Ensayo Pierre Bourdieu
Enviado por anomico • 10 de Noviembre de 2012 • 4.054 Palabras (17 Páginas) • 1.363 Visitas
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo trata sobre la obra del sociólogo francés Pierre Bourdieu y sus teorías respecto del mundo social. Existe toda una influyente terminología y perspectivas teóricas acuñadas por dicho autor y que han marcado gran influencia en las ciencias sociales a partir de la década de los ’60 del pasado siglo. Veremos cómo la influyente sociología de Bourdieu está basada –principalmente- en la determinación que ejercen las estructuras materiales y objetivas de existencia sobre las prácticas sociales de los sujetos; de tal forma explica sus teorías sobre el habitus, sobre violencia simbólica, la de los campos, y desarrolla todos sus análisis teóricos sobre la industria cultural, educación, etc. No obstante, desde el punto de vista epistemológico, veremos cómo se preocupa de aportar una valiosa perspectiva ecléctica sin aferrarse a un paradigma en particular para definir el objeto de estudio de la sociología. Busca matizar la investigación social tanto con una mirada objetivista como subjetivista, lo que lo sitúa dentro de la tradición de la epistemología histórica de Gastón Bachelard, quien señalaba que “el acto de conocimiento es siempre una dialéctica siempre inacabada entre la teoría y la experiencia entre la construcción y la verificación, entre el a priori y el a posteriori” . Según Bourdieu, la relación entre la estructura objetiva que alberga el conjunto de las prácticas sociales y los agentes que las practican implica trascender todo tipo de reduccionismo metodológico para buscar un “lugar central”, lo cual constituye un objetivo básico de la epistemología planteada por Bourdieu .
Es sobre las bases antes señaladas que el presente ensayo pretende hacer un análisis descriptivo sobre el mundo social de Pierre Bourdieu.
I. MODOS DE CONOCIMIENTO DEL MUNDO SOCIAL
El mundo social puede ser objeto de conocimiento teórico a través de las siguientes visiones paradigmáticas: la fenomenología, que engloba a interaccionistas y etnometodólogos y que busca describir y explicar la realidad social a través de las experiencias primarias de los agentes sociales, y mediante el objetivismo, que construye relaciones objetivas que estructuran las prácticas y sus representaciones.
Por una parte, para el subjetivismo el mundo social es un mundo construido, es “pura experiencia vivida”, y su conocimiento es un conocimiento práctico, por familiarización. Lo social, en este caso, no tiene un estatuto objetivo como aspiraba Durkheim. Para el objetivismo, en tanto, las prácticas sociales son el resultado de condicionamientos objetivos (modelos, estructuras, leyes, etc.).
Si bien Bourdieu, cuando hace referencias al “objetivismo” y al “subjetivismo” y a la necesidad de tomar lo mejor de ambas perspectivas en tanto dos momentos analíticos en una investigación, puede ser interpretado como imparcial respecto a ambos paradigmas, en El oficio de sociólogo “insiste en la necesidad de ruptura con las representaciones inmediatas y “familiares” de la vida social como condición de posibilidad de una autentica ciencia social , lo que lo alinea con la tradición sociológica marxista o de Durkheim, reivindicando “la constitución del fenómeno social como realidad objetiva” y que trasciende las voluntades y las subjetividades de los agentes” . Postula Bourdieu que las relaciones sociales se dan entre condiciones y posiciones sociales y no entre subjetividades animadas de intenciones o motivaciones, y son más que las representaciones que de ellas se hacen los sujetos .
En efecto, Bourdieu argumenta la necesidad de que la sociología supere la “oposición ficticia” y arbitraria entre subjetivistas y objetivistas, porque ella requiere observar que existen relaciones exteriores, necesarias, independientes de las voluntades y de las conciencias (o inconciencias) individuales; le corresponde a la sociología “construir el sistema de relaciones que engloba el sentido objetivo de las conductas organizadas según regularidades mensurables y las relaciones singulares que los sujetos mantienen con las condiciones objetivas de su existencia y con el sentido objetivo de sus conductas (…) Dicho de otro modo, la descripción de la subjetividad-objetividad remite a la descripción de la interiorización de la objetividad”.
Más concretamente, frente a la dicotomía entre los modos de conocimiento objetivista y subjetivista, Bourdieu propone en su libro Teoría de la práctica una alternativa praxiológica, la cual “tiene por objeto no sólo el sistema de las relaciones objetivas que construye el modo de conocimiento objetivista, sino también las relaciones dialécticas entre estas estructuras objetivas y las disposiciones estructuradas (habitus) en las cuales ellas se actualizan y que ellas tienden a reproducir, es decir, al doble proceso de interiorización de la exterioridad y de exteriorización de la interioridad: este conocimiento supone una ruptura con el modo de conocimiento objetivista, es decir, supone una interrogación sobre las condiciones de posibilidad y, mediante ella, sobre los limites del punto de vista objetivo y objetivante que aprehende las prácticas desde fuera, como hecho consumado, en lugar de su efectuación .
Efectivamente, si se aprehendieran las prácticas sociales desde fuera, omitiendo la verdad vivida por los agentes, “se correría el riesgo de suponer implícitamente el ajuste mecánico de los agentes a las estructuras objetivas develadas por la mirada del observador (dándose entonces el proceso de ajuste por adquirido (…); no ver cómo las funciones objetivas pueden ser cumplidas a través de representaciones y de una organización de la experiencia que tienen su propia coherencia y no están preadaptadas a ellas” .
En definitiva, lo que propone Bourdieu desde el punto de vista epistemológico es que existe una articulación dialéctica entre las estructuras objetivas y las prácticas sociales: los agentes construyen el mundo objetivo con sus prácticas y ese mundo objetivo determina –a su vez- tales prácticas, por lo que la manera correcta de aprehensión del mundo social involucra tanto las vivencias y representaciones subjetivas de los agentes como la interacción de éstas con el mundo objetivo; y ese sistema dialéctico mediador entre ambos elementos es lo que el llamó “habitus” y es lo que se analizará a continuación.
II. HABITUS
Para entender el concepto de habitus en tanto sistema de reproducción del orden social hay que remitirse a lo que Bourdieu argumenta al respecto; él define a los habitus como “sistemas de disposiciones duraderas, estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como estructuras estructurantes, es decir, en tanto
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