Fedon Trabajo De Lectura

FEDÓN

Diálogos Sobre el Alma

Por: GILBERTO A.

En este diálogo Platón, relata las últimas horas de Sócrates. Toma como tema central de discusión la muerte, para referirse a la inmortalidad del alma, argumentando la pre-existencia del alma con respecto al cuerpo y sobre su inmortalidad; en este dialogo con sus amigos o discípulos Sócrates no enfrenta personas sino doctrinas, y quienes lo escuchan buscan saber cuál es la verdadera.

El diálogo muestra las razones por las que el filósofo no debe temer la muerte, sino recibirla con alegría porque no sólo existe una vida en el más allá, sino que hay una ley cósmica que premia o castiga las almas, según su comportamiento en este mundo.

Platón, por boca de Sócrates, nos da una visión ascética de la vida del

filósofo, empeñado durante toda su actividad en purificarse de lo corpóreo

y en atender al bien de su alma.

Sócrates afirma con seguridad que el alma es perenne y que tras una vida llena de pensamientos filosóficos se le aguarda a quien se interese por este línea una imperecedera beatitud; es así que la intención principal de Platón ha sido trazar una “filosofía de la muerte”, tomando como base el final de un hombre ejemplar que toda su vida se preparo para esa liberación: Sócrates.

El Fedón es un dialogo inmerso en otro; la escena se desarrolla en un destacado centro pitagórico, donde Equécrates interroga a Fedón acerca de su presencia el día de la muerte de Sócrates, pidiéndole que le relatase esas últimas horas de este gran pensador, a lo cual Fedón accedió dirigiéndose a un grupo de pitagóricos. Otros personajes que están presentes en este relato son Simmias y Celes discípulos de Sócrates quienes según Fedón lo acompañan en la celda y a quienes Sócrates les indica las razones por las que no deben apartarse de la filosofía y alientan a seguir perseverando en la práctica.

Este relato de Fedón está dividido en dos partes de las cuales nos concentraremos en la primera parte donde hay una introducción en la que se destaca que el filósofo no debe temer a la muerte, puesto que el cuerpo es un impedimento para el conocimiento; sin embargo, dice que nadie se puede suicidar porque somos propiedad de los dioses y termina con la explicación de las leyes del destino, que establecen un sistema de recompensas y castigos, relacionadas con la teoría de la transformación, de las almas. Dice que la vida en el universo depende del continuo ciclo de las almas que se van encarnado sucesivamente en diversos seres humanos o animales según las faltas o buena conducta en esta vida. La inmortalidad del alma desarrolla así en esta primera parte sus primeros argumentos; entre ellos podemos resaltar los siguientes:

El tiempo de los contrarios: en el que las almas pasan de esta vida a una vida más allá y los vivos nacen de los muertos, así como los muertos fueron vivos previamente (los contrarios nacen de los contrarios) de esta manera se dice que si la muerte es inversa a la vida, la vida surgirá de la muerte; por lo que las almas de los vivos son la de los muertos y en el ciclo de la vida son las mismas almas las que resurgen.

Teoría de la anamnesis o del recuerdo: Según Sócrates el alma en otro momento contempló las ideas y el conocimiento de este mundo; esto confirmaría la preexistencia del alma antes de nacer en la forma humana. Sócrates hace aquí una exposición de la teoría de la reminiscencia y evoca la idea de igualdad que nos permite conocer los objetos iguales en este mundo. Tenemos que haber recibido el conocimiento de las Ideas de Belleza, Bien etc.... antes de haber nacido y ahora lo recordamos a través de las percepciones puesto que lo habíamos perdido. Queda demostrado que el alma existe antes del nacimiento, pero no que siga existiendo después de la muerte.

De la simplicidad: Utiliza lo simple (cosas a las que, por su propia naturaleza, les corresponde ser impasibles y no sufrir alteración alguna.) y lo compuesto (cosas a las que corresponde, por su propia naturaleza, el disolverse y perecer), lo visible y lo invisible. Lo que es siempre de la misma manera es lo simple, y lo que cambia es lo compuesto, de la misma forma la realidad invisible se encuentra siempre en el mismo estado y la visible en permanente cambio. El cuerpo es semejante a los seres visibles y el alma a los invisibles. El alma es lo que se relaciona con lo divino y lo inmortal, lo inteligible, lo uniforme y lo indisoluble. En definitiva, mientras que al cuerpo le corresponde disolverse y desaparecer, al alma le corresponde ser completamente indisoluble o aproximarse a este estado.

Sócrates hace indicación también al hecho de que las almas que se separan impuras del cuerpo deambulan y se ven igual manera sujeta a los representaciones de su anterior vida. Explica de igual forma que como el filósofo desea que su alma se separe pura del cuerpo, se aparta de los placeres y pasiones; continúa argumentando Sócrates que el filósofo se caracteriza principalmente por apartarse del cuerpo en vida y dirigir su atención hacia "lo que es".

Actuando así los filósofos se destacan por su valentía al no temer morir y templanza al apartarse de los placeres del cuerpo, de modo que cuando llegan al Hades están preparados para habitar entre los mejores.

De igual modo que lo caliente surge de lo frío y lo rápido de lo lento, así la vida ha de tener su origen en la muerte (argumento de los contrarios), pues de lo contrario el universo entero se estancaría.

Sócrates se hace un interrogante cómo

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