¿Es el existencialismo un humanismo?

RESEÑA CRÍTICA

EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO-JEAN SARTRE

JERÓNIMO JUNIOR YAYA BOLÍVAR

ARTURO CARDOZO

ÉTICA PROFESIONAL

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FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO

2020

¿Es el existencialismo un humanismo?

Para entender la conferencia expuesta por Sartre “El existencialismo es un humanismo”, es de suma importancia tener presente lo que conlleva el significado de existencialismo; en ese orden de ideas es considerada una corriente filosófica con una influencia importante en el pensar del occidente durante el siglo XX, con un enfoque al análisis de la existencia pero a la vez la forma en como las personas viven en el mundo; sin embargo, la existencia no es solo estar en el mundo, sino también tener reconocimiento sobre si mismo y de los demás.

Durante esta conferencia, Sartre, defiende el existencialismo contra el reproche de que la existencia subraya a la ignominia humana, es decir, el descredito de quien ha perdido respeto ante los demás debido a un acto indigno; y contra las criticas realizadas por marxistas y cristianos, en la cuál los primeros solo ven al existencialismo caer en quietismo, fundamentándose en aquellos que dicen que los demás pueden ejecutar lo que uno no puede realizar; y la segunda se quedan en hacer énfasis en la parte fea u oscura del ser humano, como especifica en su ejemplo, de una señora que por nervios deja escapar una palabra vulgar, y está a manera de excusa declara: “Creo que me estoy volviendo existencialista”, en ese sentido el ser existencialista lo asimilan a la fealdad. (CFC, Sartre, 1946, Pag.1).

A partir de lo anterior, Sartre hace una distinción a dos escuelas que plantean sus punto de vista frente al existencialismo; una de ellas una cristiana en la que sitúa a  Karl Jasper y Gabriel Marcel, y la otra, atea en representación de Heidegger, filósofos de la escuela de parís y el propio Sartre; la primera escuela plantea que hay una existencia de un Dios creador, quien tiene claro cuál es el fin por las que crea cada cosa, y por lo tanto todo lo que existe ya tiene un destino; por otra parte los ateos que parten de la idea que Dios ha muerto, y sin la presencia de él, en el mundo hay un ser que previamente existe para mas tarde definirse a través de un concepto, por el cual consideran al hombre como ese ser.

Es así, como ambas propuestas se basan en una tesis fundamental, en un punto en común, la existencia precede a la esencia, en otras palabras hace alusión a que el ser humano primero existe, está en el mundo en forma concreta, y luego con el pasar de los tiempos va moldeando su imagen, con cada cosa que hace se define, de manera que el hombre no es otra cosa que lo que proyecta ser, no viene definido de antemano, esto supone un cambio en la filosofía tradicional, la cual se basaba justamente en lo contrario, la esencia precede a la existencia.

A manera de ejemplo, se menciona el caso de la construcción de un vaso, pero para construirlo hay que saber cuál será su propósito, en este caso, es el de servir para verter bebidas, dicho propósito se convierte en la esencia de este, ahora partiendo de esto se fabrica el vaso, y a partir de ahora existe, así se manejaba en la filosofía tradicional; entonces es ahí que para Sartre el vaso o cualquier otro objeto que carezca de conciencia era llamado un ser en sí; y es por eso que considera que el hombre con relación a un vaso marca la diferencia en la conciencia, un ser indefinido que se moldea o construye a partir de sus actos y decisiones.

No obstante en la búsqueda del hombre de crear su propia esencia, entran a jugar una serie de ciertos factores a la hora de definirse en el mundo como lo es el libre albedrio, la responsabilidad personal y la libertad. Por ende, el primer paso del existencialismo es la asentación sobre el hombre de la responsabilidad de su existir, al ser el hombre plenamente responsable de todo lo que hace, esta siendo condenado a ser libre, por lo que debe elegir su manera de actuar, incluso cuando no se elige algo, se está decidiendo no elegir; y no solo debe implicar una responsabilidad individual sino además una toma de decisiones responsables con relación a toda la humanidad, básicamente, optar que tipo de persona se proyecta ser, y a la hora de hacerlo, decidir de manera responsable hacia la comunidad. Es así que Sartre hace alusión a lo siguiente: “no hay ninguno de nuestros actos que, al crear al hombre que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos que debe ser” (Sartre, 1946, Pag.4)

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