Fundamentación de la metafísica de las costumbres y Crítica de la razón practica
Enviado por Vivian Español • 17 de Febrero de 2017 • Apuntes • 1.732 Palabras (7 Páginas) • 229 Visitas
Fundamentación de la metafísica de las costumbres y Crítica de la razón practica
Immanuel Kant
Lucia Inés Baquero Morón, María José Escobar Yunda,
Vivian Jaidid Español Diaz y Nathalia Ordoñez
Ensayo comparativo
Ética
Jacinto Habded Calderón
18 de octubre de 2016
Bogotá D.C
Pontificia Universidad Javeriana
Fundamentación de la metafísica de las costumbres
Los fundamentos de la metafísica de las costumbres es el primer trabajo sobre la filosofía del moral hecho por Immanuel Kant. En este texto, Kant divide la física en Lógica, ética y física. Para Kant la filosofía lógica es a priori, la ética es todo aquello relacionado con las leyes de la libertad y por último, dice que la ética filosofica se relaciona con las leyes naturales. De acuerdo a Kant, la ética está conformada por una parte empírica y uno no empírica. La parte empírica corresponde a la búsqueda del bienestar de la humanidad, mientras la parte no empírica corresponde al estudio de la naturaleza y esencia de la moral, este estudio es lo que Kant llama metafísica de las costumbres. Para Kant la ley moral debe “llevar consigo absoluta necesidad”, en otras palabras es que la obligatoriedad de la ley moral no varía. Después de esta pequeña introducción, Kant presenta el imperativo categórico que es el que determina la voluntad y obliga a la voluntad al margen de conseguir cualquier tipo de fin que tengamos.
Por otro lado, voluntad puede ser calificada, es decir que puede ser bien utilizada o mal utilizada. Si es utilizada para el bien de la humanidad o buscando el bien mayor, es considerada como la buena voluntad y esta es buena por sí misma. Kant considera que el propósito de razonar es para producir una voluntad que sea buena por sí misma, si actuamos racionalmente, podemos llegar a la perfección del alma y todo lo perfecto es virtuoso. Ser virtuoso, para Kant es cumplir con el deber y del mismo modo, la voluntad que actúa por el deber es una voluntad guiada por la razón. La voluntad guiada por la razón es acogida por tres diferentes tipos de personas, la primera que actúa en contra del deber, la segunda que actúa acorde al deber, pero no está motivada por el mismo y finalmente la persona que actúa y está motivada por el deber. Para Kant las primeras dos personas carecen de valor moral, pues solo las personas que se ven motivadas por el deber y actúan acorde al deber tienen la capacidad de reconocer y consultar leyes para evaluar su comportamiento y esto los lleva a pensar racionalmente.
Esta conclusión nos lleva a los imperativos, para Kant hay dos tipos de imperativos, el hipotético y el categórico. El imperativo hipotético depende de los fines a los que se quiere llegar y a las condiciones para conseguirlo, este es un imperativo completamente material y no puede llegar a ser racional. En cambio, el imperativo categórico, como ya se había dicho antes, es lo que obliga a la voluntad a conseguir un resultado, este si es una ley universal y es obligatoria para todos. La voluntad, según Kant, es la causa de nuestras acciones y a la vez tenemos libertad de elección. Al decir que tenemos una libre elección, se entiende que nuestra voluntad no está influenciada por nadie ni por nada. Sin embargo, nuestras vidas no tienen completa libertad, pues existen leyes que regulan nuestro comportamiento y nuestra forma de pensar. Es por esto que Kant dice que necesitamos las leyes para poder actuar de forma tal que nuestros actos no sean arbitrarios. No obstante, la libertad de la voluntad no está regulada por leyes establecidas por terceros, sino que para Kant somos nosotros mismo los que imponemos la ley, somos auto-legisladores y así llegamos a ser autónomos. Finalmente, Kant plantea lo que llamó como la tesis de reciprocidad. Esta tesis plantea que si alguien es libre, es autónomo y si es autónomo, entonces la ley moral aplica sobre él.
Crítica de la razón práctica
La crítica de la razón práctica es la segunda de las tres críticas del filósofo prusiano Immanuel Kant publicada en 1788. Es una continuación de la crítica de la razón pura y en ella Kant expone su ética.
La razón práctica es la que determina la voluntad, la cual funciona cuando en una propia situación particular se aplica un principio general de acción. Según Kant, un principio puede ser una máxima si se basa en los deseos del agente o una ley, si se aplica universalmente. Las leyes son necesarias mas no circunstanciales, por lo tanto, algo que solo es del interés del agente nunca puede ser una ley. Kant expone que el imperativo categórico, el contenido de una ley universal moral, no puede ser nada por encima de la forma de la ley porque, de lo contrario, esta dependerá de los deseos que el poseedor de la ley tenga. La única ley, cuyo contenido consiste en su forma, según Kant, es la siguiente: “Actúa de tal manera que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre al mismo tiempo como principio de una legislación universal.” Que vendría significando que se debe actuar como si nuestra máxima concerniente a nuestra voluntad, facultad de hacer o no una cosa, fuera valida como ley universal. Expone también que la voluntad es libre porque es independiente del mundo de los sentidos. Por lo tanto, si la voluntad es libre es debido a que es gobernada por una regla, pero una que no restringe la libertad de la voluntad.
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