Estado Y Revolución Lenin

El político ruso Vladimir Illich Ulianov, cuyo seudónimo era Lenin, en su obra “El Estado y la Revolución” presenta de forma clara y sistemática, primero una defensa de los preceptos enunciados por Marx y Engels, contra los que denomina socialistas oportunistas. En segundo lugar, su teoría sobre el rol de Estado en la Revolución Comunista, que producirá el fin del sistema capitalista y la llegada del comunismo. Este trabajo es un llamado a la acción para el partido bolchevique, en contra del gobierno provisional burgués de Kerensky, el cual solo había impulsado reformas moderadas, respecto el sistema monárquico del Zar Nicolás II.

Lenin recurrirá, principalmente, a las obras de Marx “El Manifiesto Comunista”, “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” y a “La Guerra Civil en Francia”, entre otras cartas, también de Marx, y de Engels; para fundamentar sus teorías. En los primeros tres capítulos de su libro, Lenin presentará extractos de estas obras y las defenderá, frente a las supuestas tergiversaciones realizadas por políticos como Plejánov, Kautsky y al Partido Socialdemócrata Alemán, acusándolos de oportunistas y de moderados, por no llevar hasta las últimas consecuencias los enunciados de Marx.

Son centrales en Lenin, los conceptos de Estado y democracia, sin poder ser analizados uno respecto del otro. El Estado burgués, creado por el sistema capitalista, es un aparato de represión, utilizado por la minoría burguesa para someter a la mayoría obrera y campesina. Los medios que usará serán, las fuerzas armadas permanentes, es decir, la policía y el ejército, los impuestos y la deuda pública. Una de las herramientas, que dará una ilusión de integración política al proletariado, será el sufragio universal. En este Estado se enmarca la democracia burguesa, que Lenin compara con la democracia de la antigua Grecia, donde disfrutaba de ella quien poseía esclavos. En este caso será el burgués que mantenga sometido al proletario. El sistema parlamentario, según el autor, solo ayuda a mantener el sistema burgués, porque, al igual que lo observaba Marx, lo único que hace es crear un modo parasitario de puestos burocráticos, inactivos frente a los requerimientos de la mayoría. Para el año 1917, Lenin remarca que en Rusia ya se han tomado estos vicios parlamentarios, antes aún de existir un parlamento. Donde los “socialistas” lucharon entre ellos para conseguir un puesto en el Estado.

Ahora bien, la única forma en que puede realizarse el traspaso de una sociedad capitalista a una comunista, será por medio de una revolución violenta, cuando el proletariado armado deponga a la minoría burguesa. Para ese momento, Lenin interpretará lo enunciado en “El Manifiesto Comunista”, en principio, y en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte”, como complementación de ciertas ideas ya aparecidas en el Manifiesto. Quien realizará la revolución, será el proletariado industrial, por tener idea de clase y porque será quien conduzca al resto de las clases sometidas, como el campesinado y la pequeña burguesía, en una meta común que será la destrucción de Estado burgués. Pero para esto deberá ser previamente educado por el partido comunista. Solo alcanzando el poder político el proletariado podrá someter a la minoría burguesa. Para lograrlo, la estructura del Estado deberá sobrevivir, pero ya no más en el modo burgués. Las fuerzas armadas permanentes, como el ejército y la policía, se reemplazarán por las fuerzas del proletariado armado, y los medios de producción capitalistas (como fábricas, ferrocarriles, etc.), serán expropiados. Ahora serán los obreros quienes ocuparán los puestos para la gestión del gobierno, con igualdad de salarios y con la tarea de controlar a la antigua burguesía. Esto conducirá a la “dictadura del proletariado”. De esta manera, la maquinaria represora de clases tenderá a desaparecer, cuando no existan clases a las cuales reprimir y se tenderá a la “extinción del Estado”.

Marx

...