Es extraño, siendo que acá estoy, un estudiante, representando -al menos en algún sentido- una industria que nos pone estándares desgarradores. No solo a gente joven, si no a todos. Estándares de belleza. De una buena vida. De éxito. Estándares que
Enviado por German Espinoza • 1 de Marzo de 2016 • Ensayo • 836 Palabras (4 Páginas) • 274 Visitas
Amor es amar
Acá estoy, en este lugar, gracias a una maestra a la cual admiro; y estoy rodeado por personas que hacen que mi vida sea especial, profundamente especial. Algunos de ustedes le enseñan a gente joven, gente como yo. Algunos ayudamos a jóvenes a sanar y encontrar su propia voz. Algunos de ustedes escuchan, otros toman medidas. Algunos de ustedes también son jóvenes, en cuyo caso, lo hace más extraño para que alguien como yo, sea el que les está hablando a ustedes.
Es extraño, siendo que acá estoy, un estudiante, representando -al menos en algún sentido- una industria que nos pone estándares desgarradores. No solo a gente joven, si no a todos. Estándares de belleza. De una buena vida. De éxito. Estándares que admito, me han afectado.
Uno tiene ideas puestas en la cabeza, pensamientos que nunca habíamos tenido antes, que nos dicen cómo actuar, cómo debemos vestir y cómo debemos ser. Yo he tratado de llegar lejos, de ser auténtico, de seguir mi corazón, pero eso, puede ser difícil.
Por eso mismo estoy acá. En este lugar, donde todos ustedes, todos nosotros, podemos hacer mucho más juntos que lo que cualquier persona puede hacer sola; y espero que eso los fortalezca tanto como me fortalece a mi.
Porque solo puedo imaginar que hay días, en los que hemos trabajado más horas de las que se den cuenta o le importe a alguien, solo para ayudar a alguien que sabemos lo necesita. Días en lo que nos hemos sentido completamente solos, cansados o sin esperanzas.
Se que hay gente en este lugar que vienen a la universidad cada día y son tratados como los raros sin ninguna razón. O que vuelven a casa y sienten que no les pueden decir a sus padres toda la verdad sobre sí mismos.
Más que ponernos en un lugar u otro, nos preocupamos sobre nuestro futuro. Por la universidad, el trabajo o la seguridad personal. Intentar crear esa imagen mental en nuestra vida -sobre qué en el mundo nos va a pasar eventualmente- puede destruirnos un poco cada día. Es tóxico y doloroso e inmensamente injusto.
A veces es lo más pequeño, lo más insignificante es lo que puede derrumbarnos. Yo trato de no escuchar a los demás como regla, pero el otro día una chica se expresó sobre los gays, y se preguntaba ¿por qué el es gay? Que desperdicio! Porque es mi naturaleza. Hay profundos estereotipos sobre masculinidad y feminidad que definen cómo supuestamente deberíamos actuar, vestirnos y hablar. Que no le sirven a nadie. Cualquiera que desafíe estas “normas” se convierte en blanco de comentarios y asombro.
Aún así, hay coraje entre todos nosotros. El héroe del fútbol Cristiano Ronaldo, la conductora Ellen, El cantante Rycky Martin, la familia que apoya a su hija o hijo que sale del clóset. Y hay coraje en sus corazones. En el mío también.
Me inspira estar aquí porque todos y cada uno de ustedes está acá por una razón.
Están acá porque han adoptado como motivación central el simple hecho de que este mundo sería mucho mejor si hiciéramos el esfuerzo de dejar de ser tan horribles los unos con los otros. Si nos tomáramos solo 5 minutos para reconocer la belleza del otro. Eso no es difícil. De hecho, es una manera mucho más fácil de vivir. Y finalmente, esto, salva vidas.
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