Fallas de etica de un lider

Fallas de ética en un Líder

Javier Vega Cisneros MBA 142

Una importante mayoría de ejecutivos aprende a dirigir organizaciones éticamente correctas, sin embargo la poca ética corporativa puede calar en todo los peldaños de una organización, siendo vergonzosamente los mismo lideres quienes causan esa clase de conducta reprochable desde las altas estratosferas, sabemos que no es lo más usual, pero también existe conductas poco éticas que los empleados cometen pues los que están a cargo no son capaces de ver la realidad e incluso apañan esas acciones sin saberlo, es ahí donde nos hacemos la pregunta ¿Cómo puedo ser líder de una compañía y tomar decisiones que no dejen de lado lo moral y éticamente correcto?, dejar la ética sin consideración influye en el comportamiento poco consistente que podamos tener a futuro.

A pesar de que las empresas puedan invertido mucho tiempo y dinero en capacitación en temas éticos y en programas de cumplimiento de normas, la conducta poco ética en las empresas está presente en todos lados. Eso se debe a que los sesgos cognitivos y los sistemas organizacionales nublan a los ejecutivos y les impiden ver la conducta poco ética, ya sea la propia o la de los demás. Todo esto sirve para hacer perder la ilación incluso a los ejecutivos mejor intencionados, como las metas que premian la conducta poco ética, conflictos de interés que motivan a las personas a ignorar el mal comportamiento cuando tienen algo que perder al reconocerlo, una tendencia a pasar por alto el trabajo sucio que ha sido tercerizado a otros una incapacidad de notar cuando la conducta se deteriora gradualmente o una tendencia a pasar por alto decisiones poco éticas cuando el resultado es bueno.

Uno de los descubrimientos más frecuentes sobre la conducta gerencial es que brindar metas específicas y moderadamente difíciles es más eficaz que expresar persuasiones flojas como “hagan lo mejor posible”. Pero también muestran que recompensar a los empleados por alcanzar metas demasiado paramétricas, como lograr cantidades exactas de producción o no hacer más de los podría hacer, los puede incentivar a descuidar otras áreas, a asumir riesgos no deseados como “el fin justifica los medios” o más importante desde otra perspectiva quizá a participar en más conductas poco éticas en las que de otra forma no se hubiesen involucrados.

Los líderes entienden que el proceso de liderazgo se logra a través de identificar necesidades, moldear identidad social, proponer una visión, proponer estrategias y verificar los resultados, establecer metas debería tomar la perspectiva de aquellos cuya conducta están tratando de influir y analizar sus posibles respuestas. Esto ayudará a prevenir consecuencias no buscadas y a evitar que los empleados pasen por alto otros objetivos, como informar honestamente, los que son tan importantes de premiar y quizás más. Cuando los líderes no son capaces de cumplir con esta responsabilidad, no solamente están fomentando una conducta poco ética, sino que también se ven ciegamente involucrados en ellas.

También, se sabe que las personas ven lo que quieren ver y muestran facilidad para no percatarse de la información contraria a sus creencias cuando les conviene permanecer ignorantes; se conoce como un fenómeno psicológico conocido como la “ceguera motivada”. Este sesgo se aplica fuertemente a la conducta poco ética. (1)

De poco nos sirve limitarnos a notar que existen conflictos de interés en una organización. Una investigación muestra que tener conocimiento de ellos no reduce necesariamente su impacto perjudicial en la toma de decisiones. Así mismo la integridad por sí sola tampoco evitará que estos conflictos estimulen la conducta poco ética, porque la gente honesta puede sufrir de ceguera motivada sin quererlo.

Los ejecutivos deberían ser conscientes de que los conflictos de interés suelen no ser fácilmente visibles y deberían esforzarse para removerlos por completo de la organización, es ahí donde se puede aplicar los conocimientos fundados para un mejor relacionamiento de trabajo en equipo cuyo objetivo es hacer del trabajador una persona íntegra y honesta.

Por otro lado, lo que interesa saber es por qué los ejecutivos y los consumidores tienden a no responsabilizar a las personas y a las organizaciones por conductas poco éticas materializadas y algunas veces través de terceras personas.

Los ejecutivos delegamos rutinariamente conductas poco éticas en otros y no siempre de manera consciente. Es posible que les digan a sus trabajadores, como operarios o contadores, que “haga lo que sea necesario” para alcanzar alguna meta, prácticamente prestándose para tácticas cuestionables.

Por ejemplo, muchas organizaciones tercerizan la producción en países con menores costos (eje. China o India), a menudo contratando a otra empresa para que fabrique. Pero el fabricante subcontratado en el extranjero suele tener estándares inferiores en materia laboral, ambiental y de seguridad.

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