FILOSOFIA Y CIENCIA
Enviado por RodriXoAlbert • 13 de Abril de 2013 • 1.616 Palabras (7 Páginas) • 398 Visitas
FILOSOFÍA Y CIENCIA
2.2. La formulación científica
En sus orígenes la ciencia y la filosofía constituían una sola cosa. Sólo la Filosofía abarcaba todo el saber y todo el contenido de lo que hoy llamamos ciencia.
La ciencia se dividía en el saber sobre el ser en cuanto tal y en géneros particulares del ser. Pero lo que movía al hombre a estudiar era el deseo de saber, de saber cómo son las cosas. La primera manera de saber es a través de la experiencia, pero el deseo de saber no se detiene allí, ya que el hombre pretende saber y conocer la esencia de las cosas, de por qué se desenvuelven de una manera y no de otra.
La filosofía nació a raíz de un querer saber de este tipo, para conocer al mundo según la necesidad, su totalidad, su esencia.
Considerar a la ciencia como un saber no filosófico es un resultado de mucho tiempo, la ciencia moderna que hoy conocemos surgió entre los S. XVI y S. XVII separándose de la filosofía; y un rasgo del pensamiento moderno fue la intención de aproximar la filosofía y la ciencia.
Fue en esta época de la historia cuando comenzaron a estructurase las ciencias naturales, entendidas como un sistema de conocimientos rigurosamente clasificado y verificado. El pensamiento moderno acabó convirtiendo a la filosofía en colaboradora de la ciencia. A partir de aquí fue frecuente que una misma persona reuniera la doble condición de científico y filósofo.
Galileo y Newton son grandes ejemplos de este cambio, que alcanzó hasta la época contemporánea, como lo demuestra Bertrand Russell. Así se tiene que los dos factores más importantes de la ciencia moderna, fueron también dos de los temas filosóficos más apasionadamente discutidos, dando lugar inclusive a dos escuelas filosóficas de la Edad Moderna: el racionalismo, que se fundó en los aspectos lógico-racionales del conocimiento, y el empirismo, que afirmó la validez absoluta de la experiencia en el ámbito del conocimiento científico-filosófico.
Filosofía y ciencia no solo no se oponen, sino que se encuentran como dos extremos, como en dos polos entre los que se desarrolla todo el pensamiento racional de la humanidad.
2. 3. El papel de la filosofía con respecto a la ciencia
A. Función de fundamentación
La filosofía - en relación con la ciencia - juega un papel de fundamentación, en primer término. La filosofía analiza, escruta los fundamentos mismos y los supuestos con los que trabaja la ciencia, y da pensamiento a las distintas formas de epistemología: el intento de fundamentar la ciencia, nos dice cuando el discurso científico es coherente o no, cuando se está mejor orientado, cuales son las bases sólidas para la ejecución de la ciencia.
B. Función de totalización
El segundo papel que le cabe a la filosofía es una función totalizadora, una función de totalización. Es decir, dado que la ciencia avanza en el sentido de una especialización creciente, lo que supone una fragmentación creciente del saber, esa línea analítica se compensa tratando de recomponer los fragmentos; tratando de hacer síntesis del estado en que se encuentran los conocimientos, o bien, del conjunto del saber.
La totalización que puede hacer la filosofía en relación a la base de los conocimientos es siempre provisional; de algún modo provisional en cuanto que la ciencia tampoco agota nunca su propia investigación. Entonces, esta labor es estar permanentemente totalizando, incorporando nuevas hipótesis, nuevas teorías, y desde ahí revisando una visión del mundo, revisando los mismos presupuestos del conocimiento humano en la medida que abarca el conocimiento intuitivo, el conocimiento de algunas ciencias humanas, también de las ciencias del conocimiento.
2. 4. Necesidad mutua entre ciencia y filosofía
La filosofía actúa como distancia crítica, de algún modo innovadora. Reconduce la investigación. En ese sentido la filosofía es siempre necesaria, imprescindible para la ciencia.
En la medida en que el científico se eleva por un lado a analizar los supuestos teóricos en los que se está moviendo, y por otro lado a querer integrar su propia investigación en la unidad del saber, acaba haciendo filosofía aunque no se dé cuenta, aunque haya partido del ámbito de una ciencia determinada.
Visto desde la otra parte, el filósofo necesita de la ciencia y la contrastación, de algún modo de saber si sus hipótesis, sus totalizaciones, tienen algún grado de validez. Si no, sólo tienen una coherencia interna; si no, se trata de una racionalización.
El conocimiento del mundo físico sólo se extrae del trabajo de las ciencias físicas y naturales; y del desarrollo de las ciencias matemáticas aplicado a la comparación de teoremas, y mediante la utilización de técnicas e instrumentos sofisticados, mediante el diseño de experimentos que traten de alguna manera de fijar las hipótesis.
Los contenidos del conocimiento, los contenidos empíricos, sólo nos llegan a través de las ciencias positivas, necesitan de la filosofía para entramar esos conocimientos en tanto totalización, y para discutir hasta qué
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