Falacias materiales

Falacias materiales

Son aquellas en las que se argumenta ignorando los razonamientos que se debaten. No se critican los argumentos que están sobre la mesa, sino que se descalifica a la persona, se recurre a los sentimientos o se ataca una tesis que en realidad no ha sido dicha. En todos estos casos se desvía la atención de los argumentos reales.

1. Falacia ad hominem (dirigida a la persona)

Consiste en ignorar el razonamiento y atacar a la persona con la idea de desacreditarla. Subyace la suposición de que si la persona no es de fiar, los argumentos que defiende carecen de valor.

2. Falacia ad báculum (que apela al bastón)

Supone recurrir a la fuerza o a la amenaza para convencer en caso de discrepancia respecto a una cuestión.

3. Falacia ad ignoratian (que precede de la ignorancia)

Cuando no tenemos evidencias contra una creencia, llegar a la conclusión de que es verdadera resulta falaz. La falta de pruebas simplemente no aprueba.

4. Post hoc ergo propter hoc (después de esto, luego a consecuencias de esto)

Consiste en suponer que si una cosa viene después de otra, significa que es su causa. Sin embargo, el orden temporal no es suficiente para establecer una relación causal.

5. Falacia de eludir la cuestión

Consiste en responder a una cuestión diferente a la que se pregunta.

6. Generalización precipitada

A partir de una muestra muy pequeña que no es representativa, hacer una generalización que resulta abusiva.

7. Sofisma patético

Consiste en aludir a los sentimientos en lugar de a la razón. Son propios de demagogos y los dictadores y muchos políticos los emplean de forma habitual, recurriendo a excitar las emociones de los ciudadanos.

8. Wishful thinking

Consiste en confundir los deseos con la realidad, en presentar un panorama sumamente optimista para realizar una acción y prescindir de todo elemento que no se adecúe a este cuadro idealizado.

9. Falacia democrática

Consiste en suponer que la verdad se encuentra en aquello que decide la mayoría.

10. Falacia de la pendiente resbaladiza

A partir de un enunciado, se extraen conclusiones cada vez más exageradas, hasta alcanzar una conclusión desagradable pero que no guarda relación con la proposición inicial. De este modo, se pretende rechazar el resultado principal/inicial.

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