Fetichización de los objetos en la sociedad capitalista

Fetichización de los objetos en la sociedad capitalista

        De acuerdo al pensamiento de Marx (1975), el concepto de fetichismo se comprende como “productos de la mente humana que parecen figuras autónomas, dotadas de vida propia, en relación unas con otras y con los hombres. Otro tanto ocurre en el mundo de las mercancías con los productos de la mano humana” (p.89).

Se entiende que, dado a la sociedad con fines capitalistas el valor del objeto es dictado por la sociedad, es decir, se le atribuyen características que influyen en su valorización y no por la satisfacción que sienta el ser humano ante la posesión del objeto.

Por ejemplo, según la empresa Apple cada modelo de iPhone que sacan posee mejoras y características de alto nivel, por lo que, comprendiendo lo que Marx presenta, las personas que realmente necesitan esas características en su teléfono móvil deberían de ser las que obtengan dicho aparato, sin embargo, en el transcurso de los años, este pensador, detectó que el objeto va más allá de eso, dado que, poseer un teléfono móvil de esa empresa y el último modelo concentra una serie de atributos tales como: posesión de un buen trabajo y por tanto buen salario, status social; por lo que determina que realmente el objeto se determina por lo que vale simbólicamente.

Ante esto, Marx lo fundamenta con lo siguiente: “la utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso”´ (p.44), la cual está condicionada por las propiedades de la mercancía que posee ese objeto; es decir, la utilidad de un objeto siempre presentará dos aristas las cuales se legitima a partir del uso y el consumo que le dé el ser humano.

Por tanto en la primera arista está el valor de uso de un objeto, el cual, reside en sus cualidades concretas y se revela en el uso: son los actos de uso de una cosa los que determinan su valor de uso. Este, se mide por el tiempo de trabajo; en el caso de que un trabajo sea difícil de elaborar mayor será el valor de la mercancía producida.

Se comprende mercancía como “un objeto exterior, una cosa que merced a sus propiedades satisface necesidades humanas del tipo que fueran” (p. 43) Sin embargo, Marx en su texto: El Capital, realiza la aclaración de que el fin no se centra en que el objeto satisfaga las necesidades directas o indirectas, sino que siempre en la existencia del objeto habrán dos aristas.

Referente a esto, se presenta el panorama de un relojero; en un día logra realizar cinco relojes completos: brazaletes, agudas, pines, batería…, demuestra que su fuerza de trabajo en un valor de uso es de cinco relojes por día, es decir, eso es lo que necesita realizar para obtener su pago y vivir de una manera digna.  

Lo anterior en el caso de un relojero, en el caso de las maquinarias, el valor de uso de ella depende de la capacidad que posee de producir sin que se desgaste; en el caso de las herramientas, el valor de uso se le da a partir de las veces en que la persona utilice esa herramienta así como, en el caso de las verduras o frutas, el cual este podrá ser por el consumo o bien, por la utilización que se le da para elaborar otros alimentos.

No obstante, en la segunda arista, se comprende que hay un valor establecido de acuerdo al consumo: el valor de cambio, el cual se comprende como el valor del objeto en el mercado, el cual, equivale a otra mercancía o bien cierta cantidad de dinero.  
        Para Marx, el valor de cambio “se presenta como relación cuantitativa, proporción en que se intercambian valores de uso de una clase por valores de uso de otra clase, una relación que se modifica constantemente según el tiempo y el lugar” (p.45).

Asimismo, este valor de cambio es la cantidad de trabajo social plasmado en una mercancía, lo cual constituye en la única característica común a los diferentes productos y que hace posible que sean equiparados entre sí de acuerdo a una proporción determinada, y por lo tanto hace posible su intercambio.

“En relación misma de intercambio entre las mercancías, su valor de cambio se nos puso manifiesto como algo por entero independiente de sus valores de uso” (p.47). Es decir, el intercambio de mercancías es en el fondo el intercambio de cantidades iguales de trabajo.

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