Estrategias de sobrevivencia

OBJETIVOS

1. Aprender más a fondo sobre las rémoras y los tiburones.

2. Conocer las rémoras y los tiburones y entender para que y porque se relacionan y se ayudan mutuamente.

3. Investigar sobre las rémoras y los tiburones y ver desde cuándo se han relacionado.

JUSTIFICACION

La vida, la naturaleza ofrecen una gama infinita de estrategias de sobrevivencia que incluye soluciones efectivas y eficientes encontradas por algunas especies y organismos. Uno de los más conocidos es la asociación o mutualismo entre uno de los predadores más temibles en aguas marinas, el tiburón y un raro pez, la rémora.

Este último es un pez que se enfrentó en cierto momento de su vida evolutiva, al problema de conseguirse su alimento, defender su vida y reproducción mediante el consumo mínimo de energía. Obviamente, entre más energía tenga que aplicar, más alimento necesitaría para compensar esa entropía (la tendencia al equilibrio en condiciones de irreversibilidad de las fuerzas que participan). La búsqueda de alimento en un sistema de alta competencia (en la naturaleza no existe la competencia perfecta, igual que en la economía real), implica desplazamientos, eficiencia y efectividad en la búsqueda y captura de nutrientes.

Pues la mentada rémora lo que hizo como especie, para dar una solución a estos dilemas, fue modificar su primera aleta dorsal (de encima), que se transformó en una poderosa ventosa con la cual pudo adherirse a la piel de esa fiera indomable y violenta que son los tiburones, ebrios de la roja sangre en esos negros abismos de Dios. Es mediante esa transformación en su cabeza que la rémora logra esa especie de pacto mutualista. Esa ventosa se formó con discos laminados vueltos hacia atrás, lo que permite que la fuerza de succión aumente mientras más rápido se mueve el tiburón, pero que se despega fácilmente si la rémora se impulsa hacia adelante. La rémora, en sus estadios juveniles de desarrollo, suele alojarse en el conducto anal del tiburón, brindando un flaco servicio al devorar los pequeños parásitos que pueden debilitar o enfermar a la fiera hospedera. Lógicamente, para la rémora, el costo es alto por estar de hecho, sumida en las heces y el conducto anal de su socio hospedero.

Cuando son mayores, las rémoras se desprenden rápidamente para cazar por su cuenta, pero igual de rápido regresan a refugiarse en el tiburón, o más cómodamente, simplemente van comiendo de las sobras de comida que va dejando atrás el avance del tiburón, en una especie de pacto de vida y mutuos beneficios.

Hay que hacer notar una circunstancia muy importante: cuando un tiburón hospedero es cazado y los pescadores tratan de sacarlo del agua, la rémora inmediatamente comprende su situación comprometida, se desprende del tiburón para no compartir su destino inminente y no encuentra más remedio que prenderse del casco de los barcos, mientras estos estén moviéndose y vayan arrojando vísceras de sus antiguos hospederos.

MARCO TEORICO

Hay ocasiones en una relación simbiótica en las que un animal saca más provecho que el otro. Es el caso de las rémoras. La rémora es un curioso pez que se desplaza dejándose llevar por los tiburones y otros animales marinos gracias a una ventosa que posee en la parte superior de la cabeza. Este sistema de viajar gratis le proporciona numerosos

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