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Estructura religiosa y familiar de la romana y pueblos griegos


Enviado por   •  29 de Agosto de 2011  •  Tutorial  •  8.910 Palabras (36 Páginas)  •  935 Visitas

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En este libro podemos observar la estructura religiosa y familiar del pueblo romano y del griego, además de cómo es la ciudad de Roma y Atenas.

Grecia y Roma son dos civilizaciones que marcaron la historia de la humanidad, Grecia por su maravillosa cultura y Roma por su poderío militar y su expansionismo, además de su estructura política; estas civilizaciones han sido la base de muchas culturas actuales.

Hablando de Grecia, nos damos cuenta que sus maravillosos filósofos y pensadores fueron la base para la evolución científica del mundo actual, además que gran cantidad de sus principios filosóficos prevalecen hasta la actualidad como validos e irrefutables. Teniendo en cuenta que existió hace 2600 años nos damos cuenta que era una ciudad (Atenas), con una cultura impresionante, y una organización política y familiar digna de admirar e imitar.

En Roma, la cual es la materia de nuestro estudio, nos damos cuenta que sus tres épocas fueron imitadas por el resto de la humanidad (tal vez estos le copiaron la república a Grecia, pero por la evolución que llevo Roma podemos atrevernos a decir que fue de origen propio), respecto a la organización política, Roma estaba perfectamente estructurada en clases sociales, entre las cuales existía gran diferencia, pero las clases inferiores tenían forma de ser ciudadanos, para así obtener los beneficios de estos, también podían ser libres y dejar atrás la esclavitud por medio de diferentes formas, las cuales son dignas de analizar; hablando de su estructura política, Roma estuvo integrada por magistraturas, las cuales eran las encargadas de dirigirla, en distintas épocas estas fueron abolidas por la excesiva hambre de poder de sus jefes supremos (muchas veces no era hambre de poder, sino demencia), el pueblo romano llego a tener tanto poder que fueron dueños del mediterráneo, de gran parte de Europa, de parte de Asia, el norte de África, así nos damos cuenta del poder expansionista que tenia Roma.

Nos atrevemos a decir, que Grecia y Roma fueron lo máximo de su tiempo, con Roma, su caída fue a causa de su excesivo territorio, ya que tenían tanto que no lo podían controlar, con Grecia, lo ignoro; volviendo a Roma, fu tan grande su imperio que lo tuvieron que dividir en 2: el de oriente y el de occidente, uno cayo en el 476 por causa de los bárbaros, el otro en 1453 a causa de los bárbaros.

Roma estuvo plagada de personajes distinguidos, desde grandes gobernantes, juristas, psicópatas, generales, y un sin fín de personajes que merecen que hablemos un poco mas de ellos; Grecia se caracterizo por contar con grandes filósofos, los cuales pasaban su tiempo tratando analizando todo y formulándose las preguntas clásicas : “Que es” y “para que es”, los cuales a través del tiempo nos vamos dando cuenta de su gran intelecto y su necesidad de aprender cosas nuevas del entorno y de la conducta humana.

Roma se caracterizo por ser un cuerpo bien estructurado, gracias al cual, en la actualidad imitamos muchas cosas de este, por eso llevamos esta materia, que nos sirve para conocer el origen del derecho actual en México, los griegos nos ayudan a pensar, dado que los principios básicos de la utilización de la mente fueron instituidos por ellos, además de muchas cosas que hasta la actualidad son dignas de admirar.

LIBRO PRIMERO

CREENCIAS ANTIGUAS

CAPITULO I

Hasta los últimos tiempos de la historia de Grecia y Roma se vio persistir entre el vulgo un conjunto de pensamientos, y usos, que indudablemente, procedían de una época remotísima. De ellos podemos inferir las opiniones que el hombre se formo al principio sobre su propia naturaleza, sobre su alma y sobre el misterio de su muerte.

Las generaciones antiguas, mucho antes que hubiera filósofos, creyeron en una segunda existencia después de la actual, consideraron la muerte, no como una disolución del ser, sino como un mero cambio de vida.

Según las más antiguas creencias de los griegos y de los italianos, no era en un mundo extraño el presente a donde el alma iba a pasar su segunda existencia, permanecía cerca de los hombres y continuaba viviendo bajo la tierra (sub terra censabant reliqium vitam agi mortorum).

También se creyó durante mucho tiempo que en esa segunda existencia el alma permanecía asociada al cuerpo. Nacida con el, la muerte no los separaba y con el se encerraba en la tumba; cuando se colocaba un cuerpo en el sepulcro, se creía que era algo viviente lo que ahí se colocaba.

Era costumbre, al fin de la ceremonia fúnebre, llamar tres veces al alma del muerto por el nombre que había llevado. Se le deseaba vivir feliz bajo tierra; se escribía en la tumba que él reposaba allí. Jamas se prescindía de enterrar con el los objetos de que, según se suponía, tenia necesidad.

De esta creencia primitiva se derivo la necesidad de la sepultura. Para que el alma permaneciera en esta morada subterránea, que le convenía para su segunda vida, era necesario a que el cuerpo al que estaba ligada quedase recubierto de tierra. El alma que carecía de tumba no tenia morada, vivía errante, se convertía pronto en malhechora.

La antigüedad entera estaba persuadida de que sin la sepultura el alma era miserable, y que por la sepultura adquiría la eterna felicidad.

Las formulas de la ceremonia fúnebre, puesto que sin ellas las almas permanecían errantes y se aparecían a los vivos, es que por ellos se fijaban y encerraban en las tumbas, y así como habían formulas que poseían esta virtud, los antiguos tenían otra con la virtud contraria: la de evocar a las almas y hacerlas salir momentáneamente del sepulcro.

Se temía menos a la muerte que a la privación de la sepultura, ya que se trataba del reposo y la felicidad eterna.

En las ciudades antiguas la ley infligía a los grandes culpables un castigo reputado como terrible: la privación de la sepultura. Hay que observar entre los antiguos se estableció otra opinión sobre la mansión de los muerto, se figuraron una región, también subterránea pero infinitamente mayor que la tumba, donde todas las almas lejos de su cuerpo, vivían juntas y donde se les aplicaban penas y recompensas.

Se rodeaba a la tumba de grandes guirnaldas de hierba y flores, que se depositaban tortas, frutas, sal, se derramaba leche, vino, y a veces la sangre de alguna víctima.

Capitulo II

El culto de los muertos

Entre los griegos había entre cada tumba un emplazamiento destinado a la inmolación de las víctimas y a la cocción de su carne. La tumba romana también tenia su culina, especie de cocina de

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