Ensayo sobre “El árbol de la vida
Enviado por sademiloo • 24 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 2.423 Palabras (10 Páginas) • 195 Visitas
[pic 1]
Universidad De Guadalajara.
Centro Universitario de Ciencias de la Salud.
Análisis del libro:
“El árbol de la vida”
Francesco Alberoni.
[pic 2]
Por:
Jorge Félix Gutiérrez Águila.
Maestro:
Salvador Garibay Rivas.
Ideas principales
*El hombre es el único ser viviente insatisfecho con su naturaleza.
*Solo quien es frágil, infeliz, mortal, y no quiere serlo, puede imaginar a alguien que no lo sea y considerarlo, más real que él mismo.
*Si el cerebro no sufriera daños por enfermedades, tóxicos y envejecimiento, podría aprender una increíble cantidad de cosas.
*No obstante ello, en general sobrevive a todos los otros órganos corporales que, poco a poco, se destruyen.
*Con la llegada de la vejez, y lo que ésta trae consigo, este instrumento perfecto queda literalmente tapiado vivo dentro del cuerpo, y tiene, además, que asistir de manera imponente a la descomposición de todo el organismo, luego a su propia descomposición y, por último, a su muerte.
*Es una experiencia atroz, lacerante. En realidad la vivencia de Algernon es la de cada hombre que es tapiado vivo dentro de su cuerpo, obligado a asistir a su progresiva destrucción, parte por parte, hasta la muerte. Por eso es apropiada la expresión “burla de la naturaleza”.
*Por un lado pues, el hombre se atribuyó un alma inmortal, de la misma naturaleza que los dioses o de su sustancia, una chispa divina que anima la materia. También en la Biblia Dios “hizo al hombre a su imagen y semejanza”.
*Todas las religiones y todas las filosofías prometieron siempre la terminación de la miseria y del dolor, ya sea en esta vida o en la otra, o al final de los tiempos.
*El hombre no está insatisfecho solo con su naturaleza, tiene también una idea, de un estado increíblemente más perfecto y más feliz.
*Enamorarse no es sólo ser atraído por una persona, verla bella y deseable; es un cambio interior de todo el ser.
*Pero sentimos el mismo tipo de experiencia si nos convertimos a una fe, ya sea religiosa o política. *También la conversión es una revolución interior, una metanoia, como decía San Pablo, por medio de la cual nuestra vida pasada y el mundo, tal como se nos presentaba hasta ahora, se vuelven carentes de valor.
*Además el enamoramiento y la conversión, el estado naciente se manifiesta en la formación de movimientos nuevos, donde sucede como si muchos individuos se convirtieran al mismo tiempo, y el grupo es una unidad social de orden superior.
*Dijimos que en el estado naciente todos se sienten renovados.
¿Hacia dónde vamos? ¿Quién puede formularse tal pregunta?.... Los hombres siempre se la formularon y siempre buscaron darse una respuesta, porque si no saben hacia dónde van, su voluntad de vivir desaparece.
*Nuestro cerebro tiene una potencialidad no utilizada y está obligado a asistir impotente al deterioro del cuerpo, a su propia descomposición y a su muerte.
*Los hombres nunca se resignaron a esta situación e hicieron de todo para modificarla, mediante las religiones, la magia y, luego, la ciencia. ¿Hay algo de neurótico en esta tentativa? ¿No es acaso lo más lógico? Podemos estar seguros de que si nuestra especie logra sobrevivir en paz sobre la tierra, conseguirá relegar la vejez y la muerte a un lugar remoto.
*Ocurrirá con trasplantes de órganos artificiales o mutaciones genéticas, pero ocurrirá.
*No puede superarse la velocidad de la luz. En el Universo no se han descubierto hasta ahora otros sistemas planetarios además del nuestro.
*Aquí estamos, aquí debemos vivir. Pero aquí, al ritmo actual de consumo y del crecimiento actual de la población, los recursos del planeta se empobrecen vertiginosamente. Hasta puede imaginarse que la especie humana sea un producto anormal de la evolución, algo que se reproduce con frenesí hasta agotar todos los recursos y luego se extingue o declina sin remedio.
*¿Qué quiere decir que depende de nosotros? Quiere decir que el futuro de la humanidad y del planeta es ya un futuro artificial, no natural en el sentido en que estuvimos acostumbrados hasta ahora. Esta palabra, artificial, suscita un sentimiento de repulsión, de miedo. Se asocia con alimentos sintéticos, envases plásticos, ríos contaminados, la sistemática alteración de la naturaleza por obra del hombre.
*Pensemos en el caso del DDT. Parecía el remedio maestro contra el paludismo y contra todos los insectos dañinos para la agricultura. Después se vio que se fija en los huesos con consecuencias devastadoras. Sustancias que durante décadas se consideraron inocuas como la fenacetina se revelaron luego de treinta o cuarenta años de uso destructivas del tejido renal.
*En términos abstractos podríamos imaginar una humanidad que, pese a haber desarrollado una ciencia y una tecnología muy refinadas, las usara en realidad con extrema prudencia.
*Cada cosa que se inventa hace pensar en nuevos usos posibles para enriquecerse, para hacer más cómoda la vida, para matar a otras personas, hasta para hacer saltar el planeta. En general no hay relación alguna entre los motivos por los que se efectúa un descubrimiento y su uso, porque allí se insertan cadenas de intereses y de motivaciones divergentes, núcleos de poder económico y político, fanatismos político-religiosos, ambiciones, conflictos y proyectos megalómanos. Este desenfrena libera al “demonio de la impredecibilidad” y hace temer, con justicia, a lo artificial como arbitrario, producto del albedrio.
*¿Puede el hombre continuar, con su inteligencia, la obra de la naturaleza? Este es un punto donde no se puede alcanzar una certeza científica. Podemos acumular pruebas a favor y en contra, pero no hay una ecuación que resuelva la controversia, un experimento decisivo que nos diga quien está equivocado y quien tiene la razón
*Nuestra actual insensibilidad respecto de los daños a la naturaleza es increíble.
*Todo lo que daña o ultraja lo que nosotros hemos construido, el producto de nuestras manos, nos hiere y en cambio nos es indiferente el daño inferido a lo que nadie construyó, la naturaleza, porque la consideramos sólo un recurso a disfrutar, a transformar.
...