Envidia. Fuente de Sufrimiento

Envidia.

Fuente de Sufrimiento.

        Por: ANDREA CALVO.

La envidia que es: (Del lat. invidia). 1. f. Tristeza o pesar del bien ajeno. 2. f. Emulación, deseo de algo que no se posee.

Partiendo desde el significado que nos regala la Real Academia, esta definición parece algo escueta,  si consideramos  las manifestaciones catastróficas que pueden  derivarse  de este fenómeno psicológico, que tiene  como base el sentimiento de inferioridad.

Alfred Adler, primer discípulo de Sigmund Freud  consideraba al sentimiento o complejo de inferioridad como universal en el hombre. “El niño se siente inferior por el mero hecho de ser pequeño y sentirse desamparado”.

Pero la pregunta es ¿cómo nace este sentimiento y  cómo afecta mi vida?, para dar respuesta a esta incógnita, tendríamos inicialmente que  reconocer que el hombre es la suma de sus vivencias y estas se ven reflejadas en el actuar razonable y ético ante la sociedad. Es por ello que el desarrollo  Psicológico, de un niño es tan importante y   empieza desde el seno del hogar, pues serán los sentimientos que allí se cultiven los que finalmente terminaran moldeando la personalidad de cada individuo. Es decir las pautas que definirán los pensamientos, sentimientos y conducta que presenta  cada persona, en diferentes situaciones de su vida.

El ser humano ante las experiencias de la infancia  y  de acuerdo al entorno psicosocial  de crecimiento, en su adultez puede  aflorar un sentimiento mortificador para el hombre como lo es la Envidia. Un niño que crece en un entorno carente de afecto, atención y comprensión aumentara la posibilidad que este desarrolle el deseo por tener  lo que carece  y que claramente se evidencia en el otro, este deseo va acompañado con  las crecientes ganas de que el otro, al envidiado, le vaya mal, que no progrese. La verdadera envidia centra toda la energía del envidioso en el otro, en el envidiado, más que en sí  mismo, lo que finalmente se convierte para el envidioso un sufrimiento interno por el bienestar del otro.

“Bajo el embrujo de la envidia somos incapaces de alegrarnos de las alegrías ajenas. De forma casi inevitable, estas actúan como un espejo donde solemos ver reflejadas nuestras propias frustraciones. Sin embargo, reconocer nuestro complejo de inferioridad es tan doloroso, que necesitamos canalizar nuestra insatisfacción juzgando a la persona que ha conseguido eso que envidiamos. Solo hace falta un poco de imaginación para encontrar motivos para criticar a alguien” (La envidia y el síndrome de Solomon | EL PAÍS Semanal).

Tal como lo relata el anterior párrafo del artículo del semanario, reconocer ser envidioso duele, y esto termina empeorando más la situación del susodicho por que  termina agregando a tan vil sentimiento, las ganas de incitar envidia  en otros.

Para concluir quiero resaltar que la envidia es uno de los fenómenos más venenosos para el hombre, no le permite avanzar en ningún sentido bueno, simplemente cada paso que de contaminado con la envidia será hacia el fracaso.

Biografia.

• IgnacioMorgado Bernal Psicobiología del aprendizaje y la memoria
• La envidia y el cerebro del envidioso | Ciencia | EL PAÍS
• “Etica y moral en J. Habermas”, en P. Britos, J. De Zan y otros, Éticas del siglo, Rosario, 1994.
• Alfred Adler : 1907: "Estudio sobre la inferioridad de los órganos y su compensación psicológica.
• Larocca, FEF: La Envidia y la Trilogía Narcisista en monografías.com

 Siglas el año el nombre del libro,

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