Ensayo Paz Mundial

ENSAYO

LA PAZ MUNDIAL

A mí siempre me ha funcionado una sonrisa sincera ante infinidad de adversidades e infinidad de buenos momentos pero hay días en que simple y sencillamente es imposible hacerlo. Todo mundo siempre dice que una sonrisa lo cura todo pero hay momentos en la vida que ni siquiera podemos esbozar una, en esos días nuestras penas y demonios interiores se aferran a nuestros corazones y por más que queremos es imposible expulsarlos, se ensañan con nuestras entrañas, las destrozan, juguetean, se divierten haciéndonos sufrir y por más que intentamos ese amuleto mágico, la sonrisa, no logra escapar.

Al escribir esto recuerdo una frase de una muy buena rola de Luis Eduardo Aute (Imán de Mujer) que dice más o menos así: “Hoy tengo un día de esos en que mandaría todo a hacer puñetas, incluso firmaría con placer el acta de mi rendición”, esa frase me cae como anillo al dedo en esos días y en realidad ha habido momentos en los que me queda claro que “el mundo fue y será una porquería”, en esos días “iría a Transilvania a convertirme en un vampiro para no ver en el espejo al bicho infame que dice ser yo”. Creo que esas palabras lo describe a la perfección, ¿quién no ha se ha sentido alguna vez así en la vida? Nadie nos salvamos.

Alguien me puede decir ¿cómo logramos sacarla a flote (la sonrisa)? Yo no conozco una fórmula para lograrlo pero, de una cosa estoy segura, es posible hacerlo y creo que la respuesta es que al final de todo el brillo de esa sonrisa no se apaga del todo y lucha por salir del baúl donde está atrapada, poco a poco su luz va escapando para así vencer con su brillo a los demonios que no dejan de torturarnos, ellos no soportan la luz por que siempre han vivido en las tinieblas y huyen ante su presencia como simples ratoncitos. Está en nosotros abrirle una pequeña rendija a su prisión y ella nos ayuda con lo demás… se me acaba de ocurrir una idea, podemos guardar un duplicado de la llave del candado de donde está aprisionada.

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