Etica Y Moral
Enviado por claudiasaavedra • 1 de Abril de 2014 • 1.465 Palabras (6 Páginas) • 232 Visitas
Los actos humanos son los que proceden de la voluntad del hombre, o sea los que realizan con libre voluntad y conocimiento. El hombre es dueño de sus actos y responsable de ellos, y solo en estos actos puede darse el valor de su moral.
El acto moral primordialmente se lleva a cabo por la responsabilidad que involucra el hecho de ser lo correcto. Algunos impedimentos son la ignorancia, la violencia, las pasiones desordenadas, alteraciones psíquicas.
Algunos actos humanos pueden ser buenos, malos o indiferentes. Y también pueden ser realizados por situaciones internas y externas.
El acto humano es una estructura integrada por diversos elementos. Para dictaminar la moralidad de la acción hay que reflexionar:
• El objeto
• Acto objetos diversos
• Y las circunstancias
Las circunstancias en la moralidad, algunas que la atenúan, la agravan y otras que le añaden connotaciones a ese acto. Circunstancias que añaden connotación moral al pecado, haciendo que en un solo acto se cometan dos o más pecados específicamente distintos. La circunstancia que añade nueva connotación moral es la circunstancia “qué cosa”, en este caso la cualidad del cáliz, que estaba consagrado; Circunstancias que cambian la especie teológica del pecado haciendo que un pecado pase de mortal a venial o al contrario; Circunstancias que agravan o disminuyen el pecado sin cambiar su especie.
La finalidad es la intención que tiene el hombre al realizar un acto, y puede coincidir o no con el objeto de la acción.
• En relación a la moralidad, el fin del que actúa puede influir de modos diversos:
o si el fin es bueno, agrega al acto bueno una nueva bondad
o si el fin es malo, vicia por completo la bondad de un acto
o cuando el acto es de suyo indiferente el fin lo convierte en bueno o en malo
o si el fin es malo, agrega una nueva malicia a un acto de suyo malo
o el fin bueno del que actúa nunca puede convertir en buena una acción de suyo mala. Dice San Pablo: no deben hacerse cosas malas para que resulten bienes.
El filosofo Immanuel Kant nació el 22 de abril de 1724 en Rusia, era un filosofo conocido por el concepto del imperativo categórico, crear la teoría del idealismo trascendente, el noúmeno, contribuir a la distinción analítico-sintético, la expresión sapere aude y proponer el concepto de la nebulosa protosolar. Era un verdadero representante del liberalismo por sus profundas convicciones éticas. Se propone dos objetivos fundamentales:
Demostrar la falsedad de toda doctrina moral que pretenda apoyarse en consideraciones empíricas.
Otorgar a la ética una base exclusivamente racional y apriorística.
El filoso Immanuel Kant muere el 12 de febrero de 1804.
Kant decía que obrar por razones exteriores a la propia conciencia del deber o sea obrar por placer, por poder, por fama, supone obrar con segundas intenciones; es decir un obrar que es más que inmoral, es amoral, impropio de la persona humana.
El obrar recto, propiamente moral es el que se realiza exclusivamente por respeto a la ley misma, siendo el respeto el único sentimiento moral. Mientras la ley moral como hecho de razón no necesita fundamento que la justifique, nos demuestra que la libertad es no solo posible, sino real en los seres que reconocen la ley misma como obligatoria, (tú debes, luego tú puedes).
La moral auténticamente digna es una moral autónoma, en ella lo que cuenta no es lo que se hace sino como se hace, lo que cuenta es la intención de obrar bien. Kant afirmaba que en el mundo nada hay de bueno o malo más que la buena o mala voluntad y resume todas las máximas morales en ésta:
"Obrar de tal forma que la máxima que rija tu acto pueda valer como un principio de legislación universal y necesario".
El hombre debe obrar como si el alma fuese inmortal, como si Dios existiese y como si hubiera finalidad y libertad en el mundo.
Aunque la ley moral brota de uno mismo, según Kant no significa que brote del yo empírico, individual y propenso al egoísmo, sino que brota de una zona más honda del yo, de lo que llamó la conciencia trascendental;
Para Aristóteles la felicidad no se identifica con el placer sino con el estado de perfección y reposo que acompaña al logro de nuestras tendencias naturales.
Admite en el hombre tendencias superiores a las del resto de los animales y pone el bien o fin supremo natural del hombre en el ser autosuficiente, omniperfecto que goza
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