Ensayo De Etica Para Amador

Capítulo Tercero: Haz lo que quieras

Este capítulo tiene que ver con el asunto de la libertad, que es la cuestión de la que se ocupa propiamente la ética según lo esclarece el autor. Libertad es poder decir si o no. La libertad no solo es decidir sino darme cuenta que estoy decidiendo. El autor nos recuerda ese poder que tenemos en nuestras manos a diario y que a veces olvidamos o simplemente ignoramos, además de hacernos una invitación a cuestionarnos sobre los reales motivos de nuestras acciones. Un motivo es la explicación de nuestra conducta.

También en este capitulo se define la moral como aquellas reglas o normas que consideramos válidas, mientras que la ética se encarga de cuestionar por qué lo son, diferenciando así la una de la otra.

¿Cuándo un ser humano es bueno? No lo sabemos, ni lo sabrá nadie jamás. Porque las concepciones de “bueno” o “malo” son distintas para cada persona. Para saber si un sujeto/a es completamente bueno o completamente malo deberíamos estar dentro de él en cada momento que este realiza una acción.

La ética llevaría esta frase: "HAZ LO QUE QUIERAS".

Capítulo Cuarto: Date la buena Vida

“Haz lo que quieras” es desatender lo que nos gobierna desde el exterior y enfocarse a lo que la propia voluntad demanda desde el interior. Debemos tener en cuenta que no nos estamos refiriendo a que hagas "lo primero que te venga en gana" si no que hagas lo que creas que para ti es más beneficioso. Se debe ser capaz de decidir entre lo que nos apetece y lo que en el fondo queremos.

La ética es lograr la buena vida, que es la que incluye las relaciones con otros seres humanos, no a costa de ellos. Todos tenemos una condición biológica pero para llegar a ser hombres y mujeres, se necesita de otros que fundamenten nuestro medio cultural a través de enseñanzas. La plataforma de nuestra cultura es el lenguaje, por lo que hablar y escuchar a alguien, es tratarlo como persona. Es un proceso recíproco semejante al de la humanización, pues darse la buena vida es en conclusión igual que proporcionar la buena vida.

Capítulo N° 5! Despierta, Baby ¡

El autor despierta la curiosidad por que conozcamos y reconozcamos lo que es la “buena vida”, nos invita a sumergirnos en la complejidad de la misma; a separar las cosas superfluas (objetos, bienes) de lo realmente valioso e importante, nuestra vida y nuestros semejantes, en este descubrimiento se produce el despertar cuya reacción principal es la atención que es el arte de reflexionar sobre lo que hago y a desear precisar el concepto de la buena vida. También da lugar al querer saber el porqué de nuestras acciones, descifrar nuestras decisiones revelando así el verdadero motivo de las mismas.

El fin de las cosas materiales es de servirnos, satisfacer nuestras necesidades y caprichos, lo realmente inapreciable somos los seres humanos. Al tratarlos como objetos para solo obtener utilidad de ellos conseguimos soledad y perdemos nuestra humanidad y el respeto por nosotros mismos, negándonos a obtener aquello que solo otro ser humano nos pude brindar. Debemos siempre recordar que nosotros poseemos a las cosas no ellas a nosotros rompiendo así un poco esa dependencia por los objetos, como dice la canción del querido Facundo Cabral el conquistador por cuidar su conquista se vuelve un esclavo de lo que conquistó “es decir que jodiendo se jodió” .

Savater establece lo que para el es la primera condición de la ética: “Estar decidido a no vivir de cualquier modo” entender que no vivimos para morir porque así la vida se simplifica y muy pocas cosas parecen importantes, por el contrario debemos asumir la eterna complejidad y las complicaciones de la vida que gozamos, de esta forma todo adquiere mayor significado y valor. Pero esta decisión es individual cada quien tiene que tomarla: nadie puede ser libre por mí.

Capítulo N° 6 APARECE PEPITO GRILLO

Al inicio del capítulo se define al “imbécil moral” como un ser que vive sin vivir, aquel ser humano cuyo ánimo y ganas están muertas o son muy débiles, además describe los tipos. Nos advierte que todos en algún momento presentamos algún rasgo de esta imbecilidad por lo que debemos estar siempre atentos y esforzarnos por reemplazarlo por la conciencia moral. Se establecen también los rasgos de la conciencia moral.

El ser humano poseedor de conciencia se ama a si mismo, busca y vive lo que le conviene, se convierte en un egoísta consecuente porque reflexiona sobre lo que de verdad quiere para tener una buena vida y se esfuerza por conseguirlo.

El poseer libertad nos hace acreedores también al remordimiento que es el disgusto que sentimos con nosotros mismos cuando utilizamos mal nuestra libertad, porque la libertad me permite escoger y decidir, obrar según mi criterio, por eso me hace responsable de las reacciones o consecuencias de mis actos. La responsabilidad que además me da el auténtico saber que soy libre y me convierte en rey de mi vida y no en un esclavo de las circunstancias. Acerca del remordimiento quizás nadie descubra mis actos nocivos o tal vez no sea castigado por ellos, pero al mirar allí, donde solo yo puedo ver (en mi interior) y saber que actué mal ya estoy siendo castigado.

Capítulo

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