientras este se encontraba encarcelado en San Casciano por la acusación de haber conspirado en contra de los Médici, decide escribirle un libro fue en forma de regalo a Lorenzo de Medici, un príncipe de Italia.

Comienza el libro diciendo que el que desea lograr la gracia de un príncipe suele presentársele con aquello que reputan por más precioso entre lo que poseen. Les ofrecen en su consecuencia: los unos caballos; los otras armas; varios, piedras preciosas, entre otros objetos dignos de la grandeza del príncipe, sin embargo, en las condiciones que se encontraba Maquiavelo y entre las cosas que poseía, la más valiosa y querida por él era su conocimiento adquirido a través de una dilatada experiencia de las horrendas vicisitudes políticas de su edad, y por medio de una continuada lectura de antiguas historias para entender la conducta de los mayores estadistas que han existido, decidió después de haber examinado por mucho tiempo las acciones de aquellos hombres, y meditándolas con la más seria atención, recopilar el resultado de esa profunda tarea en un reducido volumen; el cual remitió al Rey Lorenzo de Medici.

Aunque la obra le pareciera indigno de la Grandeza del Rey, tenía la confianza que el Príncipe consideraría que para Maquiavelo era imposible hacer un presente más lujoso  precioso que el de un libro, con el cual podría comprender en pocas horas lo que Maquiavelo no había podido conocer en muchos años, con suma fatiga y grandísimos peligros.

Nicolás Maquiavelo no llenó esta obra con prolijas glosas con que se hacían ostentación de la ciencia, ni adornándola con frases pomposas y todos los demás atractivos ajenos de la materia con que muchos autores tenían la costumbre de engalanar lo que tienen que decir. Simplemente, adornó el libro con nada más que la verdad de las cosas y la importancia de la materia.


                                                                                         

                                                                                                                  Pamela Altamirano
                                                                                                                     CIF: 15020424

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