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FelicidAD


Enviado por   •  13 de Febrero de 2014  •  1.914 Palabras (8 Páginas)  •  255 Visitas

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Para Aristóteles[editar]

Aristóteles sostiene que todos los hombres están de acuerdo en llamar felicidad a la unidad presupuesta de los fines humanos, el bien supremo, el fin último, pero que es difícil definirla y describirla. De ahí se aprecia la divergencia de opiniones respecto a cómo entender la felicidad: placer para algunos, honores para otros, contemplación (conocimiento intelectual) para otros más. Aristóteles rechaza que la riqueza pueda ser la felicidad, pues es un medio para conseguir placeres o bien para conseguir honores, pero reconoce que existen personas que convierten a las riquezas en su centro de atención.

No obstante, para Aristóteles éstos no son más que bienes externos que no son perseguidos por sí mismos, sino por ser medios para alcanzar la felicidad, puesto que es ésta la única que se basta a sí misma para ser autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se buscan porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión no implica que seamos íntegramente felices, puesto que no por poseer riquezas garantizamos nuestra felicidad. Tampoco solamente la consecución del placer nos hace felices. Habitualmente necesitamos algo más para serlo y eso nos distingue de los animales. Sin embargo, aunque estos bienes particulares no basten, ayudan, y en esto Aristóteles mantiene una postura moral bastante desmitificada y realista, el bien no puede ser algo ilusorio e inalcanzable. Sin ciertos bienes la felicidad será casi imposible de alcanzar. Para Aristóteles la felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud.

Otras escuelas filosóficas[editar]

Existen también otras muchas escuelas filosóficas que han trabajado el tema de felicidad individual en otros términos. A saber:

el epicureísmo entiende la felicidad como autosuficiencia en el placer moderado;

los estoicos piensan la felicidad como fortaleza en la aceptación de una existencia determinada;

racionalistas como Leibniz defienden la felicidad como adecuación de la voluntad humana a la realidad;

utilitaristas como John Stuart Mill defienden un concepto de felicidad como satisfacción de los placeres superiores;

para algunos autores del New Thought, la felicidad es una actitud mental que el hombre puede asumir conscientemente, es decir, es una decisión. La idea de que la felicidad sea una decisión se basa, para ellos, en el hecho de que el individuo busca muchas formas de encontrar esa felicidad en muchos aspectos, y aun así, parece esquiva para la mayoría de las personas. Al descubrir que existen seres felices e infelices en todas las diversas condiciones socioeconómicas, geográficas, de edad, religión, sexo, estados mentales (hay personas con problemas mentales que a pesar de ello son realmente felices), estos pensadores concluyen que cuando el individuo decide aceptar su condición y su pasado, y asumir la vida tal como es en ese momento y construir su vida a partir de aquellos preceptos, es entonces realmente feliz.

para filósofos y corrientes que siguen el pensamiento de Nietzsche, el ser humano no fue concebido para la felicidad, sino que está destinado a sufrir.

Según filosofía oriental[editar]

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En la filosofía oriental, la felicidad se concibe como una cualidad producto de un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que perdura en el tiempo y no como un estado de ánimo de origen pasajero, como generalmente se la define en occidente.

Muchas veces confundida con la alegría de carácter emocional y efímero, la felicidad perdura en el tiempo y se identifica como una cualidad, tal y como ser alto, fuerte o inteligente una persona es feliz.

Mientras que la alegría se concibe como un estado de satisfacción, la felicidad se considera un estado de armonía interna.

Según la religión[editar]

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Para las religiones teístas, la felicidad sólo se logra en la unión con Dios, y no es posible ser feliz sin esta comunión. La felicidad es considerada la obtención definitiva de la plenitud, y el estado de satisfacción de todo tipo de necesidades es alcanzable sólo en ese grado después de la muerte.

Sin embargo, hay diferentes puntos de vista según la religión analizada. Para el cristianismo, por ejemplo, la felicidad se expresa en la vivencia de las bienaventuranzas y las enseñanzas de la Biblia (especialmente los evangelios) y en el seguimiento y comunión con Cristo (resucitado a través del Espíritu Santo). Muy semejante a esto es el camino musulmán.

El budismo, una escuela filosófica no religiosa (no teísta) confundida históricamente con el hinduismo para la cual no existe un creador ni tampoco un alma, considera que la felicidad duradera se alcanza al erradicar el anhelo ansioso, que implica evitar compromisos con los demás, lo que a su vez se consigue sólo al "despertar" de la ilusión del "yo", es decir, el mantenerse alerta y exento de la la naturaleza de la vida y la existencia, a través de una postura pasiva, no participativa, de la conservación de la vida.

Interacciones[editar]

El subconsciente alimenta este estado de ánimo.2 Admitir los límites de la personalidad facilitará la capacidad de no derrochar recursos en aquello que es incontrolable.3 Tratar de condicionar el entorno a nuestro deseo 4 sólo impedirá que consigamos atisbar lo que es el flujo5 que nos lleva al estado de ánimo feliz.6 Este estado no se encuentra fuera de nosotros, ni siquiera en nosotros, se encuentra en nuestra naturaleza interior.7 No depende exclusivamente del entorno, sino que es la aceptación de que existen fuerzas más poderosas que nuestra voluntad, modificando nuestra actitud hacia la vida; siendo

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