Ensayo Filosofia de la Naturaleza - De Almeida, Daiana Gisele
Enviado por Juan Nicolas Traini • 25 de Julio de 2017 • Ensayo • 1.303 Palabras (6 Páginas) • 223 Visitas
¿Podríamos hablar de una existencia del tiempo independiente del movimiento?
En el presente trabajo nos proponemos como objetivo responder al planteo respecto del tiempo con relación al movimiento, es decir, si el tiempo en sí mismo sería capaz o pudiera existir de forma independiente a la inexistencia del movimiento. Para esto, vamos a utilizar una serie de argumentos, ejemplificaciones y menciones extraídas de la pertinente y correspondiente bibliografía instructora a la que se recurrió para realizar y fundamentar dicho trabajo, a través de las cuáles intentaremos dilucidar y responder a dicha problemática en cuestión.
Imaginemos que no existiese una fluidez de las cosas sensibles en el mundo, que sean de carácter inconmutable, que no haya cambio y todo se mantuviese fijo, en una línea recta y constante.
¿Podríamos entonces hablar de la existencia de un tiempo? .
En primera instancia, si nada mutara, y haciendo alusión en esta parte a una concepción agustiniana del tiempo, entonces podríamos decir que si nada se transformara, todo sería un presente continuo, por lo que no podríamos remitirnos a hablar de “tiempo” sino de eternidad, ya que, para hablar de tiempo, inevitablemente tiene que haber un pretérito,y hasta el mismo tiempo tiende al no ser , como de hecho tienen propensión todas las cosas naturales, ya que el futuro aún no es y el pasado ya no es, por lo que lo único que prevalece y tiene validez es el presente, entonces esto lo lleva a Agustín a dudar realmente y preguntarse cómo podría ser capaz de existir el tiempo si tiene constante tendencia a no ser , o a “desvanecerse” , pero no nos desviemos del tema en cuestión.
El universo, como primera medida fue creado de forma voluntaria, con determinadas finalidades, pero a fin de cuentas, tiende al no ser, al momento de la muerte, y en el transcurso de ese camino hacia el punto culminante, podemos observar que, el hombre es un ser inherentemente perecedero y, por ende, al hablar de mutabilidad estamos aptos para referirnos indefectiblemente a un movimiento y un cambio.
Según lo leído, se puede esbozar una hermenéutica acerca de éste y construir una definición acerca del tiempo, por lo cual, si se nos preguntara cuál es su significado, se podría responder que, el tiempo es aquella entidad con la que medimos nuestra vida entera, nuestro SER, somos una substancia dotada de esencia, que es aquello único que no se modifica en el hombre, aquello que se mantiene vivo y firme de principio a fin, lo que lo hace ser lo que es y no otra cosa; y por otro lado, dotada de accidentes que es lo que hace que el hombre por factores extrínsecos, vaya modificándose constantemente hasta el día de su desaparición; y por lo tanto, si hablamos de un cambio, movimiento o modificación, entonces hablamos con certeza de tiempo.
Ahora bien, ¿Por qué insistimos en remarcar que si hay movimiento es de la única forma en que podemos concebir una existencia del tiempo? Pues por la sencilla razón de que si hablamos de movimiento,entonces podríamos afirmar que algo que en determinado momento era de un modo, más luego se transformó en otra cosa, entonces allí podemos establecer la noción de un antes y un después.
Es decir, no es que a partir del movimiento se crea el tiempo, sino que el movimiento mismo es el tiempo . El concepto de tiempo siempre se refiere a la medida de algún movimiento.
Podríamos,paralelamente, relacionarlo a la perfección con el concepto aristotélico del movimiento:acto y potencia : Dios, inteligencia creadora, al realizar el acto de la creación es acto puro, es un ser absoluto y un ser necesario que no está sujeto a cambios de ningún tipo; es decir: no sólo posee el ser sino que es su ser por sí mismo, más el hombre como ser creado y contingente, sólo posee el ser y su vida está en sí misma en potencia constante, desde principio a fin, ya que cambia constantemente y va pereciendo gradualmente. Y digo gradualmente porque nuestro ser no se realiza ni se agota en un instante, sino más bien de forma sucesiva.
...