"Escritos Sobre El Arte" Konrad Fiedler Capítulo: Sobre El Juicio De Las Obras De Arte Plástico
Enviado por roxgom • 13 de Octubre de 2014 • 1.186 Palabras (5 Páginas) • 1.563 Visitas
La explicación y el juicio son diferentes a las obras de arte producidas por el hombre que a las creadas por la naturaleza. Podemos entender una obra hecha por el hombre, pensando en su naturaleza humana y preguntándonos por el sentido que cumple de acuerdo a la intención del autor, lo importante es el contenido esencial de la obra. Muchas veces al juzgar una obra nos confundimos entre lo que es esencial y lo que no, a veces de manera inconsciente. Hay que conocer la fuerza del espíritu humano a la que la obra debe su existencia, ya que a veces la obra es interpretada erróneamente o incomprendida. Cuando un pensamiento u obra se quedan en un grupo pequeño de gente que las entiende, puede ejercer su efecto intencionado, de forma pura y autentica, pero al ser difundida a un grupo más grande queda al destino que los demás le quieran dar.
El ingenuo encuentra arte en todo, sin una reflexión especial con una capacidad de goce estético de acuerdo a su sensibilidad, las personas más cultas aumentaran esta capacidad. Las obras de arte logran este sentimiento estético. Se venera al artista que crea la belleza que la naturaleza no ofrece.
Cuando se apela a la sensibilidad estética para juzgar obras de arte hablamos de gusto, este gusto supone una educación para diferenciar lo bueno de lo malo, un gusto no formado no es fiable para dar valor o no, a una obra de arte.
Algunos solo se limitan a disfrutar en una obra de arte solo el objeto, y no el contenido conceptual de la representación. El objeto representa al contenido, la idea se relaciona estrechamente con la intensión artística por lo que es difícil ver el resultado de la actividad artística libre del interés de su contenido conceptual.
Existe muchísimo material artístico acumulado por varios siglos, por lo que es difícil estudiar, conocer, analizar todo este material, que sin embargo son la base de la comunidad artística, quienes pretenden valorarlas y comprenderlas multilateralmente. Muchas veces encontramos en aficionados, coleccionistas y eruditos, una mala recopilación de arte o de áridos conocimientos, donde se remiten a un interés más científico que artístico. Cuando los conocimientos se basan solo en el orden histórico de las obras, (tiempo y el lugar), en sus procedimiento técnicos, y sus características externas (utilidad, finalidad), solo se necesita una concepción externa de la forma y una buena memoria para compararlas, sin tener el conocimiento de la forma artística, ni una comprensión de la obra ni de su esencia.
El filósofo intentara relacionar su concepción filosófica del mundo, al concepto de arte que se ha formado, logrando un proceso del conocimiento filosófico, pero no del artístico
El artista encuentra su propio camino, su interés al mundo visible, por las apariencias, y mediante su intuición busca la fortaleza del talento artístico. La sensibilidad de cada uno es diferente, hay algunos que son más sensibles y establecen un contacto directo con la naturaleza, y esta relación no debe ser independiente de la intuición. Es necesario para la producción artística aprehender el mundo con la fuerza intuitiva de su naturaleza o no llegara a someterlo a la conciencia intelectual superior, lo que hace artista a un artista es su manera de elevarse sobre la sensación, y dominarla con la claridad de su espíritu y esta fuerza del espíritu hasta el momento de intensa sensación da la tranquilidad del interés objetivo y la energía de la fuerza transformadora.
El despertar del sentimiento seguido de la introducción del concepto finaliza la intuición, que es lo que sucede generalmente al hombre, y solo los que son papaces
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