Ensayo – Justicia, Alma y Polis según Platón

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UNIVERSIDAD ADOLFO IBÁÑEZ

FACULTAD ESCUELA DE NEGOCIOS

FILOSOFIA

1er Semestre 2017

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ENSAYO – JUSTICIA, ALMA Y POLIS

         Alumno:         Javier Quevedo Bubba

         Fecha:             08– 06 - 2017

                                                                                            Profesor:         Romualdo Araos

   Ayudante:            María Angélica Orlandini

Ensayo – Justicia, Alma y Polis según Platón

        Introduciendo, el ensayo en cuestión se referirá al como ideaba y pensaba a partir de distintas perspectivas y posturas, uno de los filósofos, o el más importante para la época Antigua de Grecia, Platón, en relación a lo que se conoce como justicia, alma y polis, qué significado les dio, y el cómo se relacionaban entre sí. Para esto se dará un énfasis breve introductorio, mencionando primeramente sus conceptos, para posteriormente relacionarlos, dar varios ejemplos propios de Platón, intentando explayar sus posturas sobre las 3 ideas planteadas previamente, para así finalmente concluir si la hipótesis fue demostrada o rechazada.

Sumergidos ya en lo que rubricó el propio filósofo, se pudo contextualizar que Platón, primeramente y dando una pequeña introducción, su pensamiento surge en una época de total crisis, tanto política como racional en Atenas, tras las diversas guerras. Además hubo un derrumbe de los tradicionales valores morales y religiosos, dando así paso al relativismo ético o moral de los sofistas, y al propio debate natural o convencional de la ley. Es aquí donde aparece Platón, intentando buscar una mera respuesta a los problemas mencionados. En primer lugar elabora la teoría de las ideas, la cual se basaba en valores y virtudes que van más allá de lo convencional. Además, establece la justicia “en sí” como fundamento del orden socio-político, eleva el eros hacia un rubro ideal, presenta la imagen o figura del filósofo, alguien crítico con la realidad, alguien que pensaba más allá de los intereses mezquinos, un ser visto como modelo del ser humano, el cual sería el único capaz de regir la polis, afanado claro de encontrar un prototipo de la misma, todo esto relacionado al alma, un algo que le permite a los seres vivos realizar actividades primordiales, siendo así el principio divino de las cosas, la cual nos proporcionará conocimiento, y nos permitirá  vivir una “vida buena”. De todas las ideas planteadas por Platón, en el ensayo en cuestión solo se hablará de 3 en específico: la justicia, la polis y el alma, y la relación entre las tres. Para Platón, todo lo que se conoce como virtudes se basan en la justicia, la cual a la vez se basa en la idea del bien, el cual es la armonía del mundo. Entre estas virtudes se encuentran 3: la valentía, la prudencia y la templanza. La prudencia significa el lograr acertar en las deliberaciones, la valentía es defender a la propia ciudad, la cual recaerá sobre los guardianes de la polis, y por último la templanza es ser dueño de uno mismo, la cual concierne a la referente polis. Por tanto, y como hipótesis, se intentará comprobar lo siguiente: la justicia es que cada uno realice lo que realmente tiene que hacer, atañendo a toda la polis, intentando convertirse en un hombre justo, el cual necesariamente tendrá que producir un reordenamiento de la forma de vida de una comunidad o polis, creando formas justas para un orden; es decir, es el principio mismo de las cosas y del que hacer, la cual en conjunto estudiará el perfecto ordenamiento de las almas.

Para argumentar la hipótesis planteada previamente, primeramente se citarán el significado de los 3 conceptos a mayor detalle, los relacionaremos, hablaremos de la felicidad y su relación con la ciudad-estado en conjunto, de la razón, de la educación, refiriendo a que una educación adecuada será, según Platón el mejor instrumento para promover la justicia en la polis, de la propia injusticia y su relación con el buen vivir, de la concepción naturalista, de la justicia ideal, que sería la forma eterna de lo justo, de la cual participará todo acto de virtud, de la armonía del alma y de la polis, y de la búsqueda de la satisfacción, para así finalmente analizar si los argumentos fueron los correctos para aceptar la hipótesis planteada.

Según Platón, lo que primeramente dijo fue que la justicia consistiría en el ordenamiento perfecto de las tres almas, es decir, cuando cada alma logra desarrollar las virtudes que le pertenecen, como para el alma concupiscible, su virtud sería la templanza, para el alma racional, la prudencia, y para el alma irascible, la fortaleza. Por tanto, cuando estas uniones de alma y virtud se dan correspondientemente, según Platón es acá donde se puede llegar a la felicidad a través de la virtud. No obstante, el filósofo mantuvo siempre la idea de que debe ser solo la razón la que gobierne, y que el corazón para llegar a la justicia, y a la vez a la felicidad, es la educación. Para Platón, todo el concepto conllevado de la justicia proviene necesariamente de la felicidad. Es por esto que el Estado tiene como objetivo fomentar ambas cuestiones, ya que la felicidad, relacionada a la teoría platónica, es la de la sociedad entera y no solo la individual. Por tanto, la felicidad y la justicia serán para la comunidad entera, es decir, de la polis o ciudad-estado en conjunto. Así mismo, Platón rechazo la idea de que la justicia es el restablecimiento debido al equilibrio perdido por el exceso. Justicia para Platón es más bien, derechura, equidad o rectitud. Esto tiene relación a que todo en la polis debe tener respuesta al orden ideal, descifrado por el camino racional del gobernante-filósofo. Por ende, la concepción de justicia sería el cumplimiento y la aceptación de la función propia por parte de cada uno de los ciudadanos pertenecientes a la polis, no es algo que se cumple y se consolide porque sí y de manera veloz. Para lo malo o para lo bueno, es la educación la que diagnostica el carácter del ser humano. Es por esto que una educación correcta, concisa y adecuada será el mejor instrumento para promover la justicia dentro de la ciudad-estado, para así avalar el ajustamiento interior de las partes del alma. Es por esto que la educación, un instrumento potentísimo, no debe quedar a la manía de cualquiera, sino que debe ser la misión principal de la polis. Es por esto que, según Platón, los gobernantes de la polis deben ser totalmente educados, para que así estos sean escogidos no por su posición económica o social, sino por su base, conocimientos, capacidades, etc., convirtiéndose así en un “elitismo intelectual” para Platón.

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