Ensayo "elogio De Los Jueces Escrito Por Un Abogado"

INTRODUCCION.

Piero Calamandrei fue discípulo de Giussepe Chiovenda, catedrático de la Universidad de Florencia y diputado en el Parlamento Italiano, siendo uno de los inspiradores del Código de Procedimiento Civil Italiano de 1940. Está considerado como uno de los procesalistas más celebres del siglo XX. En siguiente trabajo presentare un ensayo sobre uno de sus más destacados libros “Elogio de los jueces escrito por un abogado” dicha obra fue publicada en 1935 y se encuentra dividida en doce capítulos que desarrollan temas como la fe en los jueces; la urbanidad de los jueces; semejanzas y diferencias entre jueces y abogados; de la llamada oratoria forense; de ciertas relaciones entre los abogados y la verdad, o bien de la justa parcialidad del defensor; de la predicción de abogados y jueces por las cuestiones de hecho y de derecho, etc. lo interesante de esta obra es que a pesar, de que el autor dejo hace tiempo este compendio sigue siendo de suma trayectoria en la actualidad.

En el presente ensayo se intentara que el lector, en base de palabras practicas, se encuentre con un escrito fácil de digerir y pueda así, llegar a una conclusión satisfactoria del libro.

E

n primera instancia Calamandrei nos da un panorama de cómo es un abogado, bajo su opinión; de las transformaciones que se pueden sufrir cuando se inmiscuye en la disciplina del derecho, nos habla de un hombre ambivalente capaz de ser un león en la corte y un gatito a la hora de la cena, sin embargo, las voces alzadas y los gestos amenazantes no son siempre, señales de una buena defensa ni mucho menos prueban las aptitudes de un buen abogado, solo la buena educación es lo que hará la diferencia entre solo un abogado y un gran abogado, además, hace hincapié que cuando un abogado se para frente a un juez, este tendrá la ardua impresión de que el juez estará en su contra, incluso antes de exponer sus argumentos, tendrán que estos ver al juez como un profesor, al cual no podrán alegar ni cuestionar solo exponer argumentos tendrá que ser tan sutil que al final el juez solo podrá darle la razón, los jueces deberían darse cuenta de ese estado de ánimo en el que se encuentran los abogados, aunque no lo demuestren, como de estudiantes que se presentan a examen. Aquel Juez que se distingue entre otros motivos, por su toga es eso, según Calamandrei, lo que hace la diferencia entre un “abogado” a un “juez” no existe mayor titulo de distinción que una toga adornada y delicadamente decorada. Que son estos quienes llevan la responsabilidad en la aplicación del derecho y que para esto, se debe llevar un adecuado proceso, poner un exclusivo detalle en las particularidades del caso, no solo por la cuestión de aplicar el derecho si no de ver mas allá de eso, ver el fundamento, la motivación y así tratar de llegar a una verdad no solo jurídica si no la verdad que llevara a la justicia. El juez será el derecho hecho hombre. Son las sentencia, pues, la expresión más grande de justicia, son escritos que mas que reflejar la erudición del juez, reflejan un proceso arduo en donde, se siguió una línea recta, logia, veraz y justa que al final solo justificaran su actuar.

El autor hace referencia a un amor, aquel amor a la profesión principalmente que es al final, lo que une a los jueces y abogados, lejos de su rivalidad por obtener el mejor resultado personal, pero siempre

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