ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Filosofia: naturaleza y objeto de estudio


Enviado por   •  4 de Mayo de 2017  •  Resumen  •  2.778 Palabras (12 Páginas)  •  525 Visitas

Página 1 de 12

SEMANA 1

FILOSOFÍA: NATURALEZA Y OBJETO DE ESTUDIO.

DISCIPLINAS FILOSÓFICAS

[pic 2]

Preguntarse por el origen de la filosofía es preguntarse por el origen del ser humano. Nuestras vidas son interpeladas a cada instante a decidir y a interpretar problemas, en definitiva, a tener que vivir. Sin embargo, si bien es cierto que los hombres buscamos la respuesta a los grandes enigmas y misterios de la vida, aún es mucho más importante que el ser humano tiene por naturaleza la necesidad de hacerse preguntas. Esta es la esencia constitutiva del origen del filosofar, es decir, el asombro como actitud vital. El inicio del pensar filosófico tiene como punto de partida la pregunta que nos obliga a tener que responderla porque nos preocupa. La realidad debe ser pensada, pero para poder hacerlo, el hombre tiene que preguntarse primero por ella.

Así fue como al principio los poetas, nombre que recibieron Homero y Hesíodo, fueron los primeros que comenzaron a crear relatos fantásticos y ficticios, los mitos, para interpretar la realidad del universo. Ellos fueron los padres de las cosmogonías y teogonías del mundo antiguo. Los mitos sirvieron como base educativa (paideia) de aquellas sociedades que trataron de comprender en mundo en el que vivían.

Los primeros hombres que tienen el mérito de haber separado los contenidos lógicos de esos relatos literarios son los denominados filósofos presocráticos. El paso del mito al logos es el nombre con el que nos referimos al nacimiento de la filosofía, que tuvo lugar en Grecia en el siglo VI a.C. Pasamos pues de explicar la realidad con mitos a ofrecer una explicación racional.

TALES DE MILETO (624-550 a.C.)

Es el primer filósofo conocido y fundador de la escuela de Mileto. En esta próspera ciudad de jonia, a orillas del mar Egeo, tuvo lugar el inicio del pensamiento racional en Occidente que constituye el primer paso del hombre en el camino de la ciencia.  A estos filósofos se les conoció indistintamente como milesios o jonios, pero por ocuparse de los grandes problemas con la razón (logos) y no acudiendo a los mitos, se les conoció también como cosmólogos y fisiólogos.

Tales de Mileto además de filósofo fue matemático y astrónomo, conocido también por ser el primero en medir la Gran Pirámide de Egipto y predecir con exactitud el eclipse solar del año 585 a.C., lo cual le otorgó fama y reconocimiento. En el Teeteto de Platón podemos leer una anécdota suya de cómo un buen día, mientras paseaba ensimismado en la contemplación del cielo, no se percató de que había un pozo en el camino y cayó en él con la consiguiente burla de los que allí se encontraban observando la escena. Pero, sin duda, el mérito de Tales consiste en haber propuesto el primer problema de la historia de la filosofía y que, aún hoy en día, sigue sin poder resolverse: el problema de lo uno y lo múltiple.

Este problema comienza con una pregunta que plantea la posibilidad de reducir tanto el enorme y conjunto múltiple de seres que observamos, como también los que no hemos visto, a uno solo, es decir, reducir todos los seres a la unidad. Cuestión que, si aceptamos, implica reconocer, en primer lugar, que todos los seres estamos formados por los mismos elementos y, en segundo lugar, que existe la posibilidad de que haya un origen o principio común para todos los seres. Esta cuestión puede también formularse con la pregunta: ¿tiene la physis (naturaleza) un arché (principio u origen) común?

A principios de siglo XX se descubrió la existencia de los átomos, pero las últimas teorías científicas apuntan a los quarks como los elementos más pequeños de los que estamos constituidos todos los seres. Además, la comunidad científica está de acuerdo en que el nacimiento del universo tuvo lugar en la gran explosión o Big Bang de un átomo primigenio.

Más importante que la respuesta que nos ofrece Tales de Mileto en el siglo VI a.C. es, sin duda, la pregunta que nos formula y que constituirá el gran problema de la filosofía presocrática al que todos los pensadores posteriores tratarán de dar una solución.

La respuesta afirmativa de Tales de Mileto es que el arché o elemento primordial es el agua. Su solución viene justificada porque sabe que el setenta por ciento de los seres humanos es agua; asimismo, la influencia de este elemento en la vida de los pueblos es primordial como podemos observar, por ejemplo, con el Nilo y el Ganges; y, por último, en el desarrollo o matriz de las religiones y cosmogonías prefilosóficas la alusión al agua como fuente del origen de la vida es muy reveladora.

Además, para Tales de Mileto la tierra se encontraba sobre el agua, lo cual explicaría la inestabilidad de lo real. También opinaba ingenuamente que la materia estaba animada por sí misma y era viviente, doctrina que se conoce como hilozoísmo. De ahí que tales llegará a afirmar que “todo está lleno de dioses”. (GRANDE SÁNCHEZ, J. “Historia de las ideas filosóficas” págs. 14- 16)

EL ORIGEN Y EL SENTIDO DE LA ADMIRACIÓN Y EL RECONOCIMIENTO DE LA PROPIA IGNORANCIA.

Los seres humanos se hacen estas preguntas movidos por la admiración y reconociendo su propia ignorancia. Lo hacen para huir de ésta y no por utilidad alguna. Veámoslo a través de las citas de dos de los filósofos más importantes de la antigüedad:

"Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración: al principio, admirados por los fenómenos sorprendentes más comunes: luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y la generación del Universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos.) De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por utilidad alguna. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y relativas al descanso y al ornato de la vida"            Aristóteles: Metafísica, 982 G 10-25

Estas preguntas se formularon por primera vez cuando ya existía casi todo lo necesario para la vida. De la contemplación y admiración que producen las cosas inmediatas se pasó a cosas cada vez más alejadas: de las aguas de la Tierra a las lluvias y tormentas, de la Tierra al cielo, a las estrellas y al Sol y, de aquí, a las preguntas sobre la composición de las cosas o sobre el origen del Universo. Las preguntas nacidas de la admiración son cada vez más complejas y alcanzan ámbitos más alejados de lo inmediato y más amplios.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb) pdf (344 Kb) docx (149 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com