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Esperando el amor


Enviado por   •  24 de Agosto de 2014  •  Ensayo  •  1.621 Palabras (7 Páginas)  •  249 Visitas

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Publiqué este mensaje hace varias semanas atrás, pero este espacio se ha hecho tan viral y se han agregado tantos amigos en los últimos meses, que decidí volver a publicarlo, por dos razones fundamentales: es uno de los post mas sinceros de los que jamás haya escrito y fue uno de los mas comentados en su momento. Este viernes va dedicado otra vez, a todas esas princesas dormidas.

No hay nada que atente mas contra el verdadero amor que conformarse con algo menos que el ideal soñado. Te pasas gran parte de tu juventud esperando a un hombre que te haga temblar de amor solo con mirarte a los ojos, un príncipe que te haga desmoronar con su sonrisa, pero a medida que transcurre el tiempo te convences que ya no quedan hombres así, o lo que es peor, comienzas a sospechar que quizá nunca nadie te va a enamorar como te mereces, que tal vez eso solo pasa en las películas. Lo único que te queda y sabes con certeza, es que estás profundamente enamorada…pero del amor. Aunque aún no te has enamorado de nadie, aún así tienes la capacidad de leer una tarjeta romántica y conmoverte hasta el alma, o puedes mirar una película de amor y llorar como una niña…es que las ganas de enamorarte son tan fuertes que el mismo amor que esperas.

Y enamorarse del amor nunca es bueno, porque siempre lo ideal va a colisionar con la realidad; cuando no logras enamorarte de alguien de verdad y solo amas el amor, el romanticismo no alcanza y termina en la cursilería barata. Las amigas comienzan a decirte: “¿Y qué estás esperando? ¿Al hombre perfecto? Olvídate! Búscate a un hombre bueno que te quiera bien y date por dichosa!” Y lo peor…es que les empiezas a creer, abandonas la búsqueda de ese verdadero amor soñado, le pones un cartel de “disponible” a tu corazón y te dejas atrapar por el primer muchacho bueno que te promete una familia estable.

Conozco a varias mujeres que se casaron con la ilusión que el casamiento por si mismo les iba a regalar la felicidad que buscaban; pero tan pronto terminó la boda y la luna de miel fue un recuerdo del mes pasado…quedaron tan vacías como cuando aún no amaban.

Es que se casaron enamoradas del amor, y no del amado. Son esas mujeres que cuando le preguntas si son felices te responden como solían hacerlo nuestras abuelas: “La verdad, es que es me tocó un hombre bueno y muy trabajador…no puedo quejarme, es un buen padre”; te dan ganas de decirle: “No te pregunté si tu esposo es un vago, un hombre malo o un pésimo padre, te pregunté si eres feliz, si ese hombre despierta tu pasión todos los días, si te corta la respiración cuando te roza la piel, si te tiene enamorada como a una tonta adolescente aunque hayan pasado mas de veinte años!”

Es que el amor simplemente ocurre el día menos pensado, cuando descubres que el corazón ya no te pertenece y se transforma en un cóctel de sentimientos que no puedes controlar y mucho menos disimular, especialmente cuando el te mira directo a los ojos.

El estar enamorado hasta la médula es un sentimiento que nos ha regalado el Señor, no hay que tenerle miedo. La semana que no lo ves, es como si todo el paisaje se volviera gris. El solo saber que entra al lugar donde estás, se te ilumina el alma, te comienza a latir fuerte el corazón y te comportas como una adolescente. El recibir un pequeño mensaje de texto de el, una simple línea, simplemente te cambia el humor de todo el día, o lo que es mejor, de toda la semana.

Sin duda, hay un elemento emocionante en la atracción física, pero es sólo una de las muchas cosas que te atraen. A medida que pasan los días, te enamoras más y más. Si estás enamorada, la persona que amas saca a relucir tus mejores cualidades y te hace querer ser una mejor persona. El amor verdadero saca lo mejor de ti, nunca lo peor; de allí surge como consecuencia la admiración. Uno admira a quien logra descubrir lo mas bello y secreto que hay en tu interior.

Cuando amas, incluso la ausencia hace que tu corazón se enamore más y más. El amor puede sobrevivir la prueba del tiempo y de la distancia. Y te aseguro que sobrevivirá. No te hace falta verse todos los días para asegurarte lo que sientes. Simplemente con recordar cada frase, cada gesto, cada mirada…te alcanza y sobra para entrecortarte la respiración. Ninguna otra persona, por atractiva que sea, puede llenar el vacío de tu corazón como lo hace el.

Lo patético del caso es que quien está enamorada del amor, un buen día se conforma con un “peor es nada” o con un “por lo menos no estoy sola”

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