Formacion En Justicia Y Dignidad Humana

Para poder hablar de dignidad de la persona debemos inicialmente establecer el concepto de persona. Pero observamos que este “estatus” por llamarlo de alguna manera era limitado a ciertos seres humanos con unas características específicas, no todos clasificaban en esta categoría debido a sus condiciones, por ejemplo no serian personas, aquellos miembros de la especie humana que carecen del uso de razón, ya sea porque todavía no ha llegado a adquirirlo o porque lo han perdido permanentemente. Es decir que tanto los niños, como los enfermos mentales y los adultos mayores, no eran considerados personas y por ende no eran sujetos de derechos ni de obligaciones, y es aquí donde se empieza a ver afectada la dignidad de la persona ya que esta hace parte del respeto de los derechos inherentes a todas personas, y si este pequeño grupo no era reconocido como personas, luego, se les estaba vulnerado su dignidad humana.

La dignidad es algo que inicia como un sentimiento propio de todas las personas, que lo percibimos al estar en contacto con otros sujetos, es algo que nos indica estamos tratando bien o mal a determinada persona y sin explicación alguna nos indica la forma correcta como debemos tratarle a este fenómeno se le llama “intuición moral fundamental” intuición que es común a todos los hombres. Kant reúne todo esto en uno de sus imperativos categóricos como lo es “la persona nunca debe ser utilizada como un simple medio, sino siempre como un fin en sí misma”, es decir que la persona es el centro alrededor del cual gira el deber moral de las demás personas.

Se puede concebir, al ser humano como una persona, sin importar su calidad o condición, donde debe responder acorde a sus actitudes y actos con los demás fundamentados en ellos, sin embargo esta convivencia impone normas que generan una serie de responsabilidades que fortalecen la dignidad humana, como la libertad de mis actuaciones dentro de una sociedad, vigilada por un estado quien debe garantizar y proteger a cabalidad, sin justificación alguna.

El deber moral lo debemos ver y entender desde la perspectiva que es un llamado interior personal a realizar u omitir determinado acto, sabiendo que nuestra libertad va hasta donde inician los derechos de los demás.

Pero más allá de las explicaciones teóricas, debemos darnos una apertura hacia lo divino y es allí donde podemos encontrar lugar para todas las personas que sean amadas o no ya que el amor de Dios es infinito y si nos refugiamos allí en un lugar donde todos nuestros errores son perdonados, donde nos sentimos amados al estar presente esta sensación nosotros también irradiaremos amor al prójimo y por ende la dignidad humana se vería fuertemente beneficiada gracias a la luz del amor de Dios por cada persona.

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